jueves, 5 de diciembre de 2013

Y 14.- CUERPO-ALMA, CEREBRO-MENTE.

     
Si sustituimos los conceptos clásicos “cuerpo-alma” por los modernos “cerebro-mente” actualizamos el problema: “¿Cómo están unidos?

De todos los órganos de que consta el cuerpo humano, sin duda que es el cerebro el órgano más complejo e importante.

Su complejidad abruma, pues las células nerviosas o neuronas de que consta son del orden de 100.000 millones.

El cerebro funciona como una red de neuronas. La información pasa entre ellas por puntos de contacto especializados (las sinapsis).

El sistema de señales es doble: eléctrico y químico.

Una neurona puede establecer entre 1.000 y 10.000 sinapsis, de forma que es informada por cientos o miles de neuronas, al tiempo que ella informa a otras tantas.

Sólo en la corteza cerebral hay 146.000 neuronas por centímetro cuadrado; en total, 30.000 millones.

Se calcula que si se contaran todas las sinapsis a razón de 1.000 por segundo se tardaría unos 30.000 años en contarlas.

Si se tiene en cuenta, además, que en cada hombre pueden contarse hasta 100 billones (con “b”) de sinapsis…

Uno (yo al menos) se siente abrumado ante todas estas cifras.

Su funcionamiento  podría formularse así: por medio del cerebro entra en el hombre el mundo exterior y por medio del cerebro sale del hombre su respuesta al mundo.

Entre la entrada del Estímulo y la salida de la Respuesta está todo lo demás (órganos receptores y transmisores, emociones, memoria, ideas, proyectos, preocupaciones, sentimientos…).

Así funciona, aunque no sepamos bien cómo.

Porque ocurre que ante los mismos Estímulos no siempre se dan las mismas Respuestas ya que, entre medias, están las Variables Intermedias, de manera que no es el esquema simple E-R, sino E-O-R (O = Organismo), de manera que el conductismo puro no es la mejor explicación de este fenómeno.

Imposible determinar, de antemano, la R a un E, porque, además, el hombre puede dar R sin E o ante un E no dar R, al ser “libre” y no determinado ante él.

El cerebro no es un simple mecanismo de transmisión de impulsos, un intercambiador fijo, sino que es un órgano de transformación creadora, además de libre, de los impulsos, un sistema retroactivo que actúa sobre sí mismo controlando su propia acción, adecuando la actividad de cada momento a los fines vitales de supervivencia y desarrollo.

Las Respuestas, pues, no son pronosticables. No sabemos por donde nos va a salir. Además de que cada sujeto es un mundo.

La pregunta histórica fue cuál era la relación entre el cuerpo y el alma (dualismo platónico, unión hilemórfica, paralelismo cartesiano, ocasionalismo, armonía preestablecida...), la pregunta actual es cuál es la relación entre mente y cerebro.

Y esta misteriosa relación intenta ser explicada, hoy día, por:

1.- EL MATERIALISMO, que al no admitir más realidad que la materia considera los hechos mentales como efectos o propiedades de la materia. No de cualquier materia, sino de una materia que ha llegado a un alto grado de complejidad.

Para Feyerabend y Turing, por ejemplo, el ser humano no pasa de ser un autómata consciente.

Mario Bunge, sin embargo, lo ve, con su “materialismo emergentista” (Ver Blog 3 de septiembre 2.013) que ve en el pensamiento una propiedad emergente de la materia, última fase de una evolución que ha pasado del nivel físico-químico al biológico, y del biológico al mental.

Pero siempre surge una duda sobre el materialismo: si lo mental fuera efecto necesario del cerebro ¿no estaríamos afirmando el determinismo? ¿Sería, pues, la libertad una simple ilusión?

 (Luego lo ampliaremos)

Y es verdad que lo material y lo mental, siendo realidades diferentes, su relación es muy estrecha, ¿pero es una relación de “causalidad”?

Se afirma que Causa y Efecto deben estar en el mismo plano. Quizá hubiera que exceptuar el caso que nos ocupa como un salto de nivel o cualitativo, emergente.

¿O son sólo “condicionamientos” y no “causas”?

Suelen aducirse ejemplos tales como: “sin boca no podemos hablar, pero no es la boca quien habla” y de la misma manera: “sin cerebro no se puede pensar pero no es el cerebro quien piensa”. Igual que la boca no es causa del lenguaje inteligente, sino condición necesaria, el cerebro no sería causa de los hechos mentales y sí solo condición necesaria.

“La teoría de los tres mundos” de Popper viene aquí al cuento.

La realidad se divide en tres mundos: 1.- El FÍSICO, 2.- El MENTAL y 3.- El de “LOS PRODUCTOS DE LA MENTE”

Los tres son reales, y actúan el uno sobre el otro.

Mente y Cerebro son dos entidades distintas.

El Cuerpo es espacial, es temporal y está compuesto de partes.

Y sus funciones son las de los vegetales (nacen, se alimentan, crecen, se reproducen (pueden reproducirse) y mueren) más las suyas propias (sentidos externos e internos, sentido común, estimativa o instinto y potencia locomotriz).

El Alma (mente, conciencia, psique) es inespacial, es intemporal y es simple, sin partes.

Y sus funciones son: entendimiento-pensamiento, voluntad, sentimiento y libertad.

CONCEPCIONES DEL ALMA:

A.- Modelo Platónico: alma como “principio de pensamiento-entendimiento”, independiente del cuerpo. Es el modelo que influirá en los racionalistas del XVII.

Para éstos, pues, tanto las plantas como los animales carecen de alma, son “autómatas”

B.- Modelo Aristotélico: alma como “principio de vida”. Inseparable del cuerpo. Ni cuerpo sin alma ni alma sin cuerpo, sino “unión hilemórfica”.

El pensamiento-entendimiento proviene de la vida racional-intelectual que es inseparable del cuerpo.

No hay un cuerpo y un alma, no dos sustancias, sino una sola, un “cuerpo anímico o animado” y “un alma corporeizada o somática”.

Pero hay tres almas o vidas distintas: vegetativa, sensitiva y racional-intelectual.

CONCEPCIONES DEL HOMBRE.

A.- Teorías Dualistas: El hombre es el conjunto de dos sustancias totalmente distintas, cuerpo y alma. Platón, Descartes, Malebranche, Leibniz.

B.- Teorías Monistas (el hombre es una sola sustancia):

         .- La Materialista (sólo materia). Materialismo extremo el de Holbach, Marx, Engels,…

         .- La Idealista (sólo espíritu, conciencia,…) Idealismo extremo el de Berkeley.

C.- Teorías Interaccionistas: Una síntesis de las dos anteriores. Pero Unión Indisoluble.

TEORÍAS CIENTÍFICAS EN TORNO A LA RELACIÓN CEREBRO-MENTE.

A.- Teoría Reduccionista.

Mente = cerebro, por lo tanto, “los estados mentales” son y pueden ser reducidos a “estados físicos” del cerebro.

La actividad mental no es más que una serie de procesos físicos y químicos.

B.- Teoría Emergentista.

El cerebro es un “biosistema” del que emergen propiedades mentales, inexplicables sólo desde la Física y la Química del cerebro.

Se da una “evolución emergente” que produce “propiedades emergentes” totalmente nuevas e imprevisibles.

En el cerebro podemos ver tres niveles: 1.- el Físico-Químico, 2.- el Biológico y 3.- el Psíquico.

Las “propiedades emergentes”, también denominadas “propiedades sistémicas” son las que surgen de la relación entre los componentes de un sistema, pero que no son poseídas por los componentes de dicho sistema.

Suele ponerse como ejemplo, muy gráfico y explicativo, el agua.

El Sistema H2O (agua) tiene unas propiedades que no tienen ni están presentes en ninguno de sus elementos aislados, ni en el H, ni en el O.

Por ejemplo: a.- Si echamos H2O sobre el fuego éste se apaga. b.- Si echamos H, estalla, y c.- Si echamos O se inflama.

C.- Teoría Funcionalista.

Lo decisivo no son los estados mentales. No importa tanto “qué” son, ni “de qué” están hechos, sino “para qué” son, qué función cumplen.

Esta Teoría sostiene la tesis de que la base sustancial de los procesos mentales no tiene por qué ser, necesariamente, el carbono (como en el caso de las neuronas) sino que podría ser de cualquier otro tipo de materia (por ejemplo, el silicio).

Según esto, la mente podía seguir existiendo tras la aniquilación del cerebro (pero, eso sí, en otro soporte sustancial, aunque no necesariamente orgánico).

Una variante del Funcionalismo es el Cognitivismo.

Éste afirma que nuestra mente funciona como un ordenador:

         .- La Mente es/sería el software (los programas).

         .- El Cerebro es/sería el hardware (el soporte físico).

El hardware serían las neuronas, el software las estructuras funcionales y la información.

Además, un mismo programa de ordenador puede ser ejecutado mediante máquinas distintas, como la información puede ser introducida (input) desde el exterior (teclado o disquetes), pero también es posible que el ordenador posea ya una información que venga “de fábrica”.

Igualmente en el cerebro.

Una misma función mental puede ser ejecutada por conjuntos de neuronas distintas (incluso por cerebros distintos).

La información puede ser introducida a través de los sentidos corporales, y también es posible que el cerebro posea ya una información innata, que venga “de fábrica”.

La teoría más reciente sobre la estructura del cerebro, el Conexionismo, invierte la analogía de la mente-cerebro con el ordenador, y en vez de concebir el cerebro según el  modelo del ordenador, es éste el que es concebido según el modelo del cerebro.

Un ordenador es una “máquina neuronal”.

Entonces, ¿el problema mente-cerebro?

Es un problema “metafísico”, por lo tanto, “irresoluble empíricamente”

Y, ya desde Kant, y según él, “los problemas metafísicos pueden/deben ser pensados, pero no pueden ser resueltos”

Por ser metafísicos, al internarse en ellos la razón humana, cae en contradicciones (“antinomias”) irresolubles, porque puede demostrase (¿) una cosa y la contraria.

Las cuestiones metafísicas, como la existencia o no de un alma espiritual, son sólo “objeto de creencia”, no objeto de conocimiento.

Volviendo al terreno clásico filosófico. Creo que durante toda la historia se ha incidido demasiado en la separación cuerpo-alma, como si fueran  el jinete (alma) y el caballo (cuerpo) y que, cuando el jinete va montando sobre el caballo es un “caballero”.

Lo que realmente existe es el “caballero”, no el jinete ni el caballo. Es una unidad, no una dualidad.

¡Que bien lo vieron –según cuentan- los indios americanos cuando, durante la conquista española, huía, aterrorizados al interpretar al caballeo luchador como un solo ser, en una sola pieza.

No son dos partes. Son los dos principios constitutivos de una única realidad psicosomática.

El cuerpo/mi cuerpo no existiría sin mi alma (mi cadáver no es mi cuerpo), ni mi alma sin mi cuerpo. Quien existe soy “yo”: “cuerpo animado” o “alma corporeizada”. Dos semi-principios (vamos a llamarlos así) míos y que hacen que yo sea.

Lo anímico se refleja en lo físico, y viceversa. Y así solemos expresarlo: “tiene buen corazón” (no decimos sano), “una mirada limpia” (no es que vea bien), es “un desalmado” (no es que esté muerto).

El alma, que siempre tuvo, a nivel general, una connotación religiosa, ya ha dejado de tenerla.

Lo curioso es la connotación negativa de la “carne” (uno de los tres enemigos del alma) en la doctrina cristiana y luego Dios “se encarna”, se “hace carne”, pero….

Para Platón se da un antagonismo entre el cuerpo (soma = sema = cárcel) y alma.

Prioridad esencial y temporal del alma, que sólo por un pecado será condenada, para purgar su pecado, encarcelarse en un cuerpo.

La unión es como la del prisionero en la cárcel (un presidiario), barca y barquero, caballo y jinete. Dos substancias distintas, unidas accidentalmente, y que pueden separarse (salir de la cárcel, desembarcar, descabalgar).

Igualmente San Agustín: son dos substancias distintas, pero el hombre es su alma racional que se sirve de un cuerpo material y terrestre.

Descartes llega al extremo del dualismo, el hombre es una “res” (cosa) “cogitans” (que piensa). Aunque pensar, para Descartes es cualquier actividad psíquica, desde amar a conocer, desde recordar a desear, desde….a….

¿Cómo se comunican entre sí una “res extensa” con una “res cogitans”, dos substancias tan absolutamente distintas, separadas e independientes?. Y aprovecha el desconocimiento, en ese momento, de la función de la glándula pineal, para colocar en ella el lugar o punto de comunicación entre ambos.

Me parece más lógica la defensa de Malebranche, con su Ocasionalismo.

Puesto que, al ser tan distintos el cuerpo y el alma, es imposible su comunicación, es Dios quien, “con ocasión” de que en el cuerpo ocurre algo, produce la acción correspondiente en el alma; y viceversa.

Oigo los piropos que me echan los otros, me emociono (afección anímica) y me echo a llorar, derramando lágrimas (fenómeno corporal). Pero es Dios quien, “con ocasión de…..”

Incluso Leibniz, con su “armonía preestablecida” (para liberar a Dios del engorroso trabajo de estar pendiente de ver lo que ocurre en el cuerpo para que el alma, malebranchianamente,….

Cuerpo y alma, desde el principio, están sincronizados por Dios que, como ya sabe qué tal día, a tal hora, voy a perder a un ser querido, cronometra el otro reloj (el de la tristeza que me invade,…..).

Santo Tomás, sin embargo, a pesar de aceptar la concepción platónica del mundo, es un aristotélico en su concepción del hombre. No son dos sustancias, sino una sola, una materia prima más una forma substancial, dando lugar a una sola substancia que, también, tendrá formas accidentales o accidentes variados.

Para que exista la persona se exige que exista el hombre completo.

En otro lugar he escrito sobre “qué soy” (substancia, naturaleza, biología) y “quién soy” (historia, biografía)

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