jueves, 17 de agosto de 2017

SANTO TOMÁS DE AQUINO: LA SEXUALIDAD Y LA MUJER (3)



La Iglesia Católica, en lo esencial, no ha cambiado nada, o muy poco, respecto a la minusvaloración y menosprecio a las mujeres desde que fue conformándose desde los siglos IV y V por los Padres de la Iglesia y, sobre todo, por San Agustín y en el siglo XIII por Santo Tomás, que recoge todo lo anterior y, con la estructura de la teoría platónica (los dos mundos, contrapuestos) y con la inestimable ayuda de la Física y Metafísica aristotélica, de la mano de Averroes, para explicar este mundo.

El tomismo sigue vigente en la Iglesia, aunque con pequeños retoques, pero manteniendo la misma esencia, y se denomina “neotomismo”.

Saque usted sus conclusiones de su incardinación en el mundo actual.

Santo Tomás había nacido en el Castillo de Rocaseca, cerca de Nápoles, Italia, en 1225.
Es el último hijo varón de una numerosa familia de doce hijos.
Su padre se llamaba Landulfo de Aquino.

Santo Tomás era alto y grueso, pero no exageradamente.

Cerca del Castillo donde nació estaba el famoso convento de los monjes Benedictinos llamado Monte Casino. Allí lo llevaron a hacer sus primeros años de estudios.
Los monjes le enseñaron a meditar en silencio.
Lo que lee o estudia lo aprende de memoria con una facilidad portentosa.

Continúa sus estudios por cinco años en la Universidad de Nápoles, superando a todos sus compañeros en memoria e inteligencia.

Conoce a los Padres Dominicos y se entusiasma por esa Comunidad.
Quiere entrar de religioso pero su familia se opone.
Santo Tomás huye hacia Alemania, pero por el camino lo sorprenden sus hermanos que viajan acompañados de un escuadrón de militares y se lo llevan preso.
No logran quitarle el hábito de dominico, pero lo encierran en una prisión del castillo de Rocaseca...

Tomás aprovecha su encierro de dos años en la prisión para aprenderse de memoria muchísimas frases de la Sagrada Biblia y para estudiar muy a fondo el mejor tratado de Teología que había en ese tiempo, y que después él explicará muy bien en la Universidad.

Sus hermanos al ver que por más que le ruegan y lo amenazan no logran quitarle la idea de seguir de religioso, le envían a una mujer de “mala vida” (pero de “buen ver”) para que lo tiente y lo haga pecar.

Tomás toma en sus manos un tizón encendido y se lanza contra la “mala mujer”, amenazándola con quemarle el rostro si se atreve a acercársele.
Ella sale huyendo y así vence las pasiones de la carne.

Esa noche contempló en sueños una visión celestial que venía a felicitarlo y le traía una estola o banda blanca, en señal de la virtud, de la pureza que le concedía Nuestro Señor.


Es, como puede suponerse, más “agiografía” que “biografía”, pero así se ha querido que fuera visto el santo a lo largo de la historia.

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