jueves, 27 de diciembre de 2012

A MÍ, QUE ME REGISTREN



Yo no he hecho nada (o, mejor, yo nada he hecho).

Es que ese es el problema: que no has hecho nada, cuando deberías haber hecho algo.

¿Acaso yo he producido o cooperado a producir este mal presente?.

Y si yo nada tengo que ver con ello ¿es asunto mío?. ¿Me atañe a mí?.

Por lo tanto si no soy responsable (y me considero inocente) no tengo por qué considerarme culpable y, dándole la vuelta (como a toda proposición bicondicional), si no soy culpable, entonces no soy responsable ni tengo que dar respuesta a ese daño o mal presente.

Y como nada tengo yo que ver con él, que no me salpique, pues.

Es más. Si yo ni siquiera lo quería, no era mi intención que eso ocurriese, entonces…..(Porque si, al menos, lo hubiera deseado, sería “un pecado de pensamiento” (no “de obra”) y mi conciencia se sentiría culpable de un “mal deseado”, aunque no producido.

Cuando un mal ocurre por azar, por casualidad, ¿quedo exento y libre de sus efectos, por no haberlo yo originado, ni siquiera deseado?.

Por ejemplo, un terremoto.

Es evidente que su origen nada tiene que ver conmigo,  (ni conmigo ni con nadie). Pero ¿y sus efectos catastróficos?. ¿Puedo cruzarme de brazos ante la desgracia ajena (aunque tenga la conciencia tranquila por no haber sido ni partícipe ni deseante del hecho)?

En una sociedad en la que convivo con los demás, ¿puedo considerarme sólo espectador del mal sobrevenido?.

Si asistieras, desde tu ventana, al hecho de un maltrato, de un robo, de un asesinato,…te sentirías inocente de no haberlo causado, ¿pero también de no haberlo impedido o denunciado, al momento?.

Del hecho de no sentirse culpable del mal presente ¿se sigue, también, la no necesidad de hacer el bien posterior?

¿No causar el “mal presente” lleva a  no tener que hacer  el bien consiguiente?

“Mal cometido”, “mal consentido”, “mal padecido”, “mal impedido”, “mal mitigado”,…. Aunque en distinto grado, pero todos son males.

Pero “mal” también es no hacer el bien de impedirlo, de pararlo, de mitigarlo.

Y es que tenemos grabado el prejuicio de que nuestros deberes para con los demás son sólo “deberes negativos” (“no matarás”, “no fornicarás”, “no robarás”, “no tendrás malos pensamientos”, “no desearás a la vecina del quinto”,…).

¿Y no tenemos también, “deberes positivos”, como el “deber de hacer el bien”, de cooperar en su origen y en su incremento?.

No ayudar al bien ¿no es cooperar con el mal, al menos a consentirlo y, en parte, causarlo?.

No responsables de hacer el mal (robar, atropellar a un peatón,…) ¿pero no responsables de no ayudar a remediarlo (socorrerlo, llamar a la policía, a una ambulancia,….?

¿SÓLO SOMOS RESPONSABLES DE LO QUE HACEMOS Y NO DE LO QUE NO HACEMOS?

Todos estamos de acuerdo de la responsabilidad en la causa y en la cooperación de un mal, ¿pero no hay la responsabilidad de la “omisión”, del “no hacer”?

¿No soy responsable de la muerte de una maceta, si no la cuido y la riego? ¿Y de un accidentado, si no lo socorro?

¿Y si de mi “no hacer nada” se sigue que algo malo ocurre?. ¿No somos responsables, al menos, de que el mal exista por “no haber hecho algo” que, quizá lo hubiera evitado?.

TENEMOS EL DEBER DE HACER LO DEBIDO, TANTO DE LO QUE SE HACE COMO DE LO QUE NO SE HACE (pero debería hacerse). Pecado de omisión ¿y no delito, también?

“No hacer algo” es una forma de “hacer algo”

No hacer algo debido es ya una conducta y/o una participación, por tanto, responsable.

La omisión es no hacer lo que debería haberse hecho. Pecado/delito de “no hacer”, de “omitir”.

Y si la mayoría no lo hace ¿tengo yo la obligación moral de hacerlo? Naturalmente.

¿Desde cuándo el comportamiento de la mayoría es un criterio moral ejemplar?

¿Es que no es responsable Vicente de ir donde va la gente?.

¿Y lo del mal de muchos….”?, ¿debo ser/considerarme tonto y cooperar (por no hacer) al mal de muchos?

Y el cura de mi pueblo, siguiendo el Catecismo del Padre Astete:

P.- ¿De qué maneras se comete el pecado?.

Y la chiquillería:

R.- El pecado se comete de cinco maneras: de pensamiento, de deseo, de palabra, de obra y de omisión.

Es más fácil Pecar (de cinco maneras) que Delinquir (sólo de tres): 1.- De Palabra (insultando, difamando, calumniando, desacreditando, mintiendo, deshonrando, denostando). 2.- De Obra (actuando, comportándose, procediendo, ocupándose, cooperando,….) y 3.- De Omisión (incumpliendo, excluyendo, no obrando, olvidando, callando, ignorando, silenciando, prescindiendo…)

No me pueden multar, ni juzgar, ni condenar por tener malos pensamientos contra nuestros políticos o por desear que nada bueno les ocurra, pero sí cometería pecado, según el cura de mi pueblo, y según el Padre Gaspar Astete.

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