lunes, 28 de agosto de 2017

MITOS SOBRE EL AMOR



• MITO DE LA MEDIA NARANJA.

Derivado del mito amoroso de Aristófanes, en el Banquete de Platón, que supone que los humanos fueron, en los primeros tiempos, sólo un ser: con dos caras, cuatro brazos, cuatro piernas,.. pero que, por su soberbia y desafío a los dioses, al no tener que necesitarlos, fueron divididos en dos partes que vuelven a unirse en un todo absoluto cuando encontramos a nuestra “alma gemela”, a nuestro compañero/a ideal.

Es un mito que expresa la idea de que estamos predestinados el uno al otro; es decir, que la otra persona es inevitablemente nuestro par, y solo con ella nos sentimos completos.
El mito platónico del amor expresa un sentimiento profundo de encuentro de la persona consigo misma, “y su culminación es recuperar los aspectos que nos fueron amputados y de esa manera, recuperar nuestra propia y completa identidad. Es decir, poder ser todo lo que somos y lo más plenamente posible”.

El mito de la media naranja sería una imagen ingenua y simplificada del mito platónico que intenta transmitir esa búsqueda de la unidad perdida, pero su principal defecto es que “uno más uno” termina resultando uno, lo cual es un grave error, no sólo aritmético, que es asimilado mayoritariamente por mujeres.

Tanto el varón como la mujer son dos naranjas enteras y que quieren convivir, disfrutando de los buenos momentos y compartiendo los malos para hacerlos más llevables


• MITO DE LA EXCLUSIVIDAD.

Creencia de que el amor romántico sólo puede sentirse en una única persona porque se cree que el amor es de “todo o nada” y si una persona se da “toda entera a otra persona” nada queda para otra.
Sólo una persona con otra persona.
Este mito es muy potente y tiene que ver con la propiedad privada y el egoísmo humano, que siente como propiedades a las personas y sus cuerpos.

Y es un mito que sustenta otro mito: el de la monogamia (y, por supuesto, heterosexual) como estado ideal de las personas en la sociedad.

¿Por qué no pueden amarse, intensamente, tres personas, a la vez y simultáneamente?.

• MITO DE LA FIDELIDAD,

Creencia de que todos los deseos pasionales, románticos y eróticos deben satisfacerse exclusivamente con una única persona: la propia pareja.
Ninguna otra persona puede interponerse entre la pareja, que debe ser siempre fiel, “en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, en la presencia y en la ausencia….”

• MITO DE LA PERDURABILIDAD (o de la pasión eterna).

Creencia de que el amor romántico y pasional de los primeros meses puede y debe perdurar tras miles de días (y noches) de convivencia, para siempre, “hasta que la muerte los separe”.
El amor no puede ser un amor pasajero, sino para siempre, pase lo que pase.

Y uno se pregunta por qué.

Si tras la creencia de que no va a ser temporal, sino para siempre, llegado el momento de que ambas personas consideran que se han equivocado ¿no van a poder, amigablemente, recoger la palabra dada y devolver la palabra recibida?.

¿Por qué no?

Si ellos se dieron la palabra y, mutuamente y de acuerdo, deciden dar marcha atrás. ¿por qué no?

• MITO DEL MATRIMONIO O CONVIVENCIA.

Creencia de que el amor romántico-pasional debe conducir a la unión estable de la pareja, y constituirse en la (única) base del matrimonio (o de la convivencia en pareja).
Esto crea problemas porque vemos que la institucionalización de la pasión ¿puede estar y ser institucionalizada una pasión? y el paso del tiempo, acaban con ella, desgastándola poco a poco.

Por eso nos divorciamos y buscamos nuevas pasiones que nos hagan sentir vivos, aunque, en seguida, las personas vuelvan a casarse y, quizá, cometiendo el mismo error que la primera vez.

¿Por qué no va a poderse, de nuevo, reiniciar otra convivencia?

El matrimonio en la Era de la comunicación a escala mundial pero, a la vez, la era de la soledad ha visto, así, aumentada su dimensión mitológica e idealizada:

“La idolatría del matrimonio es la contrapartida de las pérdidas que produce la modernidad. Si no hay Dios, ni cura, ni clase, ni vecino, entonces queda por lo menos el Tú. Y la magnitud del tú es el vacío invertido que reina en todo lo demás. Eso significa también que lo que mantiene unido al matrimonio y a la familia no es tanto el fundamento económico y el amor, sino el miedo a la soledad”

De acuerdo con lo de la soledad, pero no es el objetivo fundamental, sino la convivencia feliz.

Cuando se “huye de” un lugar es porque se desea “ir y llegar a” otro mejor.

• MITO DE LA OMNIPOTENCIA.

Creencia de que “el amor lo puede todo” y debe permanecer ante todo y sobre todo.

Este mito ha sujetado sobre todo a las mujeres que han creído en este poder mágico del amor para salvarlas o hacerlas felices, pese a que el amor no siempre puede con la distancia, con los problemas surgidos de la convivencia, ni con la pobreza extrema.

NO.

El amor es una fuerza que puede mucho, pero que no puede con todo, no lo puede todo.

• MITO DEL LIBRE ALBEDRÍO. 

Creencia que supone que nuestros sentimientos amorosos son absolutamente íntimos, totalmente voluntarios, libres y que no están influidos de forma decisiva por factores socio-biológicos-culturales ajenos a nuestra voluntad. 

Que lo hacemos sólo porque queremos.


• EL MITO DEL EMPAREJAMIENTO.

Creencia en que la pareja es algo natural y universal, de todos y desde siempre.
Que todas las civilizaciones, en todos los tiempos y en todos los lugares…

Y NO es verdad.
La convivencia de dos en dos ha sido, así, reificada en el imaginario colectivo, e institucionalizada en la sociedad.

MITOS Y SÓLO MITOS, pero que hemos asumido como reales, universales, existentes…


Y NO es verdad.

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