Han sido dos los
Paraísos:
1.- El Paraíso
Perdido, el Paraíso Terrenal, del que Dios nos expulsó, a toda la humanidad,
porque nuestros primeros padres comieron del árbol de la fruta prohibida (que
no pudo ser una manzana, porque no existían las manzanas en aquel tiempo, en el
actual Irak, entre el Éufrates y el Tigris).
¡Qué pena¡
Comieron del "árbol de la
Ciencia del Bien y del Mal", querían saber, por sí
mismos, qué era lo bueno y qué era lo malo, sin tener que preguntárselo a Dios.
Y eso, Éste, no podía consentirlo. ¿Querer ser autónomo y autárquico,
independiente de quien los creó?.
Al expulsarlo puso
a los querubines, con espadas de fuego, a las puertas del Paraíso, no siendo
que intentaran volver a comer del otro árbol prohibido, del "árbol de la Vida "
Es una lástima que
no comieran, también, del
"árbol de la vida", porque habrían sido/habríamos sido inmortales.
Por eso
"sabemos" y por eso "morimos"
Dios no podía
permitir la competencia, "ser omniscientes" y "ser
eternos".
2.- El Paraíso
Soñado, el Paraíso Terrestre, al que todavía no hemos llegado porque aún no
existe, pero que podemos construirlo.
Sabemos cómo
hacerlo (con la Ética, la
Ciencia y la
Tecnología ), somos Libres para hacerlo. Sólo nos falta
Querer, decidirse a hacerlo.
Este Paraíso
depende de nosotros. No es un regalo divino, sino un logro, una adquisición
humana.
Un Paraíso en el
que todos seamos iguales, libres, justos. En el que nadie pase dificultades. En
el que habrá tanta riqueza, como aire. Y a nadie se le ocurre ir respirando más aire
del que necesita, porque si algo sobra es el aire, hay aire, igual de puro o
menos puro, para todos. Lo mismo ocurrirá cuando desaparezca la propiedad
privada y "todo sea de todos, porque los medios de producción son sociales".
La propiedad
privada de aquello que abunda es absurda.
Si el primer Paraíso
es el Religioso, el segundo es el que aspira a crear la Ilustración.
Si el Dios
cristiano nos echó de aquel, la
Diosa Razón nos llevará a construir éste.
Si mirar al
primero es el triunfo de la añoranza, mirar al segundo es el triunfo de la
esperanza.
No podemos volver
a entrar en aquel, sí podemos construir y habitar en éste.
El Dios cristiano
nos promete el Paraíso Celestial, para después que muramos y si nos portamos
bien, cumpliendo sus mandamientos.
Se trata de creer
y de obrar.
Se trata de saber
y de actuar, teniendo de guía sólo a la Razón.
El
"Arriba" cristiano, por culpa de Adán, es sustituido por el
"Adelante" racional y humano, gracias a Prometeo.
La
"vida" como "trampolín" para "subir" versus la
"vida" como "misión" para "construir y entrar".
Otra vez la Fe y la Razón.
Otra vez el
"rezar" para "subir", frente al "trabajar" para "crear".
Otra vez la "vida" presente como
"la mala noche en una mala posada" frente a la "vida"
presente como "la aurora de una nueva y buena morada".
Quizás la una sea
una Utopía y la otra una Quimera, pero mientras estén en el Horizonte de lo
alcanzable habrá que decir, parafraseando a Eduardo
Galeano:
"Está
en el horizonte. Me acerco dos pasos y él se aleja dos pasos. Camino diez pasos
y él se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine nunca, en vida, lo
alcanzaré.
¿Para qué sirve, pues, ese Paraíso?
Para
eso sirve, para caminar".
Pero no caminar
sufriendo.
Es/debe ser el
placer del viajero. El placer de viajar y ser feliz viajando y mientras se
viaja. No el placer del viajante, que lo único que anhela es llegar.
Pero sólo
cambiando de ideas puede desearse cambiar de lugar.
¡Son tan
distintos¡.
Uno es expulsado
del paraíso terrenal, de la felicidad del ocio, hasta el infierno del sudor
laboral y del doloroso parir para, después, enfrentarse a la doble vía: o
felicidad eterna, en el cielo, el nuevo y prometido paraíso, celestial, (a la
derecha del Padre) o suplicio eterno, en el infierno, en el "fuego eterno
que nunca se consume y en el crujir y rechinar de dientes"
El otro ya parte
del infierno humano, terrestre, de la esclavitud, de la explotación y del sudor
laboral y del doloroso parir, y anhela llegar a ese lugar, también humano y terrestre, en el que la ley sea:
"a cada uno según su necesidad y donde la mujer sea "igual" al
varón".
P.D. También hay
otros muchos paraísos, pero en ellos tenemos prohibido el paso tanto los pobres
como los trabajadores, son sólo para los ricos y espabilados, son los PARAÍSOS
FISCALES (Delaware (EEUU), Holanda, Luxemburgo, Irlanda, Suiza, Hong Kong,
Islas Caimán,…) en los que disfrutan 33 de las 35 empresas que cotizan/componen
el IBEX (sólo se libran Indra Y Sacyr) y siendo el Santander, ACS, el BBVA y
Repsol los más felices.
PD.2. Luego hay un
“Para y So” rastrero y pueblerino y que es cuando a un agricultor se le muere
una vaca en plena faena veraniega y, para poder trillar, engancha, bajo el
mismo yugo, una vaca (“para”) y un burro “so”).
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