viernes, 3 de septiembre de 2010

NATURALEZA Y CULTURA.

Viendo, contemplando, analizando un hormiguero, puede comprenderse a una hormiga; pero del estudio de una hormiga no puede concluirse cómo es un hormiguero.
Además viendo una hormiga están vistas todas las hormigas.
“Visto un león, están vistos todos” – dice el profesor Marina.
Desde el individuo animal puede llegarse a la especie.

¿Y del hombre?. ¿Podemos decir lo mismo?.
Analizando la sociedad uno puede concluir cómo son/tienen/deben de ser sus individuos.
Pero ¿del análisis de un individuo puede concluirse cómo es la sociedad?.
Y, conocida una persona ¿se conoce ya a toda la especie humana?.

Evidentemente, NO.
¿Por qué?. Porque en el hombre cuenta, y mucho, el elemento “cultura”, que no es algo genético, sino adquirido, y una persona puede estar alimentada o no de cultura, o de distinta cultura, o en intensidad distinta.
Los valores, los comportamientos, el concepto de la vida y de la muerte, la consideración de los sexos, el valor de la persona, el concepto de familia, los roles paternos y filiales …todo eso lo va transmitiendo la sociedad, a través de la educación, y unos pueden hacerlo suyo o no, y con una intensidad u otra.

Ni siquiera conociendo a una persona podemos deducir cómo son sus hermanos.
Todos sabemos lo del “garbanzo negro” de la familia (aunque los garbanzos, generalmente, no son negros, pero “haberlos, haylos”).
De un “garbanzo negro” no puede llegarse a la conclusión de que la familia sea igual, precisamente por eso es “negro”, por ser la excepción, que, como sabemos, confirma la regla.
La mala interpretación es constante y bastante general, nos equivocamos muchas veces y llegamos a falsas conclusiones.
La contrastación con los otros es necesaria para reafirmarnos o para salir del error.
En esto el lenguaje nos es imprescindible, el diálogo es necesario.
Porque en el lenguaje, todos somos comunistas, pues el lenguaje es propiedad de todos, por eso deberíamos conocerlo mejor, incluso amarlo y aquilatarlo, porque a través de él es como mejor nos entendemos y habitamos en la casa de la verdad.
Y sin embargo muchas veces malinterpretamos el mensaje del otro, o nos malinterpretan, o no sabemos expresarnos adecuadamente.
Una sociedad sin lenguaje sería inimaginable, un lenguaje no social sería absurdo.
Mutua implicación entre ellos. La pregunta de cuál de los dos es anterior es una pseudopregunta.

Analizando la sociedad se comprende que tenga que haber médicos, maestros, taxistas, cajeros/as de supermercados, policías, bomberos,…porque las distintas funciones necesarias para su desarrollo deben estar cubiertas.

Los antiguos decían: “del “esse” al “posse” valet ilatio. Del “posse” al “esse” non valet ilatio”.
(En cristiano) de lo que es, puede concluirse que, si es, es porque puede ser; pero de que algo pueda ser no puede concluirse que sea.

Igualmente, si “todo” es así, éste “individuo” de ese todo también es/tiene que ser así.
“Si todos los triángulos tienen tres lados y tres ángulos, éste triángulo también los tiene, los tiene que tener”.

Pero cuando hablamos del hombre, todo esto hay que ponerlo entre paréntesis, no es así, por la intervención del elemento “cultura”.
No nos referimos a la parte natural, que tendrá, como todos, genes, células, esqueleto,… sino a la persona “total”.

NATURALEZA Y CULTURA. Eso es lo que somos, el resultado final, la suma total de dos sumandos, de los cuales uno de ellos es totalmente variable.
De aquí la igualdad de derechos humanos, en cuanto naturaleza, pero también la desigualdad de derechos personales, porque, en la realidad, “ca uno é ca uno”.
Nadie es fotocopia de nadie. Todos somos originales. “Iguales”, en cuanto personas, pero “distintos” en cuanto “tales personas”.

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