martes, 26 de julio de 2016

REFLEXIÓN FILOSÓFICA 2




Los Derechos Naturales son una “convención” que debe ser aceptada como si no lo fuera. Pero es eso, una convención pero que, para ser eficaz debe afirmarse como previa a toda convención.

¿Por qué se ponen los Derechos Naturales, siempre, en el comienzo, en el prólogo, de todas las Constituciones Democráticas?
Así, cuando uno jura “acatar” la Constitución, como en ella están expresados los Derechos Naturales, también se compromete a acatar dichos Derechos.
Por ejemplo, los “Derechos del niño”. ¿Qué derechos tiene el niño? Los que nosotros hemos determinado que lo son y que debemos cumplir aunque él no tenga “poder” para reclamarlos.

Imaginemos un “edificio” y sus “cimientos” ¿Cuál es previo a cual?, porque sin cimientos no puede haber edificio, pero unos cimientos sin edificio parecen absurdos.

¿Cuál es el “edificio” que queremos levantar?, ¿qué tipo de sociedad queremos construir?, ¿a qué sociedad aspiramos y que nos gustaría que existiera?
Entonces, éstos tienen que ser los cimientos: “los Derechos Naturales”.

En Matemáticas y en Lógica, en el mundo de las ideas abstractas, distinguimos entre “axiomas” (verdades inmediatamente evidentes), “teoremas” (verdades mediatamente evidentes o de evidencia mediata, hay que demostrar su verdad, desde los axiomas y aplicando reglas de deducción) y “postulados”, que no son ni inmediata ni mediatamente evidentes, pero que “postulan”, “solicitan”,  “piden” ser admitidos como verdaderos para poder inferir y llegar a otras verdades.

Para mí, los Derechos Naturales son los “postulados” que piden ser admitidos como verdaderos para poder llegar, para poder construir esa sociedad ideal, feliz, a la que aspiramos.

Sólo sobre ellos puede construirse una sociedad mejor.

3 comentarios:

  1. Saludos.
    SALVEMOS AL MUNDO, ¡HAGÁMOSLO DE NUEVO!
    Si queremos construir una sociedad ideal que sea sostenible en el tiempo, debemos llevar su diseño a los extremos requeridos por la gravísima situación ambiental y social planteada en la actualidad, cuyo empeoramiento puede culminar en la destrucción de la especie humana.
    La solución para esta problemática potencialmente aniquiladora de nuestra “civilización”, representada por las guerras, las hambrunas, la explotación del hombre por el hombre y la destrucción del ecosistema, nunca llegará como resultado de aplicar simples paliativos dentro de un sistema de cosas esencialmente malo, por muy bien intencionados que éstos sean.
    Nuestra idea consiste en diseñar un prototipo de sociedad ideal realista y factible que rompa con los defectuosos parámetros actuales, y cuya difusión propicie la realización de cambios en el orden mundial establecido hasta que se logre la instauración en todo el planeta de un estado de bienestar generalizado y permanente.
    Este novedoso modelo de colectividad estaría representado por una ciudad sostenible y autosuficiente, que sería exhibida en forma de maquetas, video juegos, historietas, producciones fílmicas, parques temáticos e incluso, de ser posible, una ciudad-estado independiente, la cual poseería, entre otras, las siguientes características : Uso prioritario de materiales y tecnologías de punta amistosos con el medio ambiente; autosuficiencia tecnológica total; limitación del crecimiento económico y poblacional; supresión de la manipulación proveniente de factores de poder económicos, religiosos y políticos; desaparición de toda forma de reverencia entre seres humanos; eliminación del dinero en efectivo; gratuidad total de la salud y la educación; verdadero respeto a las libertades; y democracia real.
    En concreto, la convocatoria es para diseñes por tu cuenta una ciudad con esas características y la compartas con la humanidad, o te unas a nosotros en nuestro sitio web https://elmundofelizdelfuturo.blogspot.com/
    donde estamos trabajando en ese sentido.
    Atentamente, César Emilio Valdivieso París

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    1. Como proyecto coincido contigo. La pregunta es cómo puede llevarse a la práctica en una sociedad democrática en la que la opinión del otro vale igual que la tuya y la mía. A no ser que queramos imponerla dictatorialmente. Un saludo y gracias por entrar en mi blog.

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    2. Saludos amigo Tomás. Gracias a ti por responder. ¡Nooo! ¡Dictatorialmente nada! ja ja. De eso ya hay suficiente aquí en venezuela.
      Cuando tengas la oportunidad de revisar todo el contenido de mi blog (aunque quizás bastaría con que leyeras el capítulo 5) , podrás apreciar que la propuesta es extremadamente democrática, al punto de que el voto de la mayoría de los ciudadanos posee la capacidad de dar al traste de forma inmediata, con cualquier decisión y hasta con el cargo de aquel funcionario o cuerpo de gobierno con el que no esté de acuerdo.
      Ciertamente yo no sé si se podrá llevar a la práctica la fundación de una ciudad-estado con las características mencionadas, y tal vez ni siquiera la conversión de una nación ya establecida a ese sistema. Sin embargo, estoy absolutamente convencido de que de no ocurrir ello a escala planetaria, no hay esperanzas para la humanidad. Y esto no es una simple elucubración, sino lo que indican los datos científicos.
      El asunto es que a los soñadores optimistas no nos queda otra opción que proponer soluciones a la problemática mundial, con la esperanza de que algún día nuestros congéneres entren en razón. Allá ellos si no lo hacen. En uno queda la satisfacción de haber hecho todo lo posible.
      Aunque la meta final sería la transformación de la sociedad humana mundial, mi fin inicial se concentra simplemente en la presentación de un modelo virtual o a escala de una sociedad ideal, a partir del cual nuestros países puedan ir asimilando los aspectos que los beneficien.
      Imagínate por ejemplo, una serie animada sobre la vida de los habitantes de Benesuelo (nombre de la ciudad de mi historia del capítulo 5), que cuente de forma atractiva las peripecias de una familia disfuncional como los Simpson, o las de unos personajes como los de la genial serie española “Aquí no hay quien viva” por decir algo, quienes en sus relaciones con sus vecinos, igualmente imperfectos (que todos lo somos y parece que lo seguiremos siendo), se paseen por ese sistema social que proponemos, entreteniendo a la audiencia a la vez que quizás haciéndola reflexionar respecto a la posibilidad de hacer las cosas diferentes de manera que permitan subsistir a la humanidad por los siglos de los siglos en un ambiente de paz.
      De eso se trata pues, amigo Tomás. Llevo trabajando en ello más de 30 años, y espero seguirlo haciendo, porque lo hago por una vocación a la que no me veo renunciando nunca jamás.
      Por favor, no dejes de hacer cualquier comentario que consideres pertinente. Seguimos en contacto. Un abrazo.

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