sábado, 18 de abril de 2020

MÁS SOBRE MODERNIDAD Y POSTMODERNIDAD ( 2 )



La Edad Moderna estaría situada entre la Edad Media y la Contemporánea.
Pero es desde la segunda mitad del siglo XV cuando se comienza a utilizar el concepto de Edad Media para señalar un segundo período, ya superado, de la historia de la humanidad.

El advenimiento de la Modernidad es, sin embargo, un lento proceso, que dura siglos.
El Renacimiento, como hemos visto, sería ese primer paso, el que marca la separación entre las dos épocas.

Por Modernidad entendemos, por lo tanto, una serie de rasgos, de características, que definen a dicho periodo, y que suponen una cierta ruptura, la aparición de un nuevo clima intelectual.

Hitos históricos como la Conquista de América, la invención de la Imprenta, el fortalecimiento de la Burguesía, la escisión de la Iglesia a partir de la Reforma impulsada por Lutero y el progresivo distanciamiento entre “poder político” y “poder religioso”, entre “razón” y “fe”, y que pueden ayudarnos a comprender el espíritu de la Época Moderna.

ORÍGENES.

La Modernidad, pues, surge en el siglo XV, ya preparado por Ockham y el Ockhamismo, en el XIV, y después de que se provocaran cambios emblemáticos a nivel mundial como el Descubrimiento y Conquista de América por los europeos, el desarrollo de la Imprenta, la Reforma Protestante, el Renacimiento y la Revolución Científica.

En términos sociales e históricos, no se llega a la Modernidad con el final de la Edad Media en el siglo XV, sino tras la transformación de la sociedad preindustrial, rural, tradicional, en la sociedad industrial y urbana moderna que se produce con la Revolución Industrial y el triunfo del Capitalismo.

La superación de la sociedad industrial por la sociedad postindustrial se ha dado en llamar Postmodernidad.

La crisis de la Modernidad comenzó hacia el final de la Primera Guerra Mundial cambiando la mentalidad y las conciencias así como otros profundos cambios sociales que derivaron en cambios políticos.

IMPACTO SOCIAL

La Modernidad mueve transformaciones en la organización de las naciones.
Se secularizaron los estados para dar paso al poder republicano, a la racionalidad administrativa y a la industrialización.

Además, con la aparición de los Estados Nación se deben reorganizar los territorios y se procede a la creación de la Urbe, para conseguir un desarrollo industrial capitalista y un progreso económico y tecnológico.

Debido a la creación de la Urbe el poder republicano debe establecer una Constitución que encierra el conjunto de leyes que controlan la sociedad.

Para que se facilite este control se crean tres poderes estatales que ejerzan las leyes en la ciudadanía: el  “Poder Legislativo”, el  “Poder Ejecutivo”, y el “Poder Judicial”.

Cada uno de éstos posee una función específica: el primero se encarga de “legislar”, el segundo de “gobernar” y el tercero de “juzgar”, de administrar la justicia en la sociedad, mediante la aplicación de la constitución.

La racionalidad administrativa permite que nazca una nueva clase social: la Burguesía, la que trabaja en las diferentes entidades públicas y colabora con el Estado para ejercer y hacer cumplir la Constitución, es decir, las leyes que demuestran el poder del Estado mediante el orden y el control.

La Industrialización es el proceso que busca expandir la economía de un lugar específico mediante el desarrollo industrial.
Comenzó con el modelo T, de Henry Ford, el cual lleva a cabo la producción de bienes comerciales (transformar la materia prima en productos terminados), permitiendo un ahorro de tiempo y un incremento en las ganancias.

La industrialización, representó un cambio tecnológico y económico significativo para el Estado; en cambio, para la población una oportunidad utópica de bienestar y prosperidad, puesto que su remuneración económica y sus condiciones laborales no eran ecuánimes.

Este sector de la población conformó el Proletariado: clase social encargada de la producción masiva de bienes comerciales en las fábricas.

IMPACTO EDUCATIVO.

La Modernidad, en el plano educativo viene a ser el fenómeno típico de una época de transición: una época de disolución y nueva formación",en la que las exigencias de la industrialización y las ideas renacentistas convierten a la educación en una oportunidad para acceder a una mejor calidad de vida.
Esta visión trae consigo la ruptura de esquemas tradicionales de transmisión del conocimiento dando lugar a lo que posteriormente llamarían "sociedad de la información".

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