sábado, 11 de enero de 2014

5.8.2- UTOPÍAS SÍ – UTOPÍAS NO.


 

“Utopía”, etimológicamente es “no lugar”, “en ninguna parte” (a no ser en el pensamiento, pero no en la realidad) pero, semánticamente, tiene:

- Una connotación  positiva, cuando se emplea el término para designar algo deseable, aunque inalcanzable.

- Una connotación negativa, cuando se emplea el término para descalificar una propuesta queriendo dar a entender con ello que es algo inalcanzable, algo condenado al fracaso.

Utopías famosas han sido:

.- La República, de Platón.

.- Utopía, de Tomás Moro.

.- La ciudad del sol, de T. Campanella.

.- La Nueva Atlántida, de F. Bacon.

.- Icaria (Viaje a), de E. Cabet.

.- Walden II, de Skinner.
                                                       

Un rasgo fundamental de todas ellas es estar descontextualizadas, sólo imaginadas, situadas fuera de cualesquiera circunstancias históricas.

De aquí que, en este sentido, toda UTOPÍA  sea una UCRONÍA (fuera del tiempo).

Las funciones de las Utopías.


.- Según sus Defensores:

a.- Constituyen proyectos de una racionalidad puesta al servicio de los fines.

b.- Constituyen modelos de realización de la justicia.

c- Sirven de espejo crítico de la sociedad vigente.
 

.- Según sus Detractores:

a.- Bajo su apariencia revolucionaria constituyen modelos de sociedad conservadores.

b- Responden a modelos totalitarios de sociedad.

c.- Con su pretensión de cambiarlo todo paralizan las transformaciones reales y factibles.
 

UTOPÍAS NEGATIVAS O ANTIUTOPÍAS

El desarrollo de las ciencias y de la tecnología llevó a algunos pensadores, en el siglo XX, a pensar que ciertas propuestas utópicas podrían llegar a realizarse. Pero esto, más que resultar esperanzador parecía sembrar de negros presagios el futuro humano.

Una de las más famosas Antiutopías ha sido “Un mundo feliz”, de Aldous Huxley, donde se imagina una sociedad donde todo estaba absolutamente controlado para que los individuos fueran felices: los niños eran manipulados desde el mismo momento de su gestación para que fueran sanos y perfectos, para que disfrutaran haciendo un determinado tipo de trabajo y no otro.

A los adultos se les suministraba píldoras de la felicidad, etc.

De este modo, que Huxley imagina posible en un futuro no demasiado lejano, se crea una sociedad de individuos felices, pero una sociedad absolutamente inhumana.

Otra famosa Antiutopía es “1.984” de George Orwell, en la que imagina un mundo de pesadilla donde los individuos son absolutamente controlados por un poder político totalitario (el “Gran Hermano”) y la libertad es borrada incluso como concepto.

Intentan servir de espejo crítico de la sociedad de su tiempo. Tratan de mostrar a dónde pueden llevarnos ciertas tendencias existentes en nuestras sociedades si no conseguimos cambiar el rumbo de nuestra civilización.

No tienen ningún mensaje positivo que ofrecer y, además, suelen estar situadas temporalmente en el futuro.

En el siglo XX había surgido la sospecha de que, con el pretexto de crear el paraíso, podíamos acabar creando un infierno.

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