martes, 3 de julio de 2018

A PROPÓSITO DE NIETZSCHE: CONTRA LA TRADICIÓN FILOSÓFICA (1)



3.- LA MORAL

¿Qué ha sido, como ha sido, la moral, hasta el día de hoy? –se preguntaba Nietzsche.
El efecto de la Razón y de la Religión, cuando la Moral debe estar unida-pegada a la Vida.
Ni la vida sometida a la Razón (la vida racional) y menos sometida a la Religión (la vida religiosa) son auténticas VIDAS, sino cadenas que la dirigen y la aprisionan.

El “maldito Sócrates” y, posteriormente, “el maldito cristianismo”, han malinterpretado, desnaturalizado, disminuido y malgastado las vidas de los hombres.

De todos es conocido el ataque brutal y de frente a la “moral judeo-cristiana” y su tabla de valores (las “bienaventuranzas y las virtudes cristianas)

Su instinto defensor de la vida hará que toda su fuerza la dedique a luchar contra la moral judeo-cristiana, durante tantos siglos vigente.


ENFRENTAMIENTO CON LA TRADICIÓN FILOSÓFICA


Ningún filósofo antes de Nietzsche había logrado tal nivel de enfrentamiento con la tradición filosófica occidental porque nunca, nadie, había querido plantear, o podido plantear, o poner en entredicho  la vinculación entre Filosofía y Moral.
Todos la habían dado por supuesto.

Ningún filósofo había visto el problema del conocimiento de tal manera, denunciándolo como una mentira puesta al servicio de la negación de la vida.

“En algún apartado rincón del universo, desperdigado en innumerables sistemas solares centelleantes, hubo una vez un astro en el que animales astutos inventaron el conocimiento. Fue el minuto más soberbio y más mentiroso de la “historia universal”, pero, a fin de cuentas, sólo un minuto…Hubo eternidades en las que no existió y, cuando de nuevo se haya acabado, no habrá sucedido nada, pues no hay para ese intelecto ninguna misión ulterior más allá de la vida humana”

¡La filosofía como asunto moral y la visión del filósofo como sacerdote obedece a la convicción profunda de que es necesario hacer un cambio de marcha en Filosofía, que apunte a la subversión del orden lógico y moral del mundo.

La filosofía, hasta ahora –piensa Nietzsche – ha estado vinculada a la Moral y, detrás de la doctrina del Ser y del Pensar ha actuado, siempre, la mentira del ideal, mentira que se remonta a los eléatas y culmina en Platón, el santón de la Filosofía y de la Cultura occidental.

Todavía recuerdo aquel curso de doctorado sobre la obra “Verdad y mentira en sentido extramoral”

“Malvadas llamo, y enemigas del hombre, a todas esa doctrinas de lo Uno y lo Lleno, de lo Inmóvil y de lo Saciado, de lo Imperecedero”

Es la historia de un error, es la historia de la metafísica occidental, resumida o condensada en 4 tesis:

PRIMERFA TESIS: “Las razones por las que “este” mundo ha sido calificado de “aparente” fundamentan, antes bien, su realidad, otra especie distinta de realidad es absolutamente indemostrable”

Recordemos la Caverna de Platón. Si aceptamos que son sombras (realidad aparente), tiene que haber algo distinto y superior de lo que ser sombra (una realidad verdadera).

La Historia de la Filosofía, hasta ahora –piensa Nietzsche –es la historia del platonismo, historia que debe ser destruida (no superada, como hizo el Cristianismo) para dar paso a otra interpretación del mundo”

Lo que ha querido la “interpretación racional” es la desvalorización de este mundo (porque si es aparente, sólo sombras…) dando razones que apuntan al “engaño de los sentidos”, a los sentidos, al cuerpo, fundamentos de “su” visión de la realidad.
Sólo se salva Heráclito, aunque también le recuerda que, aunque es verdad lo de los sentidos, no es verdad que los sentidos mientan, de ninguna de las maneras.

“Pongo a un lado, con gran reverencia, el nombre de Heráclito. Mientras que el resto del pueblo de los filósofos rechazaba el testimonio de los sentidos porque éstos mostraban pluralidad y modificación, él rechazó su testimonio porque mostraba las cosas como si tuviesen duración y unidad. También Heráclito fue injusto con los sentidos, éstos no mienten, ni como creen los eléatas, ni como creía él, no mientes de ninguna manera”

Otra cosa es la interpretación que nosotros le damos a la información que ellos nos proporcionan pero ellos, mostrando el devenir, el perecer, el cambio,…no mienten.
Pero Heráclito tendrá eternamente razón al decir que “el ser” es una ficción vacía.

“El mundo “aparente” es el único: el mundo “verdadero” no es más que un añadido mentiroso…”

Heráclito es salvado del naufragio filosófico porque ha sido el único que ha permanecido al margen de las doctrinas “moralizantes” y “racionalistas” que él tanto odia y que lo distancia, cada vez más de la metafísica.

SEGUNDA TESIS: “Los signos distintivos que han sido asignados al “ser verdadero” de las cosas son los signos distintivos del no-ser, de la nada; a base de ponerlo en contradicción con el mundo real es como se ha construido el “mundo verdadero”: un mundo aparente, de hecho, en cuanto es meramente una ilusión óptico-moral”

El ser y el Pensar, el Lenguaje y la Gramática, el Yo y la Voluntad son los conceptos clásicos criticados y refutados en su análisis, porque en ellos y por ellos hemos terminado prisioneros en una red de “conceptualizaciones” del mundo que nos impide escapar de la Razón Suprema, que pretende controlarlo todo, razón presente hasta en los actos más elementales de nuestra vida y única posibilidad de expresar incluso nuestras vivencias más profundas.
Pesimismo lógico y lingüístico que hace exclamar a Nietzsche: “LA RAZÓN EN EL LENGUAJE. ¡OH QUÉ VIEJA HEMBRA ENGAÑADORA!, ¡TEMO QUE NO VAMOS A DESEMBARAZARNOS DE DIOS PORQUE CONTINUAMOS CREYENDO EN LA GRAMÁTICA¡

TERCERA TESIS: “Inventar fábulas acerca de otro mundo distinto a éste no tiene sentido, presuponiendo que no domine en nosotros un instinto de calumnia, de empequeñecimiento, de recelo frente a la vida: en este último caso tomamos venganza de la vida con la “fantasmagoría” de otra vida distinta a ésta, mejor que ésta”

Estas afirmaciones son la piedra angular de su filosofía.

Inventarse otra, ideal y mejor, para renunciar a ésta, real y que será peor.

¿Cómo es posible que la Filosofía y los Filósofos se hayan puesto al servicio de ese “otro mundo”, inventado pero considerado verdadero, bello, bueno, perfecto,… pero siempre más allá de éste, negándole a éste sentido, realidad, existencia y, desde luego, vengándonos de la vida al estilo de la moral judeo-cristiana o convirtiéndola en algo pecaminoso, vergonzoso, de lo cual sentimos asco y fastidio, aspirando siempre a marcharnos de este mundo, purificados, para acceder al otro bueno y perfecto.

Engrandecer esa otra vida, inventada, es empequeñecer esta vida, es una calumnia a esta vida, la única real.

CUARTA TESIS: “Dividir el mundo en un mundo “verdadero” y un mundo “aparente”, ya sea al modo del Cristianismo, ya sea al modo de Kant (en última instancia un “cristiano alevoso”) es únicamente una sugestión de la “decadent”, un síntoma de vida descendente…”

La vida puede ser “ascendente” o “descendente”, lo ha dicho y repetido Nietzsche.

¿Cuál es la concepción que Nietzsche tiene de la historia?
“Queremos servir a la historia sólo en la medida en que ella sirve a la vida”

“Vida ascendente”, “ataque a la tradición”, “ataque a los signos de su tiempo”
¿Cómo alguien puede apostar por una “vida descendente”?

“Cómo el mundo verdadero acabó convirtiéndose en una fábula” –se pregunta Nietzsche y responde a la pregunta.

El traductor al español de la obra de Nietzsche y que yo utilicé, siempre, fue Sánchez Pascual que, en una nota al Crepúsculo de los Ídolos afirma que probablemente la distinción entre “mundo verdadero” y “mundo aparente” lo tomara del filósofo G. TeichmÚler de su obra “El mundo real y el mundo aparente”, de 1.882 y que aparece en una tarjeta postal enviada a su amigo Overbeck, en Octubre de 1.883.
Y la interpretación de la Metafísica de Nietzsche tiene presente esta división.


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