viernes, 4 de abril de 2014

8.- 4. ANIMAL RELIGIOSO.


 
Cuando tan frecuentemente se oye esa sentencia, tan popular y tan extendida, de “yo creo en Dios pero no en los curas” habría que preguntarles qué concepto tienen de Dios sino el que le han transmitido los curas.

Son muchos millones de personas las que sólo saben de Dios lo que ellos les han dicho. Un Dios padre, pero también juez; un  Dios trascendente pero también inmanente, instalado y observando la conciencia moral y dispuesto a castigar “hasta la tercera generación”.

“¿Quién pecó, él o sus padres?” – le preguntaron a Jesús ante la presencia de un tullido.

Declararse ateo de este Dios no es infrecuente, pero eso no es declararse “ateo” total, sino parcial, sólo de ese Dios concreto.

Sí es posible, en cambio, declararse “agnóstico” total, de ese y de todos los demás dioses.

Toda persona que razone seriamente, todo filósofo consecuente, con conocimiento de causa y de argumentos, podrían dar razones de su agnosticismo.

Bien porque el Objeto/Sujeto a conocer excede la capacidad humana de conocimiento, bien por la limitada capacidad humana de conocer.

Bien porque no podemos “llegar a”, bien porque se encuentra “más allá de”.

Sólo confesándose agnóstico se puede ser creyente.

Sólo se puede “creer en” (y dar el salto) cuando se es consciente de que no se puede llegar a “saber qué”.

Nuestra miopía cultural nos lleva, incluso, a identificar “catolicismo” con “cristianismo”, qué decir de las otras concepciones de Dios y/o de la divinidad.

Declararse agnóstico de este Dios, encarnado en un hombre, nacido de una virgen, engendrado por Dios (pues es “Hijo de Dios), que es crucificado (siendo Dios), muerto (siendo inmortal) y sepultado (siendo inmaterial)…sería la salida correcta.


¿Después y desde aquí? Bien dar el salto al “creer”, bien mantenerse en el plano meramente humano y terreno.


Es normal que quien no ha conocido a su madre, que no ha mamado de ella, que no ha recibido besos, caricias, abrazos,… no crea en la maternidad, pero no puede, lógicamente, llevarlo a concluir que no existe.

Decir que NO existe algo desconocido lo considero ilógico.

Aunque tenga la carga de la prueba el que diga que SÍ, a no ser que diga que “no lo sé, sólo lo creo y soy feliz”.

Al tiempo que otros dirán que “no lo saben, no lo creen y también son felices”.

Es de lo que se trata, de “ser felices”, no argumentando sin argumentos ni considerar infantiles a los creyentes.

2 comentarios:

  1. " La Experiencia religiosa es muy fuerte, por eso puede ser maravillosa o puede ser tremenda."
    En esta frase se resume el artículo. Enhorabuena por estas reflexiones.

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    1. Enhorabuena por tu frase-resumen, maestro de tantas cosas

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