lunes, 21 de mayo de 2018

¿EXISTIÓ, REALMENTE, JESÚS DE NAZARET? (5)



FLAVIO JOSEFO.

El Creyente Cristiano suele decir lo siguiente:
- ¡Claro que hay pruebas de la existencia de Jesús!... ¡Hay miles!... por ejemplo el Historiador Judío Flavio Josefo que nombró en sus obras a Jesús. ¿Qué otra prueba quieres?
Lo curioso de esto es que aunque muchos aluden a Josefo, casi nunca han leído exactamente dónde nombra a Jesús y todo lo relacionado con esta polémica cita.

Leamos la cita textual tomada del libro Antigüedades judías (Antiquitates Iudaicae) escrito hacia el año 93 d. C. específicamente el libro 18, capítulo 3,3, Este es el denominado tradicionalmente «Testimonio flaviano».

"Por este tiempo apareció Jesús, un hombre sabio (((si es que es correcto llamarlo hombre, ya que fue un hacedor de milagros impactantes, un maestro para los hombres que reciben la verdad con gozo))), y atrajo hacia él a muchos judíos (((y a muchos gentiles además. Era el Cristo (el Mesías))). Y cuando Pilatos, frente a la denuncia de aquellos que son los principales entre nosotros, lo había condenado a la Cruz, aquellos que lo habían amado primero no le abandonaron (((ya que se les apareció vivo nuevamente al tercer día, habiendo predicho esto y otras tantas maravillas sobre Él los santos profetas))) La tribu de los cristianos, llamados así por Él, no ha cesado de crecer hasta este día".

Desde el punto de vista Cristiano Creyente parece fácil: un historiador escribió que existió un hombre llamado Jesús que hizo milagros y que era el Mesías, y que además fue crucificado. ¿Qué mejor evidencia?

¿O no?

Como es de esperarse existen numerosas opiniones en contra de este párrafo. La autenticidad del fragmento ha sido cuestionada filológicamente e historiográficamente. Aunque no faltan quienes defienden la autenticidad de este texto, la mayoría de los historiadores y filólogos no consideran que sea auténtico, al estar plagado de INTERPOLACIONES cristianas.

El texto auténtico de Flavio Josefo sería el anteriormente expuesto, si prescindimos de los párrafos entre paréntesis, en negrita, subrayados y bastardilla.

Hay muchas razones para suponer esto.

1.- Es muy difícil que para la época cuando Josefo escribió (supuestamente) este párrafo hubiese utilizado palabras de alabanza hacia un judío y menos aun proclamándolo como el Mesías; esto hubiese enojado mucho a las autoridades romanas de la época.
 (De hecho, Orígenes y los primeros escritores teológicos ignoraron y nunca mencionaron el pasaje anteriormente citado).

2.- Es verdaderamente asombroso que un historiador como lo era Josefo, que describía con el más mínimo detalle los juicios de algunos judíos de la época, solo dedicase a un personaje tan extraordinario, como lo sería Jesús, solo unas pocas líneas, sin mencionar absolutamente nada de sus milagros y portentos.

Hay que aclarar que existen varias versiones de dicho párrafo:

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