martes, 16 de abril de 2019

DIOS: ¿”DISEÑADOR INTELIGENTE”? ( 1 )




"A quienes arrojan por la puerta querrán, e intentarán, colarse por la ventana si se quiere estar dentro".

Los creacionistas estadounidenses (un 42% de su población), como “la creación” no es una teoría científica (ni falsable ni verificable) sino una “creencia” (“creo en Dios Padre….creador del cielo y de la tierra, creo…”) han disfrazado, terminológicamente, el “creacionismo” con el término de “diseño inteligente” y la presentan como una teoría: “si el mundo y todo lo que hay en él es un “diseño” entonces necesita un “diseñador, que es Dios: “el diseñador inteligente” que, no sólo lo creó todo, sino que creó al hombre “a su imagen y semejanza”.

Disfrazada la “creencia” como “teoría” pretenden entrar (o no salir) del ámbito escolar, estar presente en las escuelas y enseñar “su” teoría como teoría alternativa a la “teoría evolucionista” y están de apostolado, de misión por todo el mundo (no hace tanto que estuvieron aquí, en Málaga).

Si ha habido un científico contra el que se han disparado los dardos más envenenados, y eso que Darwin nada dijo del origen de la vida en la tierra, ni del sistema solar, ni del universo.

Mayor amenaza al protagonismo divino serían Newton, Laplace (el que respondió a Napoleón no necesitar la hipótesis Dios para explicar el funcionamiento del universo), Einstein, Dawkins, Stephen Hawking.

Analicemos el cuerpo humano.

El cuerpo de la mujer: sus embarazos, además de molestos, son peligrosos y sus partos naturales sumamente dolorosos ¿No podía, Dios, haberlo diseñado mejor?
Mientras las demás hembras animales corretean como si nada llevando, incluso, varios hijos dentro de su vientre y, al terminar el múltiple parto, se levantan (si paren acostadas) como quien se levanta de la siesta, la mujer, en cambio, recién parida no puede ni moverse.
Además de que sus embarazos son problemáticos y peligrosos, el parto es infernal.
¿Cuántas mujeres, a lo largo de la historia, han muerto al parir?

Mientras el bebé-gorila pesa dos kilos y su mamá-gorila pesa 90 ó 100, el bebé-humano pesa de 3 a 4 kilos y su mamá 60, 65 ó 70.
La desproporción es evidente.
De ahí que los bebés-humanos deben estar bien situados para salir y muchísimas veces no lo están, no están “encajados”
El camino de salida, además, no es recto, por lo que el bebé debe girar la cabeza dos veces y tomar un ángulo recto.
Además, como su cordón umbilical es muy largo, muchas veces se enreda y a veces estrangula al bebé y lo mata o lo aprieta tanto que le faltará oxígeno y puede morir asfixiado o sufrir anomalías.
El embarazo dura más que en otros simios y, para entonces, el cerebro del bebé es demasiado grande al nacer y tener que pasar por una pelvis en extraño ángulo.
¡Y cuántas veces el niño “viene de culo”¡


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