martes, 9 de marzo de 2010

¡PORQUE LO DIGO YO¡

No me digáis que no os lo dijeron, más de una vez, cuando erais pequeños.
Era, a veces, el único argumento y si no, impepinablemente el último. Y se acabó la discusión.
Cualquier tipo de autoridad se consideraba con derecho a obligarte a hacer lo que consideraba que debía hacerse.
Nuestros padres, el maestro, el cura, el policía municipal, la guardia civil, el Sr. Alcalde, cualquier político con mando en plaza.

También, muchas veces, se le añadía: "te lo digo por tu bien" o "lo hago (te castigo) por tu bien" o "ahora no lo comprenderás porque eres pequeño pero cuando..."
Era uno de los pecados más gordos (aunque el más gordo era el de la sexualidad, aunque sólo fuera un simple beso o tocar una teta. El infierno estaba a la vista), el pecado de la desobediencia,

Y había que obedecer a toda autoridad "en edad, dignidad y gobierno", como recalcaba el Astete o el Ripalda o los dos.

El autoritarismo. El "porque sí" como razón.

"Eu-genio" significa, "bien nacido". Si mis padres me hubieran puesto Eugenio (que era lo suyo, porque yo era el primer varón, para que no se perdiera el nombre y el apellido, yo sería un "bien nacido" elevado al cubo, pues mis padres se llaman Eugenio y Eugenia.

Yo creo que soy un "bien nacido". No recuerdo a mi padre (ayuno de letras pero sobrecargado de sensatez) diciéndome esas cosas.
Me dejaba hacer, pero cuando yo me pegaba el trastazo allí estaba siempre él, no para decirme eso de "¿te lo dije o no te lo dije?", o ¿Por qué no me haces caso?". Mi padre siempre estaba allí, a mi lado, cuando algo me salía mal.

Su ilusión era que yo estudiara para "ser alguien en la vida", pero jamás me dijo "estudia". Se limitaba a saludarme cuando venía y a despedirme cuando me marchaba. Con lo que yo cada vez lo estimaba más, no sólo como padre, sino como persona.

Mi padre nunca ejerció el autoritarismo. Yo lo veía trabajar y yo me arrimaba a ayudarle o adivinaba su intención y lo hacía por mi cuenta, aunque no me saliera bien del todo, pero nunca me lo recriminaba.
Ejercía, pues, sobre mí una "autoridad moral", que nada tiene que ver con esa otra autoridad del que es mayor, del que sabe más, del que puede más, del que ocupa un puesto superior, del político de turno, aunque sea interino, del obispo de la diócesis,...

Cuando una autoridad te obliga a hacer algo ¿lo hace porque es bueno lo que te manda o es bueno porque te lo manda? o ¿te prohibe hacer algo porque es malo o es malo porque te lo prohibe?.
Si una autoridad te obliga a mentir sobre un tema y la desobedeces ¿es pecado?.

La obligatoriedad proviene de la autoridad pero ¿la bondad de lo que manda o la maldad de lo que prohibe también?.

Y si paso de la autoridad humana a la divina, a Dios, ¿es la voluntad de Dios el fundamento de los valores morales absolutos?.

Ya Platón, en el Eutifrón, se planteaba esta cuestión "¿Lo pío es querido por los dioses porque es pío o es pío porque es querido por los dioses?".("pío"=léase bueno o piadoso)

En el siglo XIV, (creo que) Guillermo de Ockhan también se planteaba esta pregunta:"es bueno lo querido por Dios o Dios lo quiere porque es bueno?. Si Dios hubiera ordenada robar, desobedecer a los padres, desear a la vecina del quinto... ¿serían acciones buenas puesto que Dios nos ordenaba hacerlas o son malas en sí, independientemente de Dios, y por eso no las manda?. ¿Qué es primero?.
Dios es la autoridad a la que hay que obedecer. No hacerlo constituye un pecado (desobedecer a la autoridad legal es sólo un delito).

Fue Hume (como he expuesto en otra reflexión) el que nos pondrá en guardia y nos recordará que se comete un error (que luego Moore la denominará "falacia naturalista") al dar un salto ilegítimo del "ser" al "deber ser".

De lo que "hay" no puede deducirse lo que "debe haber".
De cómo "se obra" no se puede concluír cómo "se debe obrar".
Los "deberes" no pueden ser deducidos de los "hechos"

Es el típico argumento sofístico: "como siempre ha sido así"... Pues del "como siempre ha sido así" no puede concluirse que "debe seguir siendo así". Y tenemos millones de ejemplos.
Del "siempre hubo ricos y pobres" (un hecho), ¿puede concluirse que "debe seguir habiendo ricos y pobres" (un deber)?
Del "siempre la mujer ha sido inferior al varón" (un hecho) ¿puede concluirse que "debe seguir siendo inferior" (un deber?)

La ética (derechos y deberes) no puede deducirse de los hechos.

¿Es la Religión (Dios y su revelación) el único fundamento de la Ética?.
En realidad Ockham lo que había era una reducción de la Ética a la Religión, más que una fundamentación.
Para poder hablar de fundamentación habría que hablar de fundamentante (como base) y de fundamentado (como lo basado).
La Ley Moral es la Ley de Dios y viceversa.

La ideología (lo que sea verdadero y falso)y los valores (lo que sea bueno y malo), en esta España nuestra ha venido siempre de la mano amenazante de la religión cristiana.
Crer más que saber, pecado más que delito, Papa más que presidente nacional, cura más que alcalde, como vigías de lo moral en esta vida...

Creer en Dios y en su palabra revelada (la verdad) y obrar según dice y quiere Dios (la moral) tiñeron de negro, de miedo y de remordimientos mi alma de chiquillo. Años 50. ¡Cualquiera le rechistaba a D. Isidro, el cura de mi pueblo, que aseguraba que el niño recién bautizado pesaba menos que antes del bautizo, porque se le había lavado y quitado de encima el pecado original y que, si el niño lloraba al echarle el agua bendita por la cabeza era la venganza del diablo al tener que abandonar el alma del niño¡.

Estas verdades iban a misa.

La autoridad moral era el cura, representante de Dios, o sea, la autoridad moral era Dios. El cura-Dios decía cómo había que obrar y qué era lo prohibido, por ser pecado.

De joven ya me preguntaba (tenía mis dudas)si era Dios o era, más bien, la religión la base de la moral, porque aunque Dios es eterno los curas son temporales y pasajeros y aunque Dios es absoluto, la religión ha ido cambiando a lo largo de los siglos.

De mayor ya me convencí del error de considerar la religión como base de la ética.
Eran los pluralismos sociales, tan variados, las bases de un relativismo ético.
Son los contextos (grupos de individuos que comparten una misma perspectiva y cultura) la base del comportamiento ético, que es lo más útil a esos contextos, pero interiorizado. La moral tiene que venir de la propia conciencia, tiene que ser, además de libre, voluntaria, autónoma.
Si yo hago lo que "otro" me manda, mi obrar como obediencia, no en moral, al ser heterónomo.
Y cuando digo "otro" digo "no yo", y "no yo" es la autoridad civil, la autoridad religiosa, o el mismo Dios.

Mi padre, sin mandarme, con su obrar, ¡ese sí que era una autoridad moral¡

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