viernes, 9 de diciembre de 2016

DIAPOSITIVAS HISTÓRICAS DE UNA ÉPOCA (2)

DESUNIÓN.

En la zona republicana no había UN partido sino un mosaico político de fuerzas locales de izquierdas e, incluso, económicamente cada ciudad funcionaba a su manera, según la fuerza política dominante.

La desunión se convirtió en la principal debilidad de las fuerzas republicanas revolucionarias lo que supuso un beneficio para los rebeldes militares, no tanto por su debilidad (que también) como porque muchos moderados, aún no definidos políticamente, al estar contra esa forma de actuar las fuerzas de izquierdas más cercanas, se apuntaron, definitivamente, a los rebeldes militares e, incluso, las democracias occidentales desistieron de ayudar a unos revolucionarios de izquierdas, que se decían “demócratas” y que se comportaban de manera tan violenta.

La excepcional violencia, por la ley de acción-reacción, se traducía en muertes de los adversarios, considerados enemigos, merecedores de ser exterminados.
Más de 25.000 ejecuciones políticas entre los años 31 y 36, no bajas bélicas, de unos a los otros y de los otros a los unos. Las fuerzas de las variopintas izquierdas y los falangistas locales junto con los milicianos de derechas.

Unamuno hablaría de “los Hunos y los Hotros”

En Europa, a estos tipos de terror se los denominaba “terror rojo” y “terror blanco”

Además, acusándose mutuamente: que si la culpa la tenían Hitler y Mussolini o si la tenía la Unión Soviética.

LAS GRANDES CIUDADES Y EL MANDO

Excepto Sevilla, donde reinaba (¿) Queipo de Llano, las demás ciudades españolas importantes quedaron en zona republicana, que ocupaba las 2/3 partes de España, aunque más del 50% del ejército estaba bajo el control de los rebeldes (todo el ejército de África (legionarios y regulares marroquíes) más los voluntarios carlistas y los falangistas.

Pero la mayor parte de la Armada y casi la totalidad de las fuerzas aéreas estaban con la República, más decenas de miles de voluntarios de las milicias procedentes de los partidos obreros, pero lo triste era que el control de estas fuerzas no dependía del Gobierno sino de los Consejos locales y provinciales y dirigidos por grupos revolucionarios.

Las milicias republicanas estaban sobradas de entusiasmo militar pero faltas de dirección, organización, disciplina e instrucción, así que la relativa superioridad numérica de las primeras semanas demostró, poco a poco, ser de muy escasa utilidad bélica.

Y como en Cataluña y Andalucía el liderazgo estaba en manos de la CNT, mientras la UGT dominaba en Castilla la Nueva y en Extremadura, entonces….pasó lo que tenía que pasar.

Las organizaciones obreras se hicieron con el control de la mayor parte de los recursos económicos, así que el modo de funcionamiento eran las colectividades agrarias y el control obrero de las fábricas.

LAS AYUDAS.

Las empresas francesas tenían firmados contratos oficiales de suministro de determinado tipo de armas a las Fuerzas Armadas Españolas Republicanas y el 19 de Julio, 24 horas después del Alzamiento, el nuevo gobierno de Giral lo había requerido del ejecutivo francés que estaba dirigido por una coalición del Frente Popular, bajo la Presidencia de León Blum pero que, ante las amenazas de Alemania, Francia dependía más de Gran Bretaña, (con un gobierno conservador) así que, a finales de Julio, firmaron, junto a otras naciones, el Comité de No Intervención, y ya no volvió a enviar más armas.

Ante la negativa de ayuda bélica de Francia e Inglaterra fue por lo que el día 25 Giral pidió ayuda a la Unión Soviética.



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