miércoles, 12 de diciembre de 2012

NO BASTA DECIR: “LO SIENTO”


 
Decía el filósofo Th. Adorno que: “Después de Auswicht no se puede escribir poesía”.

Desde mi ínfima posición pienso lo contrario. Quizá desde la Estética pueda encenderse una, aunque sea pequeña, luz ante la brutalidad de la ausencia de Ética.

¿Pudo evitarse el genocidio judío en la Alemania nazi?

¿Pudo evitarse que los “campos de concentración”, tan usuales en tiempos de guerra, se convirtieran en “campos de exterminio”?

¿No se sabía o, aunque se sabía, no había motivos suficientes para, al menos, intentar evitarlo?

Porque si la mayoría de alemanes no lo sabía….pero ¿y si sí se sabía pero no se hizo nada para intentar evitarlo, por no poner en peligro la vida propia y la de la familia?

Refugiarse en el ámbito de la vida privada (“a mí, que me dejen tranquilo”, “bastante tengo yo con lo mío”….) ¿puede exculparlos?

¿Ponerse de espaldas al acontecimiento te exime de la responsabilidad, al menos parcial, de lo que está ocurriendo a tu espalda?

¿El no querer saber es, en parte, estar de acuerdo según el dicho de que “el que calla, otorga”?

¿El que sabiendo y nada dice o el que no quiere saber para, así, nada tener que decir y tener que decidirse, están, al menos en parte, refrendando lo ocurrido?

Para que “el bien” venga hay que quererlo y buscarlo, porque “el mal” sobreviene solo, si no te empeñas en pararlo.

Así lo afirmaba Aristóteles sobre la “virtud” y el “vicio”.

La “virtud” nunca llega sola, hay que ir a buscarla y conseguirla, es un “hábito (proveniente de la repetición de “actos” buenos) de obrar bien”. Pero el vicio (el “hábito de obrar mal”) llega solo, no hace falta hacer nada.

El celoso cumplimiento del deber debe sopesarse con la muerte de miles y miles de personas, y no hay discusión posible. El “no matar a una persona” prevalece sobre “cumplir órdenes”, Tendría que no haber matado, tendría que “haber sido virtuoso” más que “cumplidor”.

¿Qué valores morales habitarían en su alma para que ni la piedad, ni la vergüenza, ni el remordimiento, ni la indignación, ni….lo llevaran a realizar el genocidio?

Pudo el antisemitismo a las virtudes.

¿Y la población alemana?

Ante tal genocidio no basta decir: “lo siento” a nivel personal y privado, porque es un “mal público”, contra el que debería haberse luchado.

Quien “lo siente” privadamente, en el fondo lo que desea es estar a bien consigo mismo y con todos, tanto con los asesinos y sus partidarios como con las víctimas.

No decirlo “públicamente”, el secreto, también sirve para que no se enteren los asesinos, no siendo que….

Un perseguido, un desahuciado, una mujer maltratada,….no puede conformarse con que alguien, al oído y sin que los demás se enteren, le diga: “estoy contigo”.

Lo que todos ellos necesitan es una adhesión impersonal, no basta la de los cercanos y amigos.

No basta con lamentar la situación de la víctima, debe intervenirse para evitarlo.

El mero silencio del espectador de una injusticia es, en el fondo, estar a favor de la desvergüenza de los agresores.

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