lunes, 11 de noviembre de 2013

EL HOMBRE (5). “PORQUE” Y “PARA”.


La pregunta que siempre me asalta: “¿Vemos PORQUE tenemos ojos o tenemos ojos PARA ver?

¿Vuelan los pájaros PORQUE tienen alas o tienen alas PARA volar?

¿Respiramos PORQUE tenemos pulmones o tenemos pulmones PARA respirar?

Apuntarse al “porque” es moverse en el ámbito del Mecanicismo. Hacerlo en el “para” es hacerlo en el del Finalismo/teleologismo.

El “para” siempre implica una intencionalidad, consciente o inconsciente, no así el azar.

Aristóteles decía que los cuerpos pesados caían a tierra “para” ir a su lugar natural, que era el centro de la tierra. Lo mismo que el humo ascendía hacia arriba “para” ir/llegar a su lugar natural.

Tierra y agua “para/hacia” abajo, su lugar natural. Fuego y aire “para/hacia” arriba, su lugar natural.

Teoría de los “lugares naturales”

Galileo, en cambio, ante el mismo hecho dirá que los cuerpos pesados caen a tierra “porque” el cuerpo más pesado atrae hacia sí al cuerpo menos pesado. Por eso caen.

La física aristotélica estaba en un callejón sin salida, no podía avanzar. El “para” era la respuesta a todo. Su Física era una metafísica.

La física galileana estaba en el camino correcto. El “porque” abría nuevas vías de “conocer” el comportamiento de los objetos y así poder “dominarlos”. Su física era y es una ciencia.

La “finalidad” no es una noción científica, sino filosófica.

Pero ¿lo que ocurre en la Física (con la “materia muerta”) ocurre igualmente, y de la misma manera, en la Biología (con la “materia viva”)?

Ambas son ciencias, pero distintos tipos de ciencia.

Cuando una pelota de billar choca con otra, ésta se mueve “porque”…. pero cuando un ratón, en un laboratorio, es sometido a una corriente eléctrica y huye, huye “porque” experimenta un dolor pero ese “porque” es un “para”. Huye “para” huir del dolor, “para” evitarlo”. O “para” llegar a la bolita de queso, o “para” llegar a la hembra.

El conocimiento científico es conocimiento pero ¿es el único tipo de conocimiento?

¿Sólo, si algo es científico, vale?

¿Cubre el conocimiento todo el campo de la realidad? ¿Todo es “científicable”? (y ¡perdón por el palabro¡)

Es verdad que la realidad es científica pero ¿sólo científica?

La ciencia es un tipo importantísimo de verdad pero ¿es toda la verdad?

Aún más, ¿agota la racionalidad científica toda la racionalidad humana?

La finalidad no es objeto de ciencia, como tampoco lo es el azar pero ¿podrían existir los seres vivos, los organismos, sin la finalidad, sólo con el azar?

El “porque” de la piedra que cae o de la pelota empujada en el choque es un “porque” causal, científico (sólo es un “para” aristotélico) pero el “porque” del ratón o de cualquier ser vivo, ante un estímulo, es un “para”, una finalidad, que supone intencionalidad.

El azar, la casualidad, no pueden explicar el comportamiento ordenado de los seres vivos (del árbol (con sus raíces y sus hojas), del ratón (con sus sentidos y su potencia locomotriz), del hombre (con su conocimiento y su libertad).

El orden y la regularidad del comportamiento de los seres vivos no son explicables por la “casualidad” sino por la “causalidad eficiente que es una causalidad final”

Su “reaccionar porque” es un “reaccionar para”.

La complejidad del ojo ¿es producto del azar?

Me muevo en un mar de dudas.

La finalidad en los seres vivos no se discute, se constata. Pero ¿en la materia inorgánica?, ¿la hay?.

Dos ejemplos finales:

1.- Estás viendo la tele y te llevas un susto porque un cuadro de la pared se ha caído al suelo estruendosamente. Y te preguntas “por qué” se habrá caído. Pero ese “porque” es indagando la causa eficiente del “por qué”. Nunca te preguntarás “para qué” se ha caído, porque no hay un “para” de esa caída (a no ser que lo interpretes aristotélicamente).

2.- Voy a Vialia y veo a un amigo sacando un billete del AVE para Madrid. Y me pregunto “por qué” irá a Madrid. Y comienzo a imaginar hipótesis del “por qué”: va “para” asistir a un concierto, va “para” ver a la familia, va “para” ir al fútbol, va “para”…

El “por qué” va es un “para qué” va. Porque si va es “para” algo. En su intención o propósito hay un “por qué” que es un “para qué”.

Y la pregunta: ¿el “por qué” de la aparición de la vida desde la materia inorgánica estaba impreso, en ésta, un “para qué”?

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