domingo, 10 de marzo de 2013

A CONTRACORRIENTE


Cuando el mundo va camino, cada vez más y más de prisa, hacia la secularización, humanizando lo hasta ayer mismo divino, buscando, en este mundo, respuestas a problemas de este mundo, sustituyendo la fe por la razón,….. Algunos se empeñan en divinizar lo humano.

Y cuando cada vez más, ante cualquier enfermedad, todos acudimos a los hombres (médicos del Centro de Salud y cirujanos de los Hospitales) para que nos examinen y den con el remedio adecuado, algunos, todavía, confían más en la solución de arriba y acuden a las iglesias a rezar, como la solución ideal.

Cuando en los Centros de salud hay que pedir número para una cita y los hospitales tienen listas de espera, las iglesias están quedándose vacías como centros de oración y son visitadas, sobre todo, como museos artísticos, algunos se empeñan en ir contracorriente.

Cuando la gran mayoría humana va buscando un tratamiento médico, a seguir, algunos siguen empeñados en los quinarios y las novenas.

Y mientras el tristemente fallecido acude a los hombres (en este caso cubanos) buscando la solución y sus seguidores se lo piden a Dios y ni unos ni el Otro saben curarlo y se muere, ahora va a ser casi canonizado para que, ya muerto, interceda por ellos entre ….¿entre quiénes?

Si yo tuviera que “divinizar” a algún hombre sería a los investigadores y descubridores de las vacunas, que inmunizan, y a los médicos y cirujanos, que curan. (Quizá, también, salvase a los poetas, por su lenguaje estético y a los artistas, con su belleza, cuyas obras sirven de alimento al alma).

¿Divinizar a quien primero se lo quita, para luego devolvérselo? ¿No sería mejor no habérselo quitado? (estoy hablando de las gigantescas “devaluaciones”, con la consiguiente gigantesca “inflación).

Me informo de la cantidad y el tipo de comercio internacional (exportación e importación) y sigo preguntándome qué ven que yo no veo.

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