martes, 17 de abril de 2018

CULTURA RELIGIOSA: LILITH (10)



¿Qué quién es LILITH?

La primera esposa de Adán, la primera Eva, la que abandonó a Adán y abandonó el Paraíso, la reina de la noche, la madre de los demonios, la lasciva, la que causa los sueños eróticos en los varones cuando están dormidos, para robarle su semen, tras eyacular en el sueño erótico.

Adán veía cómo los animales se emparejaban, macho y hembra, y copulaban y cómo copulaban, y tenían descendencia.
Adán veía cómo el toro montaba a la vaca y la inseminaba, y el león a la leona, y el perro a la perra y el gato a la gata y así a todos los animales.
El macho, activo, dominando a la hembra, pasiva.

Adán también le habría obligado a Eva a adoptar la misma postura que las hembras animales, a lo que Eva se negaría aduciendo: “fuimos creados iguales y entonces debemos hacerlo en posiciones iguales”.

Adán insistiría e insistiría (violencia de género) y Lilith, que no se ajustaba como compañía a Adán, que quería estar arriba, encima, se enfadaría y gritaría: “¡Por Yahvé, Adán!” y, de forma mágica, al decir la palabra “Yahvé”, le salieron alas y voló por los aires, lejos del paraíso y lejos de Adán.

Abandonó el hogar y a su pareja.
Se fue a habitar a una cueva del Mar Rojo.
Allí se encontraban los demonios.
Miles de demonios son sus amantes.
Ella es la reina de la noche, la madre de los demonios, la esposa de Asmodeus, que es el rey de los demonios.

El abandonado Adán recurriría a Dios, “la mujer que me diste por compañera, no ha querido someterse a mis exigencias y me ha abandonado. Por favor, Yahvé, haz que vuelva”.

Y Yahvé envió a tres ángeles, Senoy, Sansenoy  y Semangelof para entrevistarse con ella, convencerla y hacerla volver al lado de Adán.

¡Nanay de La China!.

“Pues si no vuelves, que sepas, Lilith, que mataremos 100 demonios (hijos tuyos) cada día”. 
“Pues, -dijo Lilith- eso es malo, pero peor sería volver al Edén y a la sumisión a Adán”. “además, prometo atacar, hacerme cargo de los niños hasta el 8º día de vida” (¿Recuerdan Uds. cuándo se circuncidaban a los niños?) y a las niñas hasta los 20 días”.

De ahí que desde el momento de nacer le pusieran a los recién nacidos un amuleto, una especie de medalla o de escapulario con la efigie de tres ángeles.

“Además, atacaré a los varones, en sus sueños, robándoles su semen y poder, así, hacer nacer más demonios, que repongan a los 100 diarios desaparecidos”

Freudianamente hablando Adán sería el Consciente, la civilización, la racionalidad; Lilith el Inconsciente, el instinto, el sexo, el vicio, el puro placer, lo inaceptable; Eva, en cambio, sería la parte aceptable del inconsciente, la sumisa, la obediente.

Las tensas relaciones entre Adán y Lilith serían un conflicto en la relación de poder, entre dominador-dominado y quien esté debajo será el dominado, el sumiso, el vencido.

Yahvé, entonces, acudiendo ante el abandonado y entristecido Adán, le hará otra segunda compañera, pero esta vez ya sí, sumisa, parte suya, de SU costilla (¿cómo se va a rebelar la parte contra el todo, un trozo de costilla contra todo el cuerpo?).

Otras leyendas dicen que si Caín salió tan malo fue porque no era hijo de Adán, sino que viendo el demonio hacer el amor a Adán y a Eva, después del orgasmo, Adán se quedaría dormido, y entonces, aprovechando el momento, el demonio (Samael) se metió en la cama, Eva se entregó a él y engendraron a Caín.

De eso, ni una palabra a Adán.

Pero como el niño nacería con un rostro tan angelical Eva supo, al momento, que Adán no era el padre y exclamó:”he concebido un varón con el favor de Yahvé”.

La primera Eva, Lilith, siempre será la mujer seductora, tentadora, peligrosa, transgresora, opositora, rebelde, pero apasionada, “un bello animal”, fascinante, atractiva, sumamente bella, siempre va desnuda, con un larga cabellera, de color rojo intenso, que medio tapa, medio insinúa, su silueta.

Lilith, al negarse a la postura sexual animal, normal y generalizada, no hace otra cosa que reclamar lo que Yahvé-Dios le había dado, el mismo estatuto ontológico que a Adán, la misma categoría.

La postura sexual es la representación del patriarcado. Aceptarla sería aceptar el orden patriarcal. La inferioridad de la mujer. De ahí que, muchas veces, se abogue por Lilith como el comienzo del feminismo.

Al revés que la Eva de la costilla, “hueso de MIS huesos, y carne de MI carne”, por lo tanto queda instaurada la sumisión natural y querida por Dios, el patriarcalismo con la bendición de Dios, su aprobación desde el orden divino.

Hay autores que afirman que la 1ª Eva no fue creada como Adán, del puro polvo o tierra, sino de inmundicia y sedimento.
La cosa es buscar un pretexto para proclamar su inferioridad.

En la mitología judía hay autores que afirman que el primer hombre no fue Adán sino el andrógino o hermafrodita, un ser perfecto. Y que, igual que Dios separó las aguas de la tierra, igualmente separó al varón de la mujer, del todo que era en un principio.

Lo que en el cristianismo se llama Satán o Satanás, los judíos lo llaman Samael o Lucifer: el que lleva luz, el que es luminoso, el que sabe, el inteligente.

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