domingo, 8 de julio de 2018

A PROPÓSITO DE NIETZSCHE: LA FILOSOFÍA DEL MARTILLO (2)



Pronunciar “Seminario de Tubinga” es comprender qué es, en el fondo, la filosofía alemana, “una teología artera”…los suabos son los mejores mentirosos en Alemania, mienten inocentemente.

¿A qué se debió el júbilo que, al aparecer Kant, recorrió el mundo de los doctos alemanes, compuesto en sus tres cuartas partes por hijos de párrocos y de maestros, a qué el convencimiento alemán que, aún hoy, sigue encontrando un éxito de teólogos?.

Kant fue, lo mismo que Lutero, lo mismo que Leibniz, una rémora más en la honestidad alemana, nada firme de suyo…

“Lo que no es condición de nuestra vida la daña: una virtud practicada meramente por un sentimiento de respeto al concepto “virtud”, tal como Kant lo quería, es dañosa.

La “Virtud”, el “Deber”, el “bien en sí”, el bien entendido con una carácter de impersonalidad y de validez universal, ficciones cerebrales en que se expresan la decadencia, el agotamiento último de las fuerzas de la vida, la chinería königsberguense…

Crítica a “todas” las morales: a la moral kantiana, a la moral judeo-cristiana, a la moral europea,… a todas, porque todas ellas pretenden ser “únicas” y poseedoras de la verdad, exclusivistas, imperativas.

El budismo es cien veces más frío, más veraz, más objetivo, que el cristianismo.

“Todos los medios con que se ha pretendido, hasta ahora, hacer moral a la humanidad han sido radicalmente inmorales”

Habrá, pues, que derruir la piedra angular, para que todo el edificio se venga abajo.

De la “destrucción” a la “construcción” a través del “análisis genealógico”.

El “martillo”, para destruir, es sólo el primer instrumento de su filosofía, luego serán necesarios otros instrumentos para la construcción del nuevo edificio.
Pero siempre será un error quedarse en ese primer paso, necesario, sí, pero intermedio y no final.

Su “nihilismo” es referente al mundo actual: “nada de él vale”, pero no es su filosofía definitiva.

¿Quién no ha oído y/o leído que Nietzsche es el verdadero teórico del nazismo y de la violencia racial?

En los años siguientes a la Segunda Guerra Mundial la preocupación principal fue liberar el pensamiento de Nietzsche de las responsabilidades que los nazis le habían atribuido cuando se sirvieron de él para dar un fundamento “espiritual” y “alemán” a sus crímenes.

También se ha considerado a Nietzsche, en clave existencialista, como teórico de la crisis de la conciencia europea.

En Francia, Bataille,  Gide, Camus,…siempre estuvieron interesados en Nietzsche, aunque haya sido Deleuze el que haya iniciado una nueva lectura del mismo.

¿Por qué tanto interés en Nietzsche? ¿Qué les ha seducido de él?

Tristemente, pero fundamentalmente, su aspecto destructivo, iconoclasta, su “filosofía del martillo”, su lenguaje duro crítico, a veces incluso vulgar contra todo lo “creído y santificado” hasta ahora por accidente.

Su odio contra lo cristiano, lo teológico, lo que tenga sangre de teólogo.
Su destrucción de la moral y de todo lo que tenga que ver con la moral.
Su odio a la metafísica y su crítica descarnada a los filósofos metafísicos, a partir de Platón, incluso antes de Platón.
Su odio al espíritu del mundo en que le tocó vivir, un “matadero del espíritu”
Su desprecio a las ideas democráticas y a la democracia como sistema político de la plebe, del poder de la plebe.
Su desprecio del socialismo como la irrupción de lo colectivo y la proletarización del mundo.
Su odio a los anarquistas y a todo movimiento que considere derivado del cristianismo.
Su odio al sistema y a todos los sistemáticos, a todos aquellos que quieren cerrar el mundo en un cubículo de ideas, asfixiando la creatividad y el avance dialéctico.

En síntesis, su odio a la tradición, el desprecio a todo aquello que ha significado el atraso del mundo y una interpretación moral acorde con  unos valores que, en su lenguaje, son “valores de decadencia” que, en vez de afirmar la vida, la niegan y la degeneran hasta hacer de ella una sombra enfermiza de “otro mundo”

¡Han sido tantas y tan distintas, tan oscilantes, las interpretaciones de Nietzsche¡

¿Qué de extraño puede tener que sea considerado, junto a Marx y Freud, como un “filósofo de la sospecha”?

Con el “martillo” como instrumento filosófico, ha destrozado, ha derrumbado la “vieja fe” y a todos los considerados “grandes hombres” en la tradición de Occidente.

A todos esos “ídolos” que terminan derribados les dedica su “El crepúsculo de los ídolos (o de los dioses)” escrito en sus últimos años de su vida lúcida, verificando lo que yo ya le atribuí a San Agustín, “escribir con sangre” y cuyo subtítulo es “Cómo se filosofa con el martillo” y lo cerró con un apartado de “Así habló Zaratustra”, el apartado 29 de “De las tablas viejas y nuevas”, Tercera parte, hermosa metáfora del diamante y el carbón, al que antepuso por título: “Habla el martillo”

“Si alguien quiere formarse brevemente una idea de cómo, antes de mí, todo se hallaba cabeza abajo, empiece por este escrito. Lo que en el título se denomina “ídolo” es, sencillamente, lo que hasta ahora fue llamado “verdad”.

Crepúsculo de los ídolos, dicho claramente: la vieja verdad se acerca a su final.
Y no sólo los ídolos eternos, también los más recientes, en consecuencia, los más seniles. “Las ideas modernas”, por ejemplo”

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