miércoles, 25 de febrero de 2015

LA HORMIGA, LA ARAÑA, LA ABEJA Y EL BÚHO



Érase una vez que, en una tierra muy lejana, un Búho, desde lo alto de la rama de un árbol, observaba cómo trabajaban los otros tres animales.

Le dijo a la Hormiga: “tú trabajas mucho, no paras, siempre acarreando para tu hormiguero todo tipo de comidas, para tener llena la despensa y no morir de hambre cuando llegue el invierno. Todo lo que recolectas proviene del exterior, tú solo pones el tesón, el esfuerzo en el trasporte, la fuerza física. Pero trabajas de una manera anárquica, no seleccionas los productos, no empleas una metodología, no planificas, sólo acumulas y acumulas. Las hormigas sois muy curiosas, nunca os cansáis de buscar y de recopilar materiales. Sois como los experimentalistas, que acumulan y almacenan, sin preocuparse de la selección, por eso no aprendéis nada. Tanteáis con vuestras antenas y os repetís. No tenéis una luz, en vuestro interior, que os guíe. Estáis juntas, pero no vivís en sociedad. Vais por el mismo camino, y en el mismo camino os cruzáis, siempre en fila, repetitivas, monótonas.

Sólo empleáis una técnica, vamos a denominarla “estrategia A”.

Se dirigió, después, a la araña diciéndole: “Tú, al contrario que la hormiga, eres poco trabajadora. Te dedicas a sacar, de tu interior, tela y más tela, y tejer y tejer, como si el mundo exterior no te importase. Tu producto es totalmente procedente de tu interior. Tú no acumulas nada. Trabajas para hacer tu tela, que es la trampa y, luego, a esperar a que las moscas, mosquitos, cualquier insecto… caigan en tu red para alimentarte de ellos. El futuro éxito de tu producto, interno, viene de fuera, en forma de comestible.
Sois solitarias, tenéis poca curiosidad por la naturaleza que os rodea. No vais a ella, esperáis que ella venga y caiga en vuestra red. No buscáis, tenéis una mente aguda y, con muy poco material, podéis tejer y tejer una tela de argumentos enteramente subjetivos. Construís castillos en el aire, sois capaces de hablar de todo sin saber de nada.

Sólo empleáis una técnica, vamos a denominarla “estrategia B”

Llamó, después, a la abeja y la puso como ejemplo a las otras dos.

         -Vosotras dos, hormigas y arañas, deberíais imitar a la abeja – les dijo. Ella es la superación de la dicotomía: o todo externo o todo interno. Ella usa vuestras dos técnicas, la externa (de acumulación) y la interna (de elaboración). La infatigabilidad de una y la agudeza de la otra, la curiosidad por el mundo y la capacidad de seleccionar.
Ellas recogen néctar, polen, resina,…. de flores y árboles, del exterior, los asimilan en su interior, los elaboran y producen miel y cera. La miel de la sabiduría (saber) y la cera de las obras (obrar),

Ella emplea la “estrategia C”, que es el uso combinado de la A y de la B.

Deberíais copiar de la abeja.

         -¿Y tú, quién eres? – preguntaron las tres.
         - Yo soy el Búho.
         - ¿Y tú qué estrategia empleas?
         - Yo uso la sabiduría, que está más allá de los datos extraídos del exterior, de lo puesto por el interior y del conocimiento, que es el uso combinado de ambos, de lo interior y de lo exterior.
         Se puede ser sabio sin tener muchos conocimientos, sin acaparar muchos datos, sin  tener mucha ficción e inventiva.

         Yo, con ese mirar profundo, soy el símbolo de la Filosofía.

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