martes, 7 de marzo de 2017

ACOMPAÑANDO A J.L. SAMPEDRO (52) EL COMUNISMO

EL COMUNISMO

Cuando le hicieron esta entrevista J.L. Sampedro estaba, ya, muy débil y su mujer, Olga Lucas, que tenía y defendía las mismas ideas que Sampedro, más de una vez le echaba un capote.

Como en este caso, cuando el periodista le preguntó que opinaba sobre el comunismo.

Olga Lucas, toma la palabra e interviene para darle un respiro y resume así la cuestión:

No se puede juzgar a los regímenes comunistas, que nunca llegaron a ser comunistas, y no es porque no lo intentaran, pero fracasaron.

Y fracasaron porque, desde antes incluso de proclamarse, ya estaban rodeados de enemigos.

La Unión Soviética (la URSS o Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, no Comunistas, sino Socialistas) tenía veintidós países atacándola nada más empezar.

 Y lo mismo pasó con Cuba.

¿Cómo hubiera sido Cuba sin el boicot, el embargo que la lanzó a los brazos de la URSS?

Falta saber si el experimento hubiera podido llegar al comunismo con todos los países intentándolo a la vez o dejando en paz al que lo quisiera hacer.

Porque si a ti te meten los enemigos en casa, acabas viéndolos hasta en la sopa y acabas persiguiendo a tu compañero.

Siempre me he preguntado qué hubiera pasado si esas experiencias hubieran tenido lugar en condiciones normales.

Es como los gérmenes, si el caldo de cultivo está hecho para que proliferen, habrá más infección que si hay asepsia.

Creo que no tienen fuerza moral para criticar lo que ha pasado con el comunismo los que han hecho todo lo posible para que fracasase, con independencia de que nosotros tengamos un sentido crítico.

Sé de lo que hablo: en los países del Este, mi familia fue acusada de titista, me pasé cinco años sin poder ver a mi padre por las “sanciones” impuestas a mis padres porque mi familia ha tenido la virtud de estar siempre en el bando perdedor.

Perseguidos por los fascistas, por los estalinistas o por los más papistas que el papa.
Habiendo sufrido las consecuencias estalinistas, me considero con fuerza moral para criticar, pero no se la concedo ni a los que hablan por hablar ni mucho menos a los que han contribuido a que esos regímenes degeneraran.

Y luego están las dos varas de medir: por ejemplo tienes a Cuba al lado de Haití.

A Cuba se la condena por infringir los derechos humanos y Haití, a lo que se ve, los respeta, cuando para mí el primer derecho humano es el derecho a la comida y el segundo la salud y educación, por no mencionar a China o cualquier otro ejemplo.

El camino a seguir, según el marxismo, era:

1.- El paso de la sociedad capitalista a la sociedad comunista tiene que conseguirse, no pacíficamente, sino mediante la REVOLUCIÓN. Pretender –dice Lenin- que los capitalistas abandonen por las buenas su privilegiada situación es como pretender saltar sobre nuestra propia sombra.
Esta revolución será realizada por las masas proletarias, guiadas por el Partido Comunista.

2.- Una vez alcanzado el poder político, con la revolución, viene la fase de DICTADURA DEL PROLETARIADO.
Esta dictadura es necesaria para conseguir dos finalidades: eliminar los últimos coletazos del capitalismo, que intentará derrocar la naciente forma de sociedad y educar al pueblo, envenenado por la educación capitalista, con una mentalidad comunista.

3.- La FASE SOCIALISTA, en la que el lema regulador será: “de cada uno según su capacidad y a cada uno según su rendimiento”.
Ésta es la fase en la que está la sociedad soviética (según ellos mismos dicen).
En esta fase, en la que el Estado se hace dueño de los medios de producción, se van eliminando progresivamente las diferencias de clase, aunque sin llegar a su total extinción. La cual sólo tendrá lugar en la sociedad comunista, la meta final.

4.- La FASE COMUNISTA. En esta sociedad comunista eliminadas ya las clases, el Estado se extinguirá por ser innecesaria su función, de la misma manera que se extinguirá, por igual causa, la religión.
Para llegar a esta fase se precisa de un alto desarrollo técnico que permita conseguir una superabundancia de bienes económicos, ya que el lema que regula esta sociedad es: “de cada uno según su capacidad a cada uno según sus necesidades

Yo solía ponerles a mis alumnos el ejemplo: nadie va por la calle respirando más aire del que necesite, porque hay aire para todos, sobra aire, que cada uno tome y respire el aire que necesite”.
Igualmente ocurrirá cuando se llegue a la sociedad comunista: habrá bienes para todos, será absurdo atesorar, zapatos, por ejemplo, porque habrá zapatos para todos y cada uno podrá tomar los que necesite.

¿Algún país, aunque se llamara “comunista”, llegó realmente a serlo?.

¿Por qué?. ¿Porque no puede ser?. ¿Porque no los dejaron?. ¿Porque el capitalismo salvaje dejó de serlo y pasó a ser un capitalismo rebajado, domesticado, no capitalista del todo?. ¿Porque los sindicatos y la socialdemocracia paró la huida hacia delante negociando mejores salarios, menos jornada laboral, prebendas varias?.

¿Quién puede saberlo?.


Lo cierto es que, como el comunismo como tal nunca existió, no puede afirmarse que fracasara, sencillamente en medio del camino hicieron parada y fonda.

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