jueves, 20 de agosto de 2020

FLORILEGIO 19 ( 1 ) LOS PECADOS ORIGINALES DE OCCIDENTE Y OTROS



LOS PECADOS ORIGINALES DE OCCIDENTE.

La obra clásica “Dialéctica de la Ilustración” se preguntaba cómo era posible que una época, que nació levantando la bandera de la Razón y de la Libertad haya producido más sinrazón y menos libertad.

José I. González Faus, en su obra “Abjurar la modernidad” explica, muy lúcidamente, las causas últimas de por qué ha sucedido esto.

Su lectura (estoy seguro) podría retirar la venda de los ojos a más de un fanático de los logros conseguidos por la Revolución Francesa.

BERTRAND RUSSELL.

Con este largo confinamiento por el virus cabrón, que es un cabrón, venga de donde venga y por qué ha surgido, cobrándose tantas vidas inocentes, vidas, sobre todo, de ancianos, he tenido mucho tiempo para coger la escalera y poder llegar a las baldas superiores y poder releer un libro de B. Russell que, ya entonces, me gustó y me ha seguido gustando.

Estoy refiriéndome a “Lo mejor de Bertrand Russell”, uno de los filósofos, fuera del ámbito académico, más leídos en el siglo XX, y ha sido, en buena medida, a su clarividencia, por un lado, y a su sentido del humor, por otro.

Es una selección de textos, hecha todavía en vida del autor, en 1.958, y que gozó de una gran aceptación, así como de varias ediciones.

Recoge algunos de los pasajes más ingeniosos y agudos de sus ensayos que proporcionan una visión completa de su pensamiento, así como se disfruta de su estilo literario (recibió el Premio Nobel de Literatura en 1.950).

Es una Antología de fragmentos extraídos de gran cantidad de libros y de artículos, en torno a 6 núcleos temáticos: Psicología, Religión, Sexo, Matrimonio, Educación, Política y Ética.

Me ha re-gustado, lo he disfrutado y aseguro a quien lo lea que, también, a él le pasará lo mismo.

VARIOS.

1.- El avance de las comunicaciones y la desaparición impuesta de límites arancelarios al movimiento de capitales en todo el mundo ha favorecido la consolidación de unas élites absolutamente especulativas y depredadoras, capaces de alterar o arruinar toda política económica que no favorezca sus insaciables deseos de acumulación de riqueza monetaria.

Nunca el valor de cambio y el fetichismo de la mercancía habían llegado a ser tan desmesurados en una sociedad.

La nueva clase empresarial no genera bienes, sólo maneja dinero (incluso tan sólo cifras en su ordenador) y su objetivo no es tanto el incremento de la productividad o la generación de empleo y trabajo cuanto la obtención de beneficios económicos, de plusvalías rápidas.

Son expertos en contabilidad “creativa” y recurren a los procedimientos más variados para engrosar sus cuentas corrientes.

Sin dejar de ser explotadores en sus empresas son, sobre todo, especuladores y ladrones y se han asentado cómodamente en todas las instituciones en las que se toman las decisiones importantes, y en las empresas, en especial las asociadas a las nuevas tecnologías.

A veces llegan a formar parte del poder ejecutivo y, desde luego, consiguen imponer su voluntad por encima de la de los representantes democráticamente elegidos.

Es el mito del mercado libre, que campa a sus anchas y ahonda las distancias sociales.

2.- ESPARTACO.

Era el año 72 a. C. cuando Espartaco encabezó una rebelión contra los romanos.

Él era un esclavo (en aquellos tiempos la fuerza de trabajo fundamental de Roma).

Aglutinó el descontento de numerosos esclavos, lo que le permitió vencer, por tres veces consecutivas a los ejércitos romanos, gasta que fue, definitivamente, derrotado.

La represión fue brutal, con muy pocos supervivientes y un rosario de crucificados a un lado y al otro del camino que conducía desde Roma hasta Ostia.

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