lunes, 11 de julio de 2016

¿DEMOCRACIA?



El primer objetivo de la democracia (“el poder reside y emana del pueblo”) fue la conquista de la LIBERTAD.
Frente al Absolutismo o Tiranía Política (“El Estado soy yo”, “mi voluntad es la ley”, “el poder viene de Dios y recae en la autoridad”…) el pueblo quería y luchaba por ser Ciudadano, “personas libres”, frente a los “súbditos”, esclavos de ese poder absoluto.
Y se consiguió. Con Revolución, eso sí, no por donación.
Se consiguió la LIBERDAD.

Pero una vez conquistada esa Libertad Política, de su seno mismo fue creciendo la LIBARTAD ECONÓMICA (el Liberalismo, el Capitalismo Salvaje que, también quería e intentaba ser y actuar LIBREMENTE.

Pero este Liberalismo creó otro tipo de esclavitud, que fue la pobreza, la explotación, la Desigualdad.
Éramos Políticamente Libres pero, en la vida real, éramos “esclavos” del capital ante la consiguiente “Desigualdad Real y Creciente” entre unas crecientes masas proletarias, cada vez más empobrecidas y subyugadas, ante unas minorías o élites, cada vez más minoritarias pero cada vez más fuertes, detentadoras del Poder Económico.

El segundo objetivo, pues, de la Democracia paso a ser la IGUALDAD.
No sólo la Igualdad ante la Ley, porque si la ley emana de este nuevo poder económico….sino Igualdad de Oportunidades, Igualdad Real, sin privilegios (leyes privadas) sino Leyes encaminadas al Bien común.

Cuando el Poder Económico le vio las orejas al lobo, de “salvaje” se transfiguró en “capitalismo domesticado”, pero la Desigualdad aumentaba, no sólo entre países ricos y países pobres, explotadores y explotados, sino en entre personas de una misma sociedad.
El Derecho de Propiedad, ilimitado, instauró esa otra Tiranía, la Tiranía Económica, en la que estaba en juego la vida.

Surgió, pues, el tercer objetivo (y en el que estamos embarcados), la SEGURIDAD, el Derecho a la Existencia de los Ciudadanos Libres, un Derecho superior al Derecho de Propiedad (y en ésas andamos)

Los revolucionarios franceses ya lo tenían muy claro “los bienes necesarios al hombre son tan sagrados como la vida misma. No pueden estar sometidos a la propiedad privada, son “propiedad común”.

La Economía debe estar supeditada a la Moral.

Y si es verdad que la Economía puede entenderse como un pastel que hay que repartir entre todos y que cuanto mayor sea el pastel a más tocaremos todos, lo cierto es que algunos cogen unos trozos muy grandes, perjudicando a los demás.

¿Y si considerásemos la Economía como la construcción de un pozo del que van a beneficiarse TODOS los vecinos y el que quiera, porque la necesite, más agua, que la coja y el que quiere y necesite menos que coja menos?


Porque, si hay agua para todos, que cada uno se sirva según su necesidad.

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