sábado, 18 de agosto de 2018

NIETZSCHE 12 CONCEPTOS NIETZSCHEANOS. CRÍTICA A LA METAFÍSICA TRADICIONAL ( y 2)





1.- Origen psicológico de la metafísica.

La metafísica es un signo de determinadas tendencias antivitales, de tendencias guiadas por un instinto de vida decadente y contrario al espíritu griego anterior.
Sólo la falta de instinto, el tono vital disminuido, permitió la exageración del papel de la razón, de la vida consciente, y la aparición de las fantasías metafísicas consecuencia de esta hipertrofia de la razón: el Mundo Verdadero, Eterno, Inmutable propuesto por los primeros filósofos, particularmente a partir de Sócrates y Platón.

La raíz moral (inmoral, dirá Nietzsche) que motivó la aparición de la filosofía platónica fue el temor a la mutación, a la muerte y a la vejez, lo que le condujo a inventarse un mundo en donde no estén presentes dichas categorías. 

Las categorías metafísicas como substancia, ser, esencia, unidad, son puras invenciones para en ellas encontrar el reposo, la regularidad y calma que realmente no sugiere el único mundo existente, el que se ofrece a los sentidos. 

La metafísica platónica –y en el fondo, toda la metafísica occidental – es un síntoma de resentimiento ante el único mundo existente, miedo al caos.

2.- Influencia de la gramática para Nietzsche porque el lenguaje da lugar a una visión errónea de la realidad:

La mayoría de las frases de nuestro lenguaje tienen la estructura sujeto-predicado, estructura que da pie a una interpretación substancialista de la realidad: en el mundo existen cosas, unidades definidas por características que le son propias y que las hacen distintas de las demás.

En nuestro lenguaje son fundamentales las frases con el verbo “ser”, verbo  que favorece la idea de la existencia de entidades dotadas de rasgos permanentes, de substancias.

Con el lenguaje hablamos de distintas cosas mediante las mismas palabras, lo cual parece suponer que existen semejanzas entre ellas, cuando no identidad.

Dado que con el lenguaje atribuimos “ser” a las cosas, que mediante los conceptos –las “células” básicas del lenguaje–  creemos posible referirnos a lo universal, el lenguaje favorece también la creencia en la existencia de esencias, de naturalezas universales (recordemos que para el propio Platón la existencia de términos universales como los nombres comunes, los adjetivos o los sustantivos abstractos, lleva necesariamente a creer en la existencia de las naturalezas universales a las que llama Ideas).

Si nuestra gramática fuese distinta, nuestra forma de entender el mundo sería también distinta.

Sólo la superación de la creencia en la gramática puede superar también la concepción típica de la metafísica tradicional:”La razón en el lenguaje: ¡Oh, qué vieja hembra engañadora...! Creo que no vamos a desembarazarnos  de  la idea de "Dios" porque aún  seguimos  creyendo  en  la  gramática" (“El crepúsculo de los ídolos”).

Las críticas presentadas en esta sección y en la anterior muestran la enorme distancia que separa a Nietzsche de todo el pensamiento filosófico precedente.

Nietzsche es contrario a la actitud general más importante y característica de la cultura occidental, la creencia de que el mundo es un cosmos y de que la razón –el logos– puede captar lo real; estas creencias están en la base de la filosofía, de la ciencia y de la cultura occidental en su conjunto. 

La filosofía de Nietzsche tiene una orientación claramente irracional, y hace imposible el lenguaje, el conocimiento y la propia filosofía –al menos entendida con el  espíritu con el que aparece en Grecia en el siglo VI a C.

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