domingo, 29 de octubre de 2017

FREUD Y EL AMOR (y 4)


El chupete y el cigarro, el beso, la felación,… morder el pezón o el pecho de la joven,…

La sexualidad no aparece siempre bajo la misma forma que nosotros conocemos de ordinario, no está vinculada a los procesos biológicos de la pubertad, no constituyendo un bloque monolítico.

En mis tiempos de estudiante observábamos como los varones llevábamos los libro y cuadernos de clase en la mano, pero con el brazo extendido a lo largo de cuerpo y lo interpretábamos como indicando la dirección del pene, mientras las chicas los llevaban con el brazo encogido, como tapándose los pechos.

Y lo hacíamos inconscientemente, pero lo interpretábamos así.

Si la sexualidad se desarrolla y evoluciona hacia estadios posteriores, una perversión sexual sería el resultado de una falta de acabamiento de la sexualidad, que permanece anclada en un estadio anterior, incluso en la infantil.
La desviación de la vida sexual sería una detención del desarrollo normal de la sexualidad, una señal de inmadurez, al quedar bloqueada y fijada en un estadio anterior.

El perverso, pues, no es un degenerado, ni mental ni físico, sino sólo un individuo en el que la sexualidad está desviada y se ha detenido o se ha saltado a estadios aún no acordes con su edad, una anormalidad en su desarrollo.

El carácter normal de la vida sexual está asegurado por la conjunción hacia el objeto y la finalidad sexuales de dos corrientes: la ternura y la sensualidad.
Algo muy normal en épocas anteriores, en que una persona era la madre de los hijos y otra la que compartía y proporcionaba los placeres.

Si un varón o una mujer pueden amar a dos mujeres o dos varones, a la vez, es porque la síntesis sexual de afecto y sensualidad se han disociado
Y no se ha efectuado la armonía entre ambos.

La armonía de ternura y erotismo que, normalmente deben ir juntos, no se han fusionado y han permanecido autónomos y cada uno se ha dirigido hacia un objeto sexual, la ternura hacia la esposa/el marido y el erotismo hacia la/el amante.

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