sábado, 23 de noviembre de 2013

3.- ¿QUIÉNES SOMOS?.

                                                                                                                                                                                                                                                                       
NOS NACEN HOMBRES.

D. Pedro Calderón de la Barca se quejaba: “¿qué delito cometí contra vosotros, naciendo?. ¿No nacieron los demás?. Pues si los demás nacieron…..”.

         ¿Qué quiere que le diga, D. Pedro?. Yo no estoy de acuerdo con Ud.

         Las causas eficientes de mi nacimiento (y quiero pensar, también, que la causa final) son un hombre y una mujer.

         Yo “no nací”, a mí “me nacieron”. Mis padres me engendraron. Mis padres me nacieron (sobre todo mi madre). Nuestros padres biológicos “nos nacen”. Es la forma más fácil de ser padres. Biológicamente. Basta con instinto y genitales. Con eso sería suficiente. Pero yo siempre he querido pensar que he venido a este mundo porque mis padres (los biológicos, psicológicos, sociales, sentimentales,…) fueron a buscarme. Yo siempre he querido pensar que no fui un “intruso”, que no me presenté “de improviso”, que nunca fui un “forastero”, fruto de un despiste, de un mal cálculo, de un fallo, ni tengo nada que ver con ese japonés llamado “Ogino”.

         Yo siempre he querido pensar que soy el resultado inevitable, la causa final, de un intenso momento de amor, que soy el fruto de ese grito incontrolable, al que respondí con mi llegada retardada.

         Yo siempre he querido pensar que he sido un “bien venido” porque fui “bien llamado” y he sido “bien querido”, “bien amado”, “bien besado”, “bien ……”….

         Ellos, los padres, “nos han nacido” HOMBRES, macho o hembra, mujer o varón. ¿Qué más da?. Ellos nos han nacido. Y nos han nacido desnudos. Pero, nada más nacer, comienzan a vestirnos.

NOS HACEN HUMANOS


         Si la primera fase era “NACERNOS HOMBRES”, la segunda es “HACERNOS HUMANOS”.

         Hay un adagio de un pueblo centroafricano, de esos injustamente llamados

“semisalvajes” que dice: “hace falta todo un pueblo para educar a un niño”.

         La familia, los amigos, la “seño”, el maestro, el lenguaje, la televisión, el Instituto, los libros, los amores y desamores, los triunfos y los fracasos, los tropiezos, las miradas, los besos dados y recibidos, los besos robados, los besos perdidos y los besos frustrados, el tiempo y el espacio, los ideales, las risas y los llantos, las lágrimas de alegría y las de dolor y las de rabia……eso, todo eso y mucho más han ido haciendo de ti lo que eres, han ido haciéndome “HUMANO”  

         “Yo soy yo y mi circunstancia; y si no la salvo a ella no me salvo yo” – dice nuestro Ortega y Gasset (“esos dos pensadores  españoles” – como decía aquel alumno).

         Yo soy eso, un “ser circunstanciado”. Me han hecho así porque esas han sido mis circunstancias. Con otros padres, otros amigos, otros maestros, otros tiempos, otra ciudad, otros amores…yo, y tú, seríamos de otra manera. Seguiríamos siendo “hombres”, pero seríamos “otro tipo de hombres; seríamos “hombres”, pero “tipos humanos distintos”.

         Cuando despertamos a la adolescencia nos damos cuenta de que llevamos a la espalda una mochila cargada con cosas que todos han ido metiendo, y nosotros sin enterarnos, sin ser conscientes.

       En otro tiempo, en otra cultura, con otros ideales, en otra lengua, en otro tipo de sociedad y de economía,… seguiríamos siendo “hombres” pero “distintos”.

         Nos han ido modelando, nos han ido haciendo “humanos”, a imagen y semejanza, no de Dios, sino de la cultura que nos envuelve, esa que hemos respirado. Somos animales culturales.


NOS HACEMOS PERSONAS


        Ahora, aquí, ya no podemos echar balones fuera.

         Ni padres, ni profesores, ni ambiente,….aquí, ahora, ya no hay excusa.

         El adolescente es responsable de “su persona”

         “Es que la tele…..” –pues, apágala. (Yo, personalmente, le estoy sumamente agradecido a la Tele, porque, gracias a ella, me culturizo a marchas forzadas. Apenas la enciendo hago un zapping (o como se diga), la apago y me refugio en mis libros).

         “Es que los amigos….” Pues déjalos. Precisamente “esos” no son obligatorios.

         “Es que estudiar….” Pues esfuérzate un poco más.

         “Es que mi novia (novio)…. Dile “adiós”. Precisamente “ésa”(“ese”) son lastre, freno, obstáculo….

         “Es que…..” NO HAY “ESQUES”. Tú eres el efecto, tú eres el resultado actual y final de tus opciones y de tus renuncias. Tú, aquí y ahora, eres lo que eres y como eres por ti.

Responde de otra manera. Tú y sólo tú eres responsable de tus respuestas.

         Tu “saldo de persona”, lo que eres, es el resultado de lo que has ido sumando y restando.


Nos NACEN hombres, todos iguales, todos los mismos derechos, los derechos humanos, iguales para todos, sin discriminación de sexo, raza, religión, estado civil, lugar de nacimiento, nivel cultural o económico.


         Pero luego los suecos tienen unos derechos que no tienen los alemanes, y los que tienen los italianos no los tienen los ingleses. Son los derechos sociales, los derechos políticos, culturales,….

         Y, finalmente, tú (y yo) tenemos derechos a matricularnos en el Aula para Mayores, a sacarte el permiso de conducir o invertir en bonos del estado…..No por ser hombre, no por ser español, es por ser tú.

Nos NACEN HOMBRES pero inmediatamente NOS HACEN HUMANOS para, finalmente HACERNOS PERSONAS.

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