sábado, 23 de marzo de 2019

PALABRAS DE UN AGNÓSTICO (40)



El prestigio de lo “genético” ha ensombrecido cualquier otro factor evolutivo cuando hoy sabemos que no todo está en los genes, ni siquiera “casi” todo, porque lo “epigenético”…

Pongámonos frente a Las Meninas y oigamos a un admirador que afirme que tanta perfección, ese reflejar casi el aire que hay en el cuadro, no es propio de un hombre sino de un dios, que se ha valido de un hombre para manifestar tanta belleza, es un “auténtico milagro” que nos reclama afirmar la existencia de un dios…
Pero, al acabar de hablar el admirador número uno, el visitante espectador número dos dice que, a fin de cuentas, qué es ese cuadro sino una superposición de diversos pigmentos de origen vegetal o mineral, distribuidos con pericia sobre la superficie textil de manera que, a cierta distancia, aparecen formas de objetos y personas que…pero que en resumidas cuentas,….

El primer admirador afirma que “es nada menos” que un milagro que…mientras el segundo espectador afirma que “no es más que”…

Un admirador no fanático dirá que “uno se pasa” y el “otro no llega”, que el cuadro está “más acá” de los dioses pero “más allá” de lo meramente físico y químico.

Nadie discute que si no hubiera materia orgánica neuronal en el cerebro no habría pensamiento, que las operaciones del espíritu dependan de sustratos orgánicos.
Esto cualquier ser pensante lo afirmará, que sin esa materia no existiría el espíritu, pero otra cosa es afirmar que ese espíritu, cuando ya no exista esa materia sustentadora, siga existiendo separado de ella.

Uno dirá que “nada menos que” tras la muerte de la materia….mientras el otro afirmará que “no es más que” producto evolucionado de la materia y que cuando….

Ni refugiarse en las alturas de los cielos, ni enterrarse en las profundidades del suelo.

Los abogados divinos afirman que el hombre se rebaja cuando se suelta de los cielos mientras los abogados terrestres afirman que el hombre se empina demasiado sacando pecho y asomando la cabeza por encima de la materia.

Ni nos humilla la pérdida de parentesco celestial ni nos encumbra provenir de una combinación de aminoácidos.
¿Dejaría, por ello, lo espiritual de ser espiritual?

La fe no es algo transitorio que aparece en el niño, como los dientes de leche, que se le caerán sustituidos por otros, ni como el acné del adolescente que, con el tiempo desaparecerá, eso no puede afirmarlo un ateo consecuente.

Quienes están faltos de fe religiosa ¿se lamentan de carecer de ella como algo valioso?.
¿Es la fe sólo la respuesta a nuestros más íntimos deseos?

La presencia del deseo de que Dios exista ¿puede conducir a la verdad de su existencia?

Somos mortales, sabemos que somos mortales, eso nos hace más hombres y negarlo y ver que todos se mueren con forma de mortales…

Desear que Dios exista, del creyente; desear que Dios no exista del ateo.
¿Existe/existirá Dios?

Nadie quiere morir y si le sirve de consuelo la creencia de que hay otra vida, eterna además, y que puede conseguirse con practicar los preceptos obligatorios y no practicar los prohibidos…y no les es suficiente la formación ética y las conductas sociales…

B. Russell decía algo así cómo: ¿Cómo es posible que Dios, Omnipotente, Omnisciente, Infinitamente Bueno, y …(todo lo demás), tras millones de años dirigiendo el universo y haciendo que apareciera el hombre, al final consiente que aparezca un Hitler, un Stalin, la bomba atómica,…?

En todos los textos sagrados, revelados, hay de todo, como en botica, desde consejos humanitarios hasta mandamientos asesinos, y uno puede acogerse a un tipo de textos y ensalzarlos mientras otro hacer hincapié en los otros para denigrarlos.

Todos sabemos que las religiones proponen, sobre todo, la “obediencia” y nada tiene que ver con una moral autónoma basada en razones.
Y si la “obediencia” lleva aparejadas penas eternas que sufrir o recompensas eternas celestiales…habrá que decir adiós a lo que la razón diga, o proponga.

Sumisión, intimidación, soborno,…¿qué podemos decir?
Cualquier cosa menos hacer a la gente mejor por cumplir las órdenes, nada más lejos de la madurez personal.

La sede de la autonomía y de la madurez moral, en la persona, es la “libertad de conciencia” y ésta ha sido condenada por la Iglesia Católica durante toda la historia, hasta la celebración del Concilio Vaticano Segundo.
Como por ejemplo: “Máxima falsa y absurda o, más bien, delirio el que se deba procurar y garantizar a cada uno la libertad de conciencia” (1.832, Papa Gregorio XVI)

Sin libertad de conciencia sólo hay inquisición totalitaria pero no ética y lo chocante es que esa misma Iglesia pretenda, hoy, tener derecho preferente a educar a los niños, cuando todos sabemos que…

No es cierto que la Religión sea un buen refuerzo para la Ética, sino al contrario.

Es la Ética humanista y laica, la vigente (o la que debería estar vigente) en nuestras sociedades democráticas, la que hacen más o menos compatibles las doctrinas religiosas con la sociedad en que vivimos.
Porque, hasta ahora, y por lo general, la doctrina religiosa ha sido misógina, antihedonista, jerárquicas, enemiga de la libertad de pensamiento y de investigación.
Sus mensajes, a través de toda la historia, no han sido, precisamente, edificantes, ni humanos tan siquiera, más bien, y en cuanto podían, han sido intransigentes, perseguidoras del diferente, misóginos, integristas, fanáticos, represores,…en una palabra, “inmorales”.

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