miércoles, 1 de febrero de 2017

ACOMPAÑANDO A J.L. SAMPEDRO /32-1) COMPROMISO

COMPROMISO

“Hay una frase de Martin Luther King que me ha impresionado muchísimo y que pienso utilizar como lema de cabecera del libro que estoy escribiendo ahora.
La frase es la siguiente: “Cuando reflexionemos sobre nuestro siglo XX no nos parecerán lo más grave las fechorías de los malvados, sino el escandaloso silencio de las buenas personas”
Eso es terrible. Verdaderamente estremecedor. Intento no incurrir en ello y, desde aquí les digo: ¡hay que protestar, hay que definirse, hay que estar en contra de eso ¡
Que mi voz sólo llega hasta esa puerta, pues bien; que cuando salgo en la tele llega más lejos, mejor, pero hoy no debemos callarnos.
Cada cual en su lugar y a su nivel debe hacer lo que pueda”

Yo soy de los que también cree que no sólo puede pecarse de “pensamiento, de palabra y de obra” sino, también, y más en “las buenas personas”, por “omisión”, por callarse, por no denunciar las injusticias.

Y bien que lo puso en práctica durante toda su vida pública, primero con sus escritos, con sus conferencias, con sus entrevistas, en cualquier foro en que fuera invitado, directamente, en boca propia, y luego, indirectamente en boca de los personajes de sus novelas.

Ya fue solidario con la expulsión a perpetuidad de Aranguren, Tierno y García Calvo.

Y ese espíritu crítico nos lo recuerdan sus antiguos alumnos, tanto por el contenido de sus clases como por la forma de exponerlo, para abrirles los ojos en aquella época de oscuridad intelectual, de represión, de silencio obligatorio, de peligro por menear el régimen.


“Todo escritor, se lo proponga o no, refleja en su obra lo que es y lo que piensa, aunque unos más explícitamente que otros; pero, incluso por omisión se puede sondear lo que se piensa.
Toda novela responde a la situación social circundante”.

Si ésta es contraproducente y perjudicial para la sociedad no sólo debe pronunciarse, criticarla y denunciarla.
Amoldarse a ella es hacerse cómplice de ella y se es responsable por “omisión”, lo que es un reflejo de lo que se es.

“Pero pienso que el compromiso del novelista es, ante todo, consigo mismo y consiste, antes que nada, en escribir, relatar lo mejor posible e interpretar con eficacia la realidad, descubriendo su mundo a los lectores. Esa debe ser su preocupación fundamental, y esa es, desde luego la mía.

Y creo, sinceramente, que durante todos estos paseos que he recorrido, acompañándolo, está quedando meridianamente claro ese compromiso.

“Ahora bien, si entre los valores que uno ha instaurado en su proyecto vital, a medida que se va haciendo lo que es, figuran algunos que tienden a mejorar el bienestar o el mejoramiento colectivo, y no sólo el propio, entonces el compromiso consigo mismo se amplia y se convierte en compromiso también con los demás.
Por ejemplo, frente al valor individualista que predomina en nuestra sociedad puchos propugnamos una creciente solidaridad, nuevo valor que, curiosamente, es básico en el tercer mundo.
Desarrollar este tema –denunciar los valores vigentes ya nocivos, frente a los deseables- llevaría mucho tiempo, por lo que sólo insistiré en que cada uno debe aprovechar todas las ocasiones posibles para impulsar lo que cree mejor.
A veces a través de sus personajes (…) y otras veces, la mayoría, tomando partido, para apoyar posiciones políticas”

Bien claro lo dejo, tanto en el “Indignaos” como en el 15 M y su denuncia de la injusticia y de la corrupción, tanto a nivel mundial como en nuestro propio país.
Pero ese “apoyar” no significa renunciar a la propia libertad, obedecer incondicionalmente, no criticar al jefe, asumir toda la ideología de un partido,…

“Pero no en un partido que siempre exigirá fidelidad a unas actuaciones con las que no siempre se está de acuerdo.
Puede que la eficacia aumente uniéndose a una organización, pero el escritor sólo será creíble si se le sabe independiente y está, por eso, en condiciones de criticar a sus afines, incluso a sí mismo.
Apoyar movimientos sociales concretos, SÍ, sobre temas determinados, pero partidos políticos NO, porque, además, su objetivo es ocupar el poder, y ya he dicho lo que pienso del poder y de cómo hace inevitablemente cambiar a las personas que se instalan en él”


No hace mucho y en contestación, colgué en Facebook una reflexión bajo el título: “Yo no sé vosotros”

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