viernes, 16 de diciembre de 2016

ACOMPAÑANDO A J.L. SAMPEDRO (3) (LOS 4 ELEMENTOS)


¿AQUÍ NO PAGA NADIE?

NO.

AQUÍ PAGAMOS TODOS. TODOS Y POR TODO.

Pagamos hasta por existir y para poder seguir existiendo.

Desde el siglo VI a.C., ya los presocráticos, cuando el Logos se rebeló y superó al Mito, cuando el “conocer-saber” desplazó al mero “creer”, cuando los hombres comenzaron a despojar a los dioses de ciertas funciones, sustituyéndolas  por “razones”,… estos primeros pensadores iniciaron la filosofía occidental, afirmando que todo lo que existe, incluido el hombre, no era sino AGUA, AIRE, FUEGO Y TIERRA.
Eran Tales de Mileto y compañía.

Eran los CUATRO ELEMENTOS de los que se componen todos los seres, y sobre todo los seres vivos.

Acabo de ver un vídeo en el que Sampedro se refiere a los cuatro elementos, que la naturaleza ofrece abundante y gratuitamente, y cómo los hemos convertido en mercancías que hay que comprar y pagar.

Cuatro Elementos o Arjés de los seres.
Arjé: origen de todo, esencia de todo, causa de todo y fin de todo,

Para Tales de Mileto “procedemos” del “agua” (“humedad”), en el fondo, esencialmente, “somos” “agua”, si “cambiamos/nos movemos” es porque “somos agua” y al final “volveremos a ser agua”.

Igualmente para los otros tres filósofos presocráticos, Anaxímenes (Aire), Heráclito (Fuego) y Jenófanes (Tierra). Más Empédocles, el de los cuatro elementos juntos y, posteriormente, el “éter”, para Aristóteles.

En el cosmos están colocados según su peso: La “tierra” (la materia) (el elemento más pesado) “abajo”, el “fuego” (el elemento más sutil y ligero) “arriba”, por encima de la “tierra”, el “agua” y por “debajo” del “fuego”, el “aire”.

La materia puede presentársenos en estado “sólido” (tierra), “líquido” (agua), “gaseoso” (aire) e “ígneo” (fuego).


Pero:

“…Los economistas se preocupan, sobre todo, de los bienes escasos. Los que no son escasos no preocupan al economista; se cogen y ya está, abundan y no hay problema. Pero es que, entre los bienes que a nosotros nos decían que eran autorrenovables, es decir que se renovaban ellos solos estaban, por ejemplo, el aire y el agua, y en el mundo en el que estamos ya se encuentra en una situación en que hay que preocuparse por el aire y por el agua porque nos vamos a quedar sin agua potable y sin aire respirable”

“En estos momentos hay aproximadamente 1.000 millones de personas en el mundo que no tienen acceso al agua potable (…) en este momento hay cuatro o cinco empresas mundiales, sobre todo una francesa, que están consiguiendo contratos tremendos con gobiernos del tercer mundo, sobre todo en África, para controlar el monopolio del agua y, dentro de treinta, cuarenta o cincuenta años, dominarlo.
Si los hombres tenemos que matarnos para conseguir agua, ya veremos lo que es este mundo”

Comencemos por el FUEGO o CALOR.

Todos los seres vivos necesitan cierto grado de calor, de temperatura, según la especie a la que pertenezcan, para vivir.
Por debajo de ella, se congelan y mueren. Por encima de ella, se asfixian/se queman e igualmente mueren.
Plantas, animales y hombres, con sus grados de calor o temperatura.
La fiebre o el frío, en el hombre, no son sino desviaciones de la temperatura normal.
Necesitamos para vivir esos 36,5 grados de temperatura media.

El sol despide calor, mucho calor, fuego, que nos derretiría si no fuera por esa capa de ozono, ese “paraguas vital”, que filtra y amortigua los rayos ultravioletas, letales.

Pero somos tan “imbéciles” (así, textualmente) que estamos rompiendo, agujereando, ese paraguas protector con la contaminación desbordada de la atmósfera.

Necesitamos el frigorífico y la estufa, el aire acondicionado y la chimenea, el microondas y el congelador, la ropa de algodón que despida el calor y la ropa térmica que lo retenga.

Necesitamos, para vivir, además de Calor, el AIRE, para respirar, para tomar de la atmósfera oxígeno que trasladar al cerebro y por todo el cuerpo y poder seguir viviendo.
Sin AIRE moriríamos, asfixiados. Nuestras células morirían de hambre. Moriríamos.
Pero somos tan “imbéciles” (así, textualmente) que nos envenenamos fumando y haciendo fumar al otro, y nuestros coches manchan el aire que respiramos, aire sucio, contaminado. Y nuestras calefacciones. Y, sobre todo, nuestras industrias, altamente contaminantes que, con tal de producir objetos para hacernos la vida “más feliz” (pero que tendremos que comprar y pagar), están/estamos matándonos a bocanada limpia.

¿Y qué decir del AGUA?

¿Cómo es posible que un litro de agua, elemento de la naturaleza y que ésta ofrece al hombre gratuitamente, valga más que un litro o una botella de gasolina?

Hemos permitido que el dinero, no natural sino totalmente artificial, se apodere de la naturaleza, que no necesita dinero.
Hemos convertido el dinero, que sólo fue medio para intercambiar productos, en un cáncer que mata si no lo tienes para conseguir lo que la naturaleza ofrece gratis.

¿No parece una contradicción?

¿No podríamos beber el agua pura de ese manantial que brota de la montaña?
Al estar contaminada la tierra, la contaminación se filtra y el agua ya no sale potable.
Y, si saliera potable, la privatizarían, la envasarían los dueños especuladores y tendríamos que comprarla embotellada.

La conducta humana es irracional, enemiga del agua, condición indispensable para la vida y que “en vez de ser respetada y apreciada, es contaminada y malgastada.
Se están derrochando millones buscando agua en el planeta Marte mientras se destruyen suministros en el planeta Tierra y se amenaza con la escasez creciente a pueblos enteros”

¿Y la TIERRA (la Materia)?. Los alimentos tenemos que comprarlos y pagarlos y podemos pasear por las aceras, como cualquier perro o cualquier gato, pero si bajamos a la calle y queremos desplazarnos algo lejos, tendremos que pagar el vehículo que nos transporte, sea propio o ajeno, sea público o privado, sea por mar o por aire o por tierra ¿y la casa? Lo que cuesta hacerla o comprarla y, luego, mantenerla.

Si queremos ser libres como los peces y desplazarnos por el agua, PAGAR.
Si queremos ser libres como las aves y desplazarnos por el aire, PAGAR.
Si queremos ser veloces como muchos cuadrúpedos, PAGAR.
Si queremos tener una casa en propiedad hay que pagar para comprarla, por tenerla e impuestos por haberla comprado y para inscribirla
Somos los hombres los “únicos seres paganos” (de “pagar”, no de “creer”)

LA NATURALEZA OFRECE, GRATIS, ESOS CUATRO ELEMENTOS.

Y recodaba a Don Quijote y su canto entusiasmado a:

LA EDAD DE ORO

Dichosa edad y siglos dichosos aquéllos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío. Eran en aquella santa edad todas las cosas comunes; a nadie le era necesario, para alcanzar su ordinario sustento, tomar otro trabajo que alzar la mano y alcanzarle de las robustas encinas, que liberalmente les estaban convidando con su dulce y sazonado fruto. Las claras fuentes y corrientes ríos, en magnífica abundancia, sabrosas y transparentes aguas les ofrecían. En las quiebras de las peñas y en lo hueco de los árboles formaban su república las solícitas y discretas abejas, ofreciendo a cualquiera mano, sin interés alguno, la fértil cosecha de su dulcísimo trabajo. Los valientes alcornoques despedían de sí, sin otro artificio que el de su cortesía, sus anchas y livianas cortezas, con que se comenzaron a cubrir las casas, sobre rústicas estacas sustentadas, no más que para defensa de las inclemencias del cielo. Todo era paz entonces, todo amistad, todo concordia; aún no se había atrevido la pesada reja del corvo arado a abrir ni visitar las entrañas piadosas de nuestra primera madre, que ella, sin ser forzada, ofrecía, por todas las partes de su fértil y espacioso seno, lo que pudiese hartar, sustentar y deleitar a los hijos que entonces la poseían”


Pero los hemos contaminado, todos, y si queremos utilizarlos hay que descontaminarlos.

Y tenemos que pagar esa descontaminación. ¿Cómo? A base de prohibiciones, a base de multas, a base de actividades y, todo, “vía Impuestos”

Mira tu factura de EMASA y observa los conceptos por los que te cobran para que de ese grifo salga agua potable.

¿Qué respiraríamos si no hubiera una recogida diaria, o casi diaria, de basuras? ¿Y si no estuviera prohibido fumar en lugares cerrados, en ascensores, en espacios públicos,…?, ¿Y las chimeneas varias que se elevan como torres en la atmósfera?

¿Y si no estuvieran prohibidos los vertidos contaminantes en ríos, playas, mares, balsas sin aislantes,…?

¿Y si no reciclamos el vidrio, el papel,… en los distintos contenedores gris-verde-azul-amarillo?

¿Y si no usamos las papeleras y prohibimos verter el aceite usado en alcantarillas o en las cañerías?

¿Y si no ponemos en práctica, al menos anualmente, las campañas de desinsectación, desratización,…?

¿Y si no habilitamos desguaces, vertederos, puntos limpios,…?

LA NATURALEZA NOS OFRECE “GRATUITAMENTE, ABUNDANTEMENTE Y A DIARIO” ESOS CUATRO ELEMENTOS.
Y NOSOTROS SOMOS TAN IMBÉCILES, TAN IDIOTAS, TAN “GILIPOLLAS” QUE LOS CONTAMINAMOS TODOS.

Y PAGAMOS PARA QUE EL AGUA SEA  POTABLE Y PODAMOS CONSUMIRLA CON GARANTÍA.

Y PAGAMOS POR LA VIVIENDA QE NOS COBIJA, AL COMPRARLA Y DESPUÉS DE HABERLA COMPRADO.

Y PAGAMOS POR LA COMIDA, SANA. QUE COMEMOS.

Y PAGAMOS PARA QUE EL AIRE SEA RESPIRABLE.

Y POR EL CALOR QUE NOS MANTIENE VIVOS.

Pero, hasta un Ministro corrupto quería ponerle un impuesto al sol, que alumbra y calienta de manera natural y gratuita, y que teníamos que pagar los ciudadanos.

Pero, para poder ser “paganos” tenemos que “trabajar”.

El hombre es el “único animal laboral, trabajador”.

TRABAJAR PARA PODER VIVIR.
PERO VIVIR PARA TRABAJAR.

VIVIR NO ES GRATIS.


LOS PADRES PAGAN POR ELLOS Y POR SUS HIJOS Y ÉSTOS PAGARÁN, DESPUÉS, POR SUS PADRES.

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