domingo, 18 de diciembre de 2011

HERRERA ORIA. LA ENCUESTA.


Una encuesta a pie de calle.
Es otra de mis curiosidades, obsesiones o tentaciones que me han invadido y me invaden (pero que no voy a llevarla a la práctica, porque me da vergüenza y me daría bochorno): hacer una encuesta, en Cll/ Larios, en uno de esos días en que bajo del Campus de El Ejido, al encuentro del autobús nº 3, y preguntarles a los paseantes: “¿A qué le suena “Herrera Oria”?, ¿Cuál era su nombre?”
.- ¿Qué % respondería que se llamaba “Ángel”?
.- ¿Qué % respondería que “era un obispo que hubo en Málaga”?.
.- ¿Qué % respondería que le suena a una Calle?, ¿Y que empalma las calles Hilera y Cómpeta?.
.- ¿Qué % respondería que fue un político, fundador de Acción Nacional, partido del que, posteriormente, surgiría la C.E.D.A.?
.- ¿Y qué % sabría que, ya Obispo, realizó una gran labor social, creando en Málaga más de 200 escuelas-capillas rurales para alfabetizar a jóvenes?

Ángel Herrera Oria, cántabro de nacimiento, fue un periodista, abogado, político y fundador del periódico El Debate, en Abril del 31 (¿recuerdan la República?) y lanza un movimiento católico constitucional, Acción Nacional, que nace con vocación de reunir a “los elementos de orden” del país (lo que implicaría, para él, la existencia de “elementos de desorden”).
Fundo la A.C.N.P. (Asociación Católica Nacional de Propagandistas), con el objetivo de captar a jóvenes católicos.

Una Orden Gubernamental le obligaría a cambiar el nombre del nuevo partido “Acción Nacional” por “Acción Popular”, alegando el gobierno (con toda la razón) que la palabra “nacional” debía usarse única y exclusivamente para las empresas del Gobierno y no para designar instituciones y organismos no estatales.

La Acción Popular constituye el núcleo de lo que sería la C.E.D.A. (Confederación Española de Derechas Autónomas).

Se presentó, por Madrid, a diputado para las Cortes Constituyentes, pero no salió elegido.

En el 36, antes de que comenzara nuestra guerra civil abandona toda su labor laica en España y se traslada a Friburgo (Suiza), donde comienza otra carrera, su “carrera eclesiástica”.
Ordenado sacerdote en 1.940, en 1.947 es nombrado Obispo de Málaga. Famosas serían sus homilías dominicales en las que exponía su pensamiento social, influido por la doctrina de León XIII.

La creación, en Málaga, de las escuelas-capillas rurales para la formación de jóvenes analfabetos conlleva, al mismo tiempo, la catequización de los mismos. Cultura y, al mismo tiempo, religión, fe.

Asistió al Concilio Vaticano II.
Al cumplir los 75 años dimitió como Obispo de Málaga y en 1.965 sería elevado a Cardenal.
Murió en Madrid en 1.968. Está enterrado en la catedral de Málaga.

Málaga le dedicó una calle, a la que espero y deseo que, con tánta memoria histórica, no se le cambie el nombre.

2 comentarios:

  1. Desde que tengo un lector de libros electrónicos estoy guardando todas las entradas que sueles publicar en el blog, para poder leerlas en dicho lector en cualquier parte.

    En cuanto a lo de Herrera Oria sólo hubiera podido responder que me suena a una calle.

    La verdad es que no conocía tantas cosas de Málaga y menos de la guerra civil, como las que ahora sé tras leer tus entradas.

    ¡Un saludo!

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  2. Totalmente de acuerdo con Sergio. Un abrazo a ambos.

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