sábado, 14 de noviembre de 2015

¿GAUDEAMUS, IGITUR?


¿GAUDEAMUS, IGITUR?  

¡Y UN JAMÓN!

“Indignado” estoy (ahora que está de moda “indignarse”). ¿Por qué no se lee el 2º Verso: “Juvenes dum sumus”?
Puesto que el Aula de Mayores la formamos personas mayores de 55 años, deberíamos estar, todos, “indignados” de que el “Gaudeamus, igitur” se cante el día de la inauguración de curso. Porque, cuando en el canto/himno (véase más abajo), se “habla” de “jóvenes”, se refiere a “jóvenes de edad”, no de “jóvenes de espíritu” (lo que nosotros, los mayores, somos).

Nuestro “gaudeamus” no es de acelerar las vivencias, como los jóvenes, sino de mantener la velocidad vital, saboreando los pequeños placeres. Nosotros no nos entrenamos ni corremos tras los grandes proyectos, nosotros andamos, con gimnasia de mantenimiento, ocupados en nuestras pequeñas cosas.

Los “jóvenes” proclaman/gritan: GAUDEAMUS. Los demás (los profesores, el Estado, la Universidad, la sociedad, los mecenas,…) que sólo VIVANT, les interesan que VIVANT (que no mueran, que no desaparezcan, que estén ahí). Porque sólo si estas fuerzas vivas están vivas, ellos, los jóvenes, pueden “GAUDERE”.

¿Y dónde estamos, en esta fiesta, los mayores de 55 años?. ¿GAUDERE?, ¿VIVERE?

Yo nunca canto, ni siquiera tarareo el himno (cosa que sí hice en mis tiempos mozos), pero ahora, cantarlo, lo considero un despropósito, una impostura.
Nada que ver nuestra inauguración de curso con el botellón juvenil, donde, realmente, en ellos se manifiesta el “Gaudeamus”.
El himno, que han hecho suyo todas las Universidades, no es una creación de la Iglesia Oficial sino de los goliardos y pícaros estudiantes.

El tema principal del Gaudeamus, no es porque va a empezar el curso y van a comenzar a estudiar y a formarse, a llenarse de sabiduría…
El tema principal es darle la vuelta a la “meditatio mortis” (meditación sobre la muerte), tan típicamente medieval, pensando más en la vida futura eterna que en la presente “vita brevis” (de hecho, en un principio se llamaba “de brevitate vitae”). Lo que hizo decir a algún santo español “muero porque no muero” (o sea, estoy deseando que llegue la muerte para quedar libre del cuerpo y disfrutar eternamente en el cielo).
Puesto que esta vida es breve, hay que aprovecharla y apurar el placer, sacarle todo el jugo, “juvenes dum sumus”, porque cuando pase la juventud…. “El pasado ya no es”, fue, “ubi sunt qui ante nos in mundo fuere?”.

Lo mismo diría nuestro Jorge Manrique: “qué se hicieron de….?”

“El futuro todavía no es” (y cuando sea, ahí está la ancianidad (“molestam senectutem”) y la muerte, (“nos habebit humus” = nos tragará la tierra). La muerte es “segura (nos llegará) y universal (“nemine parcetur” = de ella no se libra nadie), aunque sea de hora incierta, puede presentarse en cualquier momento (“venit mors velociter”), sin haber sido invitada.
¿A qué estamos, pues, esperando?. ¡CARPE DIEM¡, ¡GAUDEAMUS, IGITUR¡ ¿Por qué preocuparse de lo que “no es” (de lo que “ya no es”, y de lo que “todavía no es”?

Preocupémonos y ocupémonos de la vida presente, de lo que “ahora es”, que, además es “breve, transitoria”, tanto que “daremos lo no venido, por pasado”
Si el pasado ha muerto y el futuro nos lleva a la muerte, ¿a qué estamos esperando, para vivir, a tope, el presente?
Gocemos de la existencia “iuvenes dum sumus”, alegrémonos.

LATÍN

Gaudeamus igitur,

iuvenes dum sumus. (bis)

Post iucundam iuventutem,

post molestam senectutem,

nos habebit humus.

Ubi sunt qui ante nos

in mundo fuere?

Vadite ad superos,

transite ad inferos,

ubi iam fuere.

Vivat Academia,

vivant professores.

Vivat membrum quodlibet,

vivant membra quaelibet,

semper sint in flore.

Vita nostra brevis est, breve finietur.

Venit mors velociter,

rapit nos atrociter,

nemini parcetur.

Vivat nostra societas!

Vivant studiosi!

Crescat una veritas,

floreat fraternitas,

patriae prosperitas.

Vivat et Republica,

et qui illam regit.

Vivat nostra civitas,

Maecenatum charitas,

quae nos hic protegit.

Pereat tristitia,

pereant osores.

Pereat diabolus,

quivis antiburschius,

atque irrisores.

Alma Mater floreat

quae nos educavit,

caros et conmilitones

dissitas in regiones

sparsos congregavit.



CASTELLANO
Alegrémonos pues,

mientras seamos jóvenes.

Tras la divertida juventud,

tras la incómoda vejez,

nos recibirá la tierra.

¿Dónde están los que antes que nosotros

pasaron por el mundo?

Subid al mundo de los cielos,

descended a los infiernos,

donde ellos ya estuvieron.

Viva la Universidad,

vivan los profesores.

Vivan todos y cada uno

de sus miembros,

resplandezcan siempre.

Nuestra vida es corta,

en breve se acaba.

Viene la muerte velozmente,

nos arrastra cruelmente,

no respeta a nadie.

¡Viva nuestra sociedad!

¡Vivan los que estudian!

Que crezca la única verdad,

que florezca la fraternidad

y la prosperidad de la patria.

Viva también el Estado,

y quien lo dirige.

Viva nuestra ciudad,

y la generosidad de los mecenas

que aquí nos acoge.

Muera la tristeza,

mueran los que odian.

Muera el diablo,

cualquier otro monstruo,

y quienes se burlan.

Florezca la Alma Mater

que nos ha educado,

y ha reunido a los queridos compañeros

que por regiones alejadas

estaban dispersos



Cuando dice “vivant studiosi” ¿se refiere a ellos?

Pero del antiguo himno se han suprimido estrofas moralmente no correctas, como:

Vivant omnes vírgenes

Faciles, formosae.

Vivant et mulieres

Tenerae, amabiles,

Bonae, laboriosae.



¡Ea¡. ¿En qué estarían pensando estos estudiantes universitarios?. ¿En el estudio?

(Esta estrofa no precisa traducción) o ¡a abrir el diccionario latín-español, Spes, del bachillerato, que habrá que desempolvarlo¡.

P.D. “Ego, tamen, VIVUS, GAUDEO hoc scribendus”


(Ahí queda eso)

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