3.- LA MORAL
¿Qué ha sido, como ha sido,
la moral, hasta el día de hoy? –se preguntaba Nietzsche.
El efecto de la Razón y de la Religión , cuando la Moral debe estar
unida-pegada a la Vida.
Ni la vida sometida a la Razón (la vida racional) y
menos sometida a la Religión
(la vida religiosa) son auténticas VIDAS, sino cadenas que la dirigen y la aprisionan.
El “maldito Sócrates” y,
posteriormente, “el maldito cristianismo”, han malinterpretado,
desnaturalizado, disminuido y malgastado las vidas de los hombres.
De todos es conocido el
ataque brutal y de frente a la “moral judeo-cristiana” y su tabla de valores
(las “bienaventuranzas y las virtudes cristianas)
Su instinto defensor de la
vida hará que toda su fuerza la dedique a luchar contra la moral
judeo-cristiana, durante tantos siglos vigente.
ENFRENTAMIENTO CON LA TRADICIÓN FILOSÓFICA
Ningún filósofo antes de
Nietzsche había logrado tal nivel de enfrentamiento con la tradición filosófica
occidental porque nunca, nadie, había querido plantear, o podido plantear, o
poner en entredicho la vinculación entre
Filosofía y Moral.
Todos la habían dado por
supuesto.
Ningún filósofo había visto
el problema del conocimiento de tal manera, denunciándolo como una mentira
puesta al servicio de la negación de la vida.
“En algún apartado rincón del
universo, desperdigado en innumerables sistemas solares centelleantes, hubo una
vez un astro en el que animales astutos inventaron el conocimiento. Fue el
minuto más soberbio y más mentiroso de la “historia universal”, pero, a fin de
cuentas, sólo un minuto…Hubo eternidades en las que no existió y, cuando de
nuevo se haya acabado, no habrá sucedido nada, pues no hay para ese intelecto
ninguna misión ulterior más allá de la vida humana”
¡La filosofía como asunto
moral y la visión del filósofo como sacerdote obedece a la convicción profunda
de que es necesario hacer un cambio de marcha en Filosofía, que apunte a la
subversión del orden lógico y moral del mundo.
La filosofía, hasta ahora
–piensa Nietzsche – ha estado vinculada a la Moral y, detrás de la doctrina del Ser y del
Pensar ha actuado, siempre, la mentira del ideal, mentira que se remonta a los
eléatas y culmina en Platón, el santón de la Filosofía y de la Cultura occidental.
Todavía recuerdo aquel curso
de doctorado sobre la obra “Verdad y mentira en sentido extramoral”
“Malvadas llamo, y enemigas
del hombre, a todas esa doctrinas de lo Uno y lo Lleno, de lo Inmóvil y de lo
Saciado, de lo Imperecedero”
Es la historia de un error,
es la historia de la metafísica occidental, resumida o condensada en 4 tesis:
PRIMERFA TESIS: “Las razones
por las que “este” mundo ha sido calificado de “aparente” fundamentan, antes
bien, su realidad, otra especie distinta de realidad es absolutamente
indemostrable”
Recordemos la Caverna de Platón. Si
aceptamos que son sombras (realidad aparente), tiene que haber algo distinto y
superior de lo que ser sombra (una realidad verdadera).
“La Historia de la Filosofía , hasta ahora
–piensa Nietzsche –es la historia del platonismo, historia que debe ser
destruida (no superada, como hizo el Cristianismo) para dar paso a otra
interpretación del mundo”
Lo que ha querido la “interpretación
racional” es la desvalorización de este mundo (porque si es aparente, sólo
sombras…) dando razones que apuntan al “engaño de los sentidos”, a los
sentidos, al cuerpo, fundamentos de “su” visión de la realidad.
Sólo se salva Heráclito,
aunque también le recuerda que, aunque es verdad lo de los sentidos, no es
verdad que los sentidos mientan, de ninguna de las maneras.
“Pongo a un lado, con gran
reverencia, el nombre de Heráclito. Mientras que el resto del pueblo de los
filósofos rechazaba el testimonio de los sentidos porque éstos mostraban
pluralidad y modificación, él rechazó su testimonio porque mostraba las cosas
como si tuviesen duración y unidad. También Heráclito fue injusto con los
sentidos, éstos no mienten, ni como creen los eléatas, ni como creía él, no
mientes de ninguna manera”
Otra cosa es la
interpretación que nosotros le damos a la información que ellos nos
proporcionan pero ellos, mostrando el devenir, el perecer, el cambio,…no
mienten.
Pero Heráclito tendrá
eternamente razón al decir que “el ser” es una ficción vacía.
“El mundo “aparente” es el
único: el mundo “verdadero” no es más que un añadido mentiroso…”
Heráclito es salvado del
naufragio filosófico porque ha sido el único que ha permanecido al margen de
las doctrinas “moralizantes” y “racionalistas” que él tanto odia y que lo
distancia, cada vez más de la metafísica.
SEGUNDA TESIS: “Los signos
distintivos que han sido asignados al “ser verdadero” de las cosas son los
signos distintivos del no-ser, de la nada; a base de ponerlo en contradicción
con el mundo real es como se ha construido el “mundo verdadero”: un mundo
aparente, de hecho, en cuanto es meramente una ilusión óptico-moral”
El ser y el Pensar, el
Lenguaje y la Gramática ,
el Yo y la Voluntad
son los conceptos clásicos criticados y refutados en su análisis, porque en
ellos y por ellos hemos terminado prisioneros en una red de
“conceptualizaciones” del mundo que nos impide escapar de la Razón Suprema , que pretende
controlarlo todo, razón presente hasta en los actos más elementales de nuestra
vida y única posibilidad de expresar incluso nuestras vivencias más profundas.
Pesimismo lógico y
lingüístico que hace exclamar a Nietzsche: “LA
RAZÓN EN EL LENGUAJE. ¡OH QUÉ VIEJA HEMBRA
ENGAÑADORA!, ¡TEMO QUE NO VAMOS A DESEMBARAZARNOS DE DIOS PORQUE CONTINUAMOS
CREYENDO EN LA GRAMÁTICA ¡
TERCERA TESIS: “Inventar
fábulas acerca de otro mundo distinto a éste no tiene sentido, presuponiendo
que no domine en nosotros un instinto de calumnia, de empequeñecimiento, de
recelo frente a la vida: en este último caso tomamos venganza de la vida con la
“fantasmagoría” de otra vida distinta a ésta, mejor que ésta”
Estas afirmaciones son la
piedra angular de su filosofía.
Inventarse otra, ideal y
mejor, para renunciar a ésta, real y que será peor.
¿Cómo es posible que la Filosofía y los
Filósofos se hayan puesto al servicio de ese “otro mundo”, inventado pero
considerado verdadero, bello, bueno, perfecto,… pero siempre más allá de éste,
negándole a éste sentido, realidad, existencia y, desde luego, vengándonos de
la vida al estilo de la moral judeo-cristiana o convirtiéndola en algo
pecaminoso, vergonzoso, de lo cual sentimos asco y fastidio, aspirando siempre
a marcharnos de este mundo, purificados, para acceder al otro bueno y perfecto.
Engrandecer esa otra vida,
inventada, es empequeñecer esta vida, es una calumnia a esta vida, la única
real.
CUARTA TESIS: “Dividir el
mundo en un mundo “verdadero” y un mundo “aparente”, ya sea al modo del
Cristianismo, ya sea al modo de Kant (en última instancia un “cristiano
alevoso”) es únicamente una sugestión de la “decadent”, un síntoma de vida
descendente…”
La vida puede ser “ascendente”
o “descendente”, lo ha dicho y repetido Nietzsche.
¿Cuál es la concepción que
Nietzsche tiene de la historia?
“Queremos servir a la
historia sólo en la medida en que ella sirve a la vida”
“Vida ascendente”, “ataque a
la tradición”, “ataque a los signos de su tiempo”
¿Cómo alguien puede apostar
por una “vida descendente”?
“Cómo el mundo verdadero
acabó convirtiéndose en una fábula” –se pregunta Nietzsche y responde a la
pregunta.
El traductor al español de la
obra de Nietzsche y que yo utilicé, siempre, fue Sánchez Pascual que, en una
nota al Crepúsculo de los Ídolos afirma que probablemente la distinción entre
“mundo verdadero” y “mundo aparente” lo tomara del filósofo G. TeichmÚler de su
obra “El mundo real y el mundo aparente”, de 1.882 y que aparece en una tarjeta
postal enviada a su amigo Overbeck, en Octubre de 1.883.
Y la interpretación de la Metafísica de Nietzsche
tiene presente esta división.
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