jueves, 30 de mayo de 2019

EL "DIOS" CRISTIANO Y LA "DIOSA" RAZÓN ( 8 ) CAMELLO-LEÓN-NIÑO




Nietzsche reacciona en sentido contrario.

El “hombre” es una abstracción, no existe, los que realmente existen son los “hombres”, los individuos, concretos, particulares, tú y yo.
De ahí que la salvación tenga que venir desde dentro y desde cada uno, no hace falta la unión con otros.

1.- Ya hemos pasado y dejado atrás la etapa del “Camello” (el animal que soporta todo lo que le echen encima y que carga con las cargas más pesadas porque, en esta vida, cuanto peor, mejor, más méritos para la otra).
El “camello” es la imagen del “hombre cristiano”, que considera esta vida como un “valle de lágrimas”, pero no lágrimas de alegría, sino de tristeza, de “muero porque no muero, porque tras la muerte, y con todos estos méritos que estoy consiguiendo…

Es el que tiene siempre en su mente y presidiendo y dirigiendo su conducta el YO DEBO…YO DEBO…YO DEBO,…

2.- Ya hemos dejado, también atrás, la etapa del “León” (el animal que es el rey de la selva, el que más puede, al que ningún otro animal se le resiste, el auténticamente libre porque no está sometido a ningún otro al que obedecer o agachar la cabeza).
Sólo él es libre, todos los demás deben estar sumisos a él.

El “León” es la imagen del “hombre ilustrado”, el que ha descubierto el arma de la Razón y va progresando y progresando, de progreso en progreso y no ve límite a ese su progreso.

Es el que tiene en su mente y presidiendo su conducta el YO PUEDO…YO PUEDO… YO PUEDO…

3.- Tenemos, ya, que superar esa etapa e instalarnos en la etapa superior, la etapa del NIÑO, la etapa de la inocencia.
Y, en su inocencia infantil ¿qué es lo que quiere el Niño?
JUGAR, JUGAR Y JUGAR.

Eso es y debe ser la vida, un Juego, un placentero y feliz Juego, se trata de jugar disfrutando del juego, el placer de jugar y estar jugando.

La vida tiene como meta ser vivida.
El sentido de la vida es agotarla viviendo gozosamente.

La vida no es/no debe ser sufrimiento sino placer, alegría.

La vida no es una escalera de la que servirse para subir a una vida superior, a la otra vida celestial tras la muerte terrenal.
La vida no es un instrumento, un medio, para otra cosa, la vida es un fin en sí misma.
La vida es una noria placentera en la que, mientras vivimos, mientras estamos vivos, mientras estamos subidos en ella debemos disfrutar, reír, cantar,…

Y ¡maldito sea el momento en que la noria se pare y tengamos que apearnos (o tengan que apearnos) de ella.

El NIÑO es el que tiene en su mente y presidiendo su conducta un YO QUIERO….YO QUIERO….YO QUIERO… (y no para de QUERER).

Es curioso este Nietzsche, el mayor insultador (¡perdón por esta palabra, porque quizá sea un “palabro”) insultador del Cristianismo, el autor de “El Anticristo”, el que le achaca al Cristianismo toda la decadencia vital del mundo occidental, cristianizado, el que…Al final me está recordando aquello de “en verdad, en verdad, os digo que si nos os hacéis como niños no entraréis en el reino de los cielos” –como dijo el Nazareno pero que, en este caso, en Nietzsche, “no entraréis en el reino de la tierra”.

Adiós a Dios.

El hombre ha tomado las riendas de la historia y de su destino.

Pero si “Dios ha muerto” –como dice Nietzsche, la verdad es que “la Diosa razón nos está matando”.

NI LIBERTAD, NI IGUALDAD, NI FRATERNIDAD-JUSTICIA.

Se acabó la SEGURIDAD.

Tendremos que acostumbrarnos a vivir a la intemperie, al día.

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