lunes, 2 de abril de 2018

HISTORIA SAGRADA (16)




LIBROS POÉTICOS Y SAPIENCIALES.

Ya, desde el Génesis y la aparición del mal como el efecto inmediato de una desobediencia, una de las armas más efectivas del Mal era la seducción sexual, pues la sexualidad humana se había convertido, desde muy pronto, en uno de los lugares más débiles de la armadura humana.

Pero si había de cumplirse la orden del “creced y multiplicaos” y esto no podía llevarse a término, como fin, si no es utilizando el medio de la sexualidad, ¿por qué se convierte ésta en el pecado principal?.
Si no la usas, mal, porque no cumples el mandato, y si la cumples, casi peor, porque para cumplirlo, tienes que usar la sexualidad y esto es pecado.

El Libro de Job.

Probablemente escrito en el siglo V a.C. (cuando ya en Atenas se respiraba Ilustración con Pericles) y de autor desconocido y cuyo problema central es el contacto directo con Satán como el desquite divino con respecto al mal.

Es, también, en este libro (18, 15) en el que aparece LILIT (que, por segunda vez aparecerá en Isaías (34. 14) como parte de un capítulo en el que el profeta predice la destrucción por Yahvé del país de Edom, al sur de Judá: “los sátiros morarán en ella y no habrá aquí nombres que proclamen la realeza, todos sus príncipes dejarán de existir. En sus palacios crecerán las espinas, en sus fortalezas las ortigas y los cardos, serán la guarida de los chacales que pululan, y morada de los avestruces. Los chacales se encontrarán con las hienas, y los sátiros se llamarán. LILIT morará allí con tranquilidad y encontrará su lugar de reposo”

Esta LILIT de Job y de Isaías es la misma que la LILITU de los acadios, un demonio hembra, el arquetipo del súcubo, que visitaba a los varones durante el sueño y les hacía sugestiones lascivas con el objetivo de copular con ellos.
Pero estas escrituras babilónicas aparecen en el segundo milenio a. C., muy anteriores a los escritos de Job y de Isaías, lo que viene a mostrar una antiquísima superstición que aún seguía viva en el siglo V a. C.

Los Salmos.

Expresan la glorificación de Dios y el odio a la impiedad.

Los Proverbios.

Algunos de los cuales son atribuidos a Salomón (o, al menos, son de su tiempo) y cuyo formato es el de los epigramas (decir lo máximo con el mínimo de palabras)

A veces manifiestan las recomendaciones de un padre a su hijo: “Cuando la sabiduría entre en tu corazón // y las ciencias hagan las delicias de tu alma // la reflexión vele sobre ti // y te proteja la inteligencia // para librarte del camino del mal //…de los hombres que han abandonado el recto camino // para ir por caminos tenebrosos // de quienes se alegran de hacer el mal // y se complacen en las perversidades del vicio // ….para librarte de la mujer ajena // de la (mujer) extraña de palabras zalameras // que abandonan al compañero de su mocedad // y olvida la alianza de su Dios // … quien va a ella, no vuelve más  // ni vuelve a encontrar el sendero de la vida”

En el antiguo Israel se hacía una distinción entre una “Zarah” (aventurera, de costumbres ligeras, hoy la llamaríamos una “ligona” (por no usar una palabra malsonante “calienta----) y una “Zonah” (una puta, una profesional).

“Zarah” proviene de “zur” = estrechar, chupar, tomar en la mano, tener en la mano. Era una mujer casada que, por sus propios placeres ilícitos, buscaba contactos con otros hombres y estaba dispuesta a todo, excepto al coito.

“No prestes ninguna atención a la mujer perversa // pues los labios de la extranjera destilan miel // y más suave que el aceite es su boca // pero, al fin, es amarga como el ajenjo // punzante como una espada de dos filos. // Sus pies descienden hacia la muerte…..aleja de ella tu camino // y no te acerques a la puerta de su casa // no sea que entregues a otro tu honor…bebe el agua de tu cisterna // los raudales de tus pozos. //¿quieres derramar fuera tus manantiales, // por las plazas públicas tus arroyos?....Bendita sea tu fuente // y goza de la mujer de tu juventud // cierva carísima, gacela graciosa // que sus senos te embriaguen en todo tiempo // y estés siempre prensado de su amor. // ¿Por qué enamorarte, hijo mío, de una extraña // y abrazar el seno de una extranjera?.

“Más suave que el aceite es su boca” es la metáfora de una “felación”

“Fosa profunda la boca de las extrañas”, que quiere decir que es capaz de engullir el miembro más largo (“perdón”: una mamada perfecta).

“Fosa profunda es la prostituta y pozo estrecha es la extraña” (La prostituta ofrece su vulva, mientras que la “zarah” se ofrece para el comercio anal).

“Bebe el agua de tu cisterna” (se refiere a la mujer legítima y la “cisterna” es el órgano sexual por lo que es una alusión al “cunnilingus”

Es el empeño del salmista para evitar que la esposa no se abandone a las prácticas de la “zarah”

Los senos de la mujer siempre, en todas las culturas, han tenido una gran atracción erótica.

El peligro de estar con una “zarah” es el adulterio, lo que no ocurre cuando se está con una “zonah” (una puta profesional).

Todo nos lleva a concluir que la sexualidad de los hijos de Israel ni era distinta ni era menor que la de sus vecinos.

Tres cosas que nunca dicen “basta”: el seno estéril, la tierra que nunca se harta de agua y el fuego, que nunca dice “basta”

“Tres cosas hay más allá de mi alcance // y cuatro que no conozco: “el camino del águila en el cielo // el camino de la serpiente en la roca // el camino del navío en el mar / y el camino del hombre en la doncella”

“Tres cosas hay bajo las que tiembla la tierra // y cuatro que no puede soportar: // el esclavo que llega a ser rey // el necio cuando se sacia de pan // mujer desdeñada cuando se casa // y la criada que hereda a su señora”.

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