miércoles, 25 de septiembre de 2019

EL HOMBRE: NATURALEZA Y CULTURA ( 3 )



B.- NATURALEZA

        
Naturaleza” – “natura” – “nasci” – “nacer”. Es aquello con lo que se nace, lo congénito, aunque no se haya desarrollado, todavía, en el momento de nacer.
“Naturalmente” si el hombre “ha nacido” es un “ser natural”, posee una “naturaleza”, puesto que ha nacido.

A partir de los años 50, influenciado por la teoría de la información y de la cibernética, comenzó a considerarse al ser vivo como “un sistema organizado y muy complejo, de materia físico-química, capaz de autoorganizarse, reproducirse y actuar (vivir) gracias a la información que lleva escrita en sus genes”.

“Programación genética” – “programación de una computadora”, no son iguales, pero parecidos, porque entre otras cosas la programación genética no puede modificarse a voluntad, mientras que sí pueden meterse o sacarse datos de la programación de este ordenador con el que estoy, ahora mismo, escribiendo.

Igualmente ¿qué decir de la reproducción?

En ese programa genético están contenidas todas las operaciones que recorren cada vez el ciclo entero, que conducen a cada individuo desde su nacimiento hasta su muerte.
Está todo fijado, pero no con rigidez, hay siempre margen de maniobra (puedo ponerme en huelga de hambre).

En el día de hoy, la naturaleza humana se entiende como “pre-programación”, como “información genética”.
El soporte físico-químico (es decir, el cuerpo) no forma parte de la naturaleza misma.
Ésta es sólo “forma” (“in-forma-ción”), no materia, por eso puede transmitirse.
(Esto ¿no es volver al hilemorfismo aristotélico?).

NO.
Porque para Aristóteles la forma o naturaleza  es eterna e inmutable, mientras que la información genética es un producto de la evolución y puede transformarse (las mutaciones).

Lo desarrollado a partir, exclusivamente, de dicha información genética, debería ser llamado “natural”, pero no “naturaleza” (como el pelo, su color, la memoria,…).

El ser humano posee una “naturaleza” y ésta no es nada misterioso, es “información genética”, que no es eterna, que es un producto evolutivo y que sigue evolucionando.

Pero…. esto crea dos objeciones:

1.- ¿BIOLOGISMO?

La Sociobiología (estudio biológico de las sociedades animales y humanas) y sus máximos representantes E.O. Wilson y R.Dawkins han sido acusados de pretender explicar toda la conducta humana  exclusivamente en términos de biología (“reduccionismo biológico”).
La consecuencia de esto es que si los seres humanos actúan siempre y necesariamente  con arreglo a las instrucciones inscritas en sus genes, habrá que decir “adiós” a la libertad, porque en el reino de la necesidad….

¡Claro que si las instrucciones genéticas no fueran específicas sino en términos de estrategias sólo generales…….¡

Es decir, que aunque el ser humano no viene al mundo como una “hoja en blanco” (un disquete vacío) sino pre-programado, ello no implica que no pueda ejercer un control sobre sus programaciones.

         2.- ¿CONSERVADURISMO?

Si todo estuviera pre-programado –y lo estuviera rígidamente- el ser humano sería un autómata.
Pero no es así.

La gran paradoja es que el ser humano también está programado para aprender nuevas conductas.

Lo que en otros tiempos pudo servir hoy puede ya no hacerlo.
Puede que arrastremos con nosotros cargas históricas que ya han dejado de ser adaptativas.
¿Para qué sirve el apéndice?
Y todos lo tenemos.

¿Es la “agresividad” una conducta aprendida o es reactiva (reacción ante una frustración)?

Es probable que como en el resto de los animales estemos programados para determinados comportamientos agresivos (defensa del territorio, de la propiedad, de los hijos, conquista del alimento…)

¿No surgirá la “agresividad” en unos niños viviendo y educándose en un ambiente pacífico?
La agresividad puede surgir en cualquier momento.
El recelo o temor o miedo ante lo extraño es algo innato, pero la xenofobia se aprende.

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