viernes, 18 de agosto de 2017

SANTO TOMÁS DE AQUINO: LA SEXUALIDAD Y LA MUJER (4)


Si yo me apoyo en el pensamiento de un autor es porque estoy, en lo esencial, de acuerdo con él.

Sin embargo los tomistas acérrimos escamotean contenidos de la obra de Santo Tomás cuando puede perjudicarle, a él y a la Iglesia Católica.

“La mujer es defectuosa y mal nacida” dice Tomás de Aquino.

 “En lo que se refiere a la naturaleza del individuo, la mujer es defectuosa y mal nacida, porque el poder activo de la semilla masculina tiende a la producción de un perfecto parecido en el sexo masculino, mientras que la producción de una mujer proviene de una falta del poder activo.” (Santo Tomás de Aquino, Summa Theologica)

Y es cierto que, así, literalmente, lo dice.

Pero los tomistas, para disculpar ese pensamiento, recurren y afirman que hay que ir a la fuente de lo dicho.

Así nos encontramos con que en la primera parte de la Summa Theolgica, tratando acerca de Dios, se habla de la creación y de las criaturas, específicamente de la creación del hombre y en la cuestión 92 de esta primera parte, titulado “el origen de la mujer", aparecen 4 artículos, el primero de los cuales se pregunta;

 “Al producir Dios la primeras cosas ¿debió o no debió hacer a la mujer?”

En otro lugar me he extendido sobre la estructura de dicha obra (La Summa Theologica): Pregunta – objeciones (los que responden que no a la pregunta) – respuesta a estas objeciones – posición ortodoxa – argumentos de autoridad sobre la posición ortodoxa – respuesta y posición/postura del autor – corolarios.

En este caso, la primera objeción a que la mujer haya sido hecha junto con las primeras cosas, se toma de Aristóteles (siglos anterior al Cristianismo aunque posterior a la aparición del Génesis), que, como es sabido, Aristóteles es, no sólo una, sino la principal de las grandes influencias del Santo.

Objeciones por las que parece que la mujer no debió ser hecha en la primera producción de las cosas:

1.    Dice Aristóteles en el libro “De Generatione Animalium”:

“La mujer es un varón frustrado. Pero en la primera creación de las cosas no era conveniente que hubiera nada frustrado ni imperfecto. Por lo tanto, en la primera institución de las cosas no debió ser hecha la mujer”.

O sea, que la idea de la inferioridad de la mujer no proviene del cristianismo (cosa que ya todos sabíamos), sino que se remonta a los griegos, y no a cualquiera, sino al máximo representante de la filosofía clásica. 

Santo Tomás dice:

1.    Considerada en relación con la naturaleza particular, la mujer es algo imperfecto y ocasional. Porque la potencia activa que reside en el semen del varón tiende a producir algo semejante a sí mismo en el género masculino. Que nazca mujer(en vez de varón) se debe a la debilidad de la potencia activa, o bien a la mala disposición de la materia, o también a algún cambio producido por un agente extrínseco, por ejemplo los vientos australes, que son húmedos, como se dice en el libro “De Generatione Animalium”. 
2.    Pero si consideramos a la mujer en relación con toda la naturaleza, no es algo ocasional, sino algo establecido por la naturaleza para la generación. La intención de toda la naturaleza depende de Dios, Autor de la misma, quien al producirla no sólo produjo al hombre, sino también a la mujer.

Los defensores de Santo Tomás interpretan el texto anterior de manera torticera y para entender este párrafo se afirma que, al escribir esto, Santo Tomás no está expresando un juicio religioso o de valor acerca de las mujeres, sino solamente constatando un “hecho científico” (¿)… o al menos lo que pasaba por “hecho científico” en su época.

Y esto se confirma con la frase con que concluye esta explicación: “como se dice en el libro De Generatione Animalium“.

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