martes, 17 de noviembre de 2015

15 M y 15 O.


15 M y 15 O

(Desearía que antes de leer esta reflexión se leyera la que, allá en el mes de Junio, colgué en blogdetomasmorales, con el título 11M, 14M, 15M, 22M.).

“Bienaventurados los hombres de buena voluntad, los que albergan buenas intenciones, los que denuncian los vicios, los que quieren lo bueno y desean lo mejor”. Porque, como dice el adagio, “de personas, con buenas intenciones, está el infierno lleno o empedrado”. O lo que es lo mismo, es necesario, pero no es suficiente “pensarlo” y “manifestarlo”, hay que “hacerlo”, llevarlo a la práctica. Pero, casi siempre, la “buena voluntad” no basta, si no va precedida de un “buen juicio” y seguida de su “ejecución”.

No entiendo, del todo, lo de “Democracia Real Ya” (cuyo acróstico, para abreviar y entendernos, DRY, no me gusta, sobre todo porque la “sequedad” no refleja la “hirviente” denuncia del movimiento 15 M), como no entiendo lo de “No nos representan”, ya que cada 4 años se votan a los representantes, siendo muchos los millones que los han votado para que los representen y se sienten representados. Ellos, los electos, no se han colocado allí, por su propia cuenta y riesgo. Son los ciudadanos los que han ejercido su derecho a decidir. Lo de “No hay pan para tanto chorizo”, como lo considero un insulto, sobrevuelo ante ello.

Lo de “real” implica que la democracia que tenemos y/o padecemos no lo es. Pero de todo lo que he leído del 15 M y 15 O saco la conclusión de que “real”, en cuanto “participativa, directa, representativa, controladora permanente de la acción del gobierno,…” es “angelical”. Yo no creo en los ángeles. Me muevo en el agnosticismo religioso, en el escepticismo filosófico, y en la desconfianza en todo intento de “inmaculada concepción” de cualquier producto humano. Y la democracia, como la televisión, los bolígrafos, los frigoríficos y los ordenadores, son productos humanos, por lo tanto siempre mejorables, siempre perfectibles, por ser, siempre imperfectos, como los mismos hombres.

Si los “indignados” pueden manifestar su “indignación” es gracias a esa democracia, en la que no creen, de la que disfrutamos o padecemos, que salvaguarda su libertad de proclamarla y lo permite.

Un familiar muy cercano trabaja en la Banca, en un alto puesto de responsabilidad, y cuando he ido anunciándole y argumentándole las razones contra los bancos, por parte del 15 M, a los que denominan “vampiros”, “los mayores ladrones”, etc. El calificativo más suave que me ha dedicado ha sido el de “analfabeto económico”, y ha ido dándole la vuelta a todos los argumentos del 15M.

“La dación en pago”: “entrega de la vivienda para saldar la deuda que se tiene con un banco, por no poder hacer frente a la hipoteca”, además de “injusto” (no cumplir el contrato firmado) es de consecuencias negativas. El banco sólo le reclama lo que, previamente, concedió, a petición del cliente. En épocas de bonanza, cuando se compraba para vender más caro, el banco no pedía parte de la ganancia. Llamar “vampiro” a quien reclama lo que, previamente ha prestado, no parece muy correcto.

Deduzco que, en adelante, si se aprueba la ley, cuando alguien vaya a solicitar una hipoteca, el tasador del banco, independientemente del precio que le haya puesto la Inmobiliaria (100.000 euros), lo tasará a la baja (80.000) y, además, sólo le concederá, por ejemplo, el 60 % (48.000 euros), lo que hace casi imposible la adquisición de la vivienda.

Deduzco que, como hasta hoy, comprar viviendas, era un negocio donde invertir, sabedor de que al cabo de dos o tres años se revalorizaría y ganaría dinero, mientras el Banco sólo le exigirá lo en un primer momento prestado, de lo que la vivienda valía, no de lo que ahora vale. Cuando, con la crisis inmobiliaria, todo ha ido al revés, el banco reclama, como antes, lo que le corresponde, ni más ni menos. Nadie obliga a firmar hipotecas. Cada uno debe apechugar con las consecuencias de sus errores. A partir de la aprobación de la ley fluirá menos el dinero, se estancará la actividad económica, todo irá a peor.

Se “indigna” del desconocimiento y analfabetismo económico y financiero de los “indignados”, al menos de lo manifestado. Me aplasta de argumentos. “La democracia perecería al instante, sin la cooperación de los bancos”. ¿De manos de quién, sino del capitalismo, llegó el progreso en el XIX y XX? Si no fuera por los bancos la actividad económica se estancaría.

Le refiero el video de Alberto Garzón y me dice que él y sus compañeros de la Banca acuden, a menudo, al Banco Central Europeo, que sólo les da crédito, al 1,5%, si, en compensación, le llevan “papelitos”, entre ellos el de “adquisición de deuda pública”, nacional o extranjera, pero que NUNCA conceden crédito a todos y, menos, a cambio de nada.

Cuando le pregunto por los millones de euros que el Gobierno ha ido dándole a los bancos, me espeta: “ni UN euro han recibido los bancos españoles”. ¿Cómo es posible confundir “aval” (“por si acaso algún banco…”) con “ingreso”?. Ningún banco ha usado del aval.

Despotrica contra las Cajas de Ahorros, por su competencia desleal, que se meten donde no deben, y que muchas acaban como acaban, más las cuantías abusivas en dimisiones y jubilaciones. Y, ¿dónde estaba el Banco de España? ¿Por qué las Cajas no tienen que pasar el examen periódico como lo hacen los Bancos? Las Cajas sí que han recibido millones y millones de euros para que puedan ser absorbidas por otras Cajas más saneadas.

La democracia existente, parlamentaria, ¿no es una “democracia real”?. ¿Es preferible una “democracia directa, asamblearia, de participación pura? ¿Deben, también, participar los anarquistas? ¿Y los islamistas? (no confundir con los islámicos). ¿Y los antidemócratas? El democratismo puro puede ser una vía de entrada de muchos enemigos de la democracia. ¿Nadie se acuerda, ya, de la “victoria democrática” de Hitler?

¿Que la democracia de la que disfrutamos o sufrimos es imperfecta?, nadie lo pone en duda. ¿Que es defectuosa?, nadie lo discute. La democracia es perfectible, pero no sustituible, y menos por “asambleas” (la otra opción es la “dictadura”). Pero ni a un cojo, manco o tuerto, se los aparta a la cuneta o se les amputa el otro miembro, sino que se les dota de instrumentos supletorios y complementarios, eliminando, además, las barreras de todo tipo para equipararlos a los demás.

¿Que hay que cambiar la ley electoral?, indudablemente, (aunque ya estoy oyendo los gritos de los nacionalistas). Y, además, con la ley D`Hont no todos los votos valen igual. Que se lo pregunten a I.U. o a U.P.y D. y a otros grupos minoritarios.

¿Que debe haber una separación real de poderes?. Por supuesto. Pero ¿eso cómo se hace?. ¿Sería mejor que el Consejo del Poder Judicial lo eligieran los mismos jueces? ¿Sería más democrático sabiendo las distintas sensibilidades de nuestros juristas? Si querer cambiar las leyes injustas es ser “antisistema” yo soy el primer “antisistema”. Porque pueden mejorarse las reglas del juego y seguir jugando al mismo juego, la democracia, con esas nuevas reglas. Pero ¿cómo hacer ver y convencer a los partidos políticos de esta injusticia, para que, desde dentro, sea corregida?.

No soy partidario de “revoluciones” porque, en el camino, puede echarse al niño por la ventana junto con el agua de la palangana. Prefiero las sensatas mejoras progresivas. ¿Que hay que regenerar la vida política? Por supuesto. El acuerdo, manifiesto o tácito, en el rechazo de lo morboso de nuestra democracia, es general, es como una “tormenta de ideas elementales y básicas”, no es algo exclusivo de los “manifiestamente indignados”. ¿Quién no va a estar de acuerdo en la eliminación de privilegios de la clase política (sueldo excesivos, jubilaciones anormales, en cuantía y en tiempo cotizado, cotización sólo de parte del sueldo,….), son verdades como puños, elementales, son el “parto de los montes”.

Reconozco vuestro mérito de concienciación y de las potencialidades de las redes sociales. De vuestro grito de protesta y de inconformismo. Pero, una vez detectado el problema falta la solución.

Pero el acuerdo, unánime, en los rechazos no conlleva a un acuerdo en las propuestas de los mismos indignados, lo que muestra que la meta a conseguir es evidente, pero el método a emplear no. ¿No votar?. ¿Votar en blanco? ¿Votos nulos? Además de que tratar éticamente las cuestiones políticas no es el método adecuado.

No pintan buenos tiempos para los jóvenes, ni para los parados. La pobreza, el paro, la corrupción, el déficit público, la contracción económica, el endeudamiento interno y externo, la explosión de la burbuja inmobiliaria y sus secuelas…conducen al desánimo, a la “indignación”, a la ausencia de horizonte, lo que incrementa su frustración y su malestar.

Ya nada, de momento, es como antes, sobre todo en los P.I.(I).G.S. (acróstico despectivo (“cerdo”) de los países de la periferia europea, (Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España), los de la “economía porcina”), no así en los B.R.I.C.S (“ladrillo”) (Brasil, Rusia, India y China), los países emergentes, con mucha población, mucho territorio, muchos recursos naturales, mucho crecimiento del P.I.B.)

Yo también he despotricado (“En el nombre del Padre, del Hijo y del Santo Mercado”) contra la “Dictadura de los Mercados”. Pero ¿porque exigen garantía de devolución de los créditos a conceder?. ¿Porque se mueven en la oferta y la demanda? Pero ¿no habíamos quedado en que parte de la crisis nos había venido porque, alegremente, se solicitaron créditos y, más alegremente, se concedieron, sin obligar, a quienes no podían hacerles frente y éstos firmaron el contrato? Los que siguen despotricando contra los recortes sociales están manifestando que el Estado debe seguir endeudándose más. ¿Y a quiénes va a ir el Estado a pedir dinero?. A los Mercados. Es la pescadilla que se muerde la cola.

La austeridad no se elige, se impone. Sin tener que llegar al “malestar” deberemos acostumbrarnos al “medioestar”, una vez abandonado el “bienestar”. Esto es tan elemental como la humedad en una avería de agua o como la tos en un resfriado.

¿Un techo al “déficit”?. Tan elemental como un padre lo hace en su economía doméstica, no prescindiendo de necesidades, sino de los abusos de gasto superfluo y no necesario. El modo de cambiar, para ello, la constitución, tal como se ha hecho, no creo que haya sido el mejor. ¿Pero es/era legal?. No lo sé. No soy jurista. A mí no me gustó el método, el contenido, en cambio, sí. El padre de familia no puede dejar hipotecados a sus hijos en las próximas generaciones.

Ni el poder político ni el poder económico son demonios, sino perfectibles, manifiestamente mejorables.

¿Por qué el 15 M (de Mayo) del 2011, y no un día cualquiera del 2008, cuando Zapatero I, el “dadivoso voluntario”, se convirtió/lo convirtieron en Zapatero II, el “austero a la fuerza”? ¿No está siendo, ahora, Zapatero, cuando ya casi no está, un auténtico estadista, haciendo lo que no le gusta, pero que es conveniente para España?

Al P.P. se lo están poniendo “a huevo”, chupando rueda del “trabajo sucio adelantado” por el P.S.O.E. Echan humo el frotar de sus manos. Pero no le arriendo las ganancias con lo que le espera tras el 20 N.

Ni la disolución de E.T.A. (que lo hará antes del 20 N) impedirá su victoria, aunque Rubalcaba quiera colgarse las medallas, que sólo le corresponden a la democracia y a las víctimas. ¿Qué ha sido la mal llamada “Conferencia de la Paz” sino una petición de pista para aterrizar? “Do ut des” –decían los latinos. Yo te hago estos favores (dejar escapar a Josu Ternera y a De Juana Chaos, mirando para otro lado; te aviso de la cacería del Faisán, te legalizo a Bildu y a lo que venga,….) y tú me haces este otro favor, para ponerlo en nuestro Haber, antes del 20 N.

Siempre el terrorismo acudiendo a las urnas. ¿O alguien, ingenuamente, aún cree que…? Pero ¿aún hay que explicarles la diferencia entre acudir al cementerio a llevar flores y llorar a sus muertos, los domingos, y acudir a las cárceles a llevarles comida, en autobuses pagado con los impuestos de los demócratas? Pero, ¡perdonad mi desconfianza, “Indignados”¡. ¿Por qué el 15 M (de Mayo) y el 15 O, español, (Octubre), internacionalizado, cuando las elecciones, en España, estaban y están a la vuelta de la esquina? ¿No es demasiada coincidencia? Vivo en la desconfianza de los “puristas”.

Lo siento. Soy así. No me gusta mucho de lo que hay, pero desconozco, una vez conocido, cómo puede solucionarse. De lo que no hay que deducir que quiera que todo siga igual. NO. Pero no lo sé. Y me asustan los que lo ven todo tan claro. Me recuerda a aquello que se decía en mis tiempos de niño: “esto lo arreglo yo en cuatro días”.


P.D. Un lema a añadir, para la próxima manifestación contra el Liberalismo Económico: “Trabajad como burros, para consumir como cerdos Así seréis unos auténticos animales”. Firmado El Capital

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