miércoles, 22 de septiembre de 2010

NAPOLEÓN.

Dice el Diccionario de la R.A.E. que “granadero” es: 1.- “Soldado de infantería armado con granadas de mano”. 2.- “Soldado de elevada estatura que formaba a la cabeza del regimiento”. 3.- “Persona muy alta”.

A Napoleón sus soldados lo llamaban “el pequeño cabo”.
Napoleón fue, sin duda, uno de los mayores genios militares de la historia.
Pero era más bien “bajo” de estatura, no llegaba a 1,68 metros. De aquí que se hable de “complejo napoleónico” o “síndrome de Napoleón” o “síndrome del hombre bajito”.
Pero, en realidad, no era tan “bajito”. Pero como siempre aparecía en compañía de la Guardia Imperial, a la que no podían acceder personas que no tuviesen una estatura superior a la media, por aquello de que “todo es relativo”, siempre aparecía “bajito” en relación con los que le rodeaban.

Quizás, por aquello de los mecanismos psicológicos de compensación o supercompensación, puesto que no podía sobresalir en estatura física haría lo imposible para compensar su “relativa” baja estatura con una alta cualificación en otras virtudes.

Cuentan que un granadero, cierto día, le espetó: “soy más grande que Ud., Majestad”.
Napoleón, mirándolo fijamente, le respondió: “más alto” sí, pero “más grande” no, porque la altura de un hombre no se mide “de la cabeza a los pies”, sino “de la cabeza al cielo”.

¡¡¡¡Genio de hombre¡¡¡¡.

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