viernes, 30 de julio de 2010

JERUSALÉN, ATENAS, ROMA.

Si yo supiera las “razones” por las que la naturaleza actúa de esa manera y no de otra…..
Si yo supiera las “razones” por las que la radio o el coche así funcionan y así no puede funcionar…..
Si yo supiera las “razones” por las que las personas me entienden lo que quiero decir o no me entienden….
Si yo supiera las “razones” por las que todas las personas no pueden disfrutar de los logros de la Razón…

Yo sería un científico natural, un experto tecnólogo, un consumado comunicador y un filósofo social.
Sería un dominador de la Razón Natural o Científica, que se practica desde los laboratorios, de la Razón Técnica o, mejor, Tecnológica que se practica en Departamentos Universitarios e Institutos tecnológicos, de la Razón Lingüística, desde la Pragmática y las Estadísticas, y un Filósofo Social, desde la Razón filosófica.

El hombre, un ser natural, vivía en y con la naturaleza. Hombre-naturaleza es un tándem necesario (no así naturaleza- hombre, a la naturaleza le importa un pimiento que haya o no haya hombre. De hecho durante casi toda su existencia el hombre no existía y eso, a ella, no le importaba, no lo necesitaba). No así al hombre, a éste sí que le importa la naturaleza, la necesita.
En sus comienzos la relación del hombre con la naturaleza era sólo y exclusivamente instintiva para la supervivencia, tanto individual como específica.
También en sus comienzos, ante la suma debilidad y exposición a la agresividad de la naturaleza (riadas y sequías, enfermedades y muertes, buena y mala caza, calor y frío excesivos,….) el hombre se imaginaba unos seres superhumanos capaces de hacer lo que él no podía hacer y dominar lo que él no podía dominar, de explicar lo inexplicable. Aparece el mito. Creencias en fuerzas extrahumanas y sobrehumanas, en forma de dioses, de astros, de animales,….
Llega un momento en que el mito falla o no explica suficientemente lo que al hombre le preocupa. Y en vez de invocar a esos dioses comienza a confiar en sí mismo.
Entre él, débil, y la naturaleza, inmensa y poderosa, que lo acogota en cada instante, va introduciendo mediaciones, son las técnicas. Se la domina más y mejor, se la exprime más, en beneficio del clan o de la tribu.
De la simple y mera caza y pesca, paleolítica, elemental, de supervivencia, va creando la agricultura y ganadería, la domesticación y la cerámica, la rueda y el dominio del fuego, la vivienda más segura,…

¿No fue el primer mandato divino, tras el cabreo por la desobediencia de nuestros primeros padres, “creced y multiplicaos (a los dos) y tú, mujer, parirás con dolor tus hijos, mientras tú, varón, trabajarás la tierra”?.
Lo que no les dijo Dios es cómo tenían que hacerlo. Lo de “creced y multiplicaos” era sencillo, el uso del instintos sexual. Lo de “parir con dolor”, no podía ser nada nuevo, ¿a ver cómo esa cabezota y ese cuerpo podían salir por ese conducto de salida tan estrecho, si no es a base de dilatación dolorosa?.
Todas las técnicas que el hombre ha ido interponiendo entre él (sujeto) y la naturaleza (objeto) es el “cómo” (el medio) el hombre ha ido haciéndolo.

Seamos creyentes o agnósticos, ateos o antiteos, lo que el hombre ha ido haciendo, desde el comienzo de su existencia en la tierra, es poner en práctica el mandato divino.
No que sea así, de cierto y de verdad. Lo que quiero decir es que, con el esquema mental del Génesis, se explica bien el desarrollo de la técnica que el hombre ha ido desarrollando.
La sociedad va aumentando. De sociedad bipersonal se pasa a sociedad familiar, de ésta a la tribal, de ésta a la étnica,….
La productividad de la naturaleza va creciendo, en toda ella, sea pesca, agricultura, vivienda, vestido, hogar,…
Y el hombre, con su ingenio, se siente actor principal de ese crecimiento.

Demos un salto histórico.

Jerusalén (Dios, la religión) no anatematizará a la Razón (Atenas, la filosofía), sino que intentará asimilarla en su seno, pretenderá usarla para así poder hacer más racional y más universal (a toda la humanidad) el mensaje divino, la revelación.

Ya no se trata de “mi Dios”, “mi Razón” y “yo”. Se trata de “Dios”, de “La Razón” y de “La Sociedad entera o humanidad”.
“El mandato divino” como punto de partida, la “Razón” como medio y la “humanidad” como fin.
Ese es el esquema interpretativo.

Después ¿“se ha desviado la Razón de su cometido, la utilidad?, ¿ha sido la Teología la que se ha distanciado del mensaje divino?.
Si ha habido desajuste ¿se ha distanciado más de lo divino la razón productivista globalizada, multinacional, expansiva y expandida? ¿o ha sido la teología judeo-cristiana, aislada en su actual burbuja vaticana (sustituta de la Jerusalén judía), gritando palabras bien sonantes en el vacío de las ondas y haciendo gestos momentáneos espectaculares (de espectáculo)?.
La erradicación del hambre, del sufrimiento y de la miseria sería factible desde la “Razón Científica, la Razón Tecnológica y la Razón Social”, pero, de hecho no lo es.
Peor todavía, la distancia entre las sociedades ricas y cada vez más ricas y las sociedades pobres, cada vez más pobres va agrandándose cada vez más, la grieta va creciendo, la injusticia está asentada, institucionalizada.

Grosso modo, e históricamente, se han asociado los conceptos “Religión” con Jerusalén- Vaticano, “Razón-Filosofía-Ciencia” con Atenas y “Sociedad-Política” con Roma.

Si Atenas (la Razón) ha dejado de ser eurocéntrica (ahí están U.S.A., Japón, China,…) y Roma (la Política y Sociedad) igualmente, existiendo hoy un policentro u omnicentro, Jerusalén (la Religión) ha sido desbancada por El Vaticano (Catolicismo), que no considera otros centros equivalentes a él.
La Teología Cristiana ¿ha dejado de ser eurocéntrica?. ¿No continúa el Vaticano considerándose el ombligo nutricio del mundo religioso?.
Con el Judaísmo, desplazado y arrinconado; con el Islamismo, considerado menor de edad, sin pasar, aún, la prueba del Renacimiento y de la Ilustración, pregoneros de la igualdad de todas las personas, independientemente de su sexo, religión, raza,… (los Derechos Humanos), con el Hinduismo y el Budismo, desconocidos, como pertenecientes, que son, a otras culturas de mentalidad no occidental… el Vaticano ha olvidado que Jesús era judío y que el Islamismo procede de la misma fuente que el cristianismo y el catolicismo.

Mientras los 4 tipos de Razones, al comienzo mencionadas, continúan por la senda de la universalidad, la Teología cristiana oficial continúa anclada en sus prístinos y abstractos cuarteles de invierno, considerando non gratos y heréticos a todos los que se salgan del sendero marcado. Como si la Teología cristiana fuera sólo una y no fuera Teología la Teología de la Liberación, por ejemplo.

Si todos nacemos instintivos y progresamos, poco a poco, en la Razón individual, debemos seguir evolucionando hacia la Razón Social Universal y practicarla.
Si es verdad que somos individuos, insustituibles, al mismo tiempo nuestra vida auténtica descansa en la convivencia solidaria.
Todos comenzamos liberándonos de nuestras condiciones humillantes individuales, para seguir haciéndolo familiarmente, siendo necesario el paso siguiente, aunque parezca lejano y utópico: la liberación de toda la humanidad de las humillaciones a las que la vida los somete.

El olvido de Israel, como fuente; la continua y progresiva presencia de Atenas; la no consideración de otros centros no occidentales y la conversión y sustitución de Roma por el Vaticano, trae sus consecuencias.

Preguntas y dudas que invaden a uno, constantemente, como:
“¿el Dios creador del Antiguo Testamento puede ser el mismo Dios que el Dios redentor del Nuevo Testamento?”.
“¿debe un Dios Omnipotente ser un Dios justo?”.
“¿cuál es la responsabilidad de la religión católica en Awschwitz?”

Tomen Uds. estos tres conceptos: “Religión”, “Razón” y “Sociedad”, aplíquenselo a Jerusalén, Atenas y Roma y comprobarán qué variopintas combinaciones les salen.
¿Se puede, desde el Vaticano, pretendido sustituto de las tres ciudades simbólicas, recomponer la situación?.

¿Puede haber/debe haber una normativa universal, más allá de tiempos y espacios concretos, siempre y para todos, más allá de criterios relativistas?.
Mientras todo esquema valorativo historicista siempre es relativo ¿no es absoluta la humanidad?.
La esclavitud existió ¿pero como buena en algún tiempo y lugar?. ¿Puede ser buena la inferioridad de la mujer, considerándola sólo como un objeto placentero y un vientre paridor?. Lo ha sido. ¿Puede seguir siéndolo, hoy, en algún lugar?
¿Deben ser los Derechos Humanos, debe ser la Ética algo condicionado?, ¿o debe ser incondicional?. No pregunto si lo ha sido, me pregunto si puede seguir siéndolo.
La Solidaridad y la Justicia ¿no deben ser, siempre, universales, siempre exigibles más allá o por encima o por debajo de todo respeto al pluralismo cultural, sosteniéndolo?.

¿Manifiesta el Vaticano, desde su prepotencia, el reconocimiento auténtico, no sólo testimonial, de las demás religiones o sólo muestra una cierta condescendencia?.
¿No debe ser la Ética Racional la que sea el ideal y el fundamento, la base, de todas las sociedades?.
¿Es capaz el Vaticano de aceptar un policentrismo religioso real o sólo considerará a las otras religiones como satélites?
¿No debería ser la Razón Ética o la Ética, simplemente, los Derechos Humanos, el único centro universal en el Tiempo y en el Espacio?.
¿Puede/debe el eurocentrismo ser/convertirse en antieurocéntrico?
¿Puede el Vaticano, jerárquico y antidemocrático defender la Razón Democrática? (una cosa es que diga que lo hace y otra, muy distinta, es que, realmente lo piense y lo haga).
¿Deben las democracias de los países católicos tener en cuenta al Vaticano?.

Dios y la Religión no son lo mismo antes que después de la Ilustración.

Así como la Razón es aceptada por las sociedades multiculturales, ¿puede hacerlo el Vaticano?.

Creo que tienen que cambiar mucho las cosas y que debe salir de su burbuja si quiere fermentar a las masas.

2 comentarios:

  1. Si estas preguntas se las planteas directamente al Vaticano, representación de Religión - Política - Poder - Razón -, tú sabes sobradamente cual es su contestación.
    Efectivamente, mala marcha lleva con su inmovilista planteamiento.

    Por cierto, se ve que has recuperado en parte tu vicio, quizá como venganza por la larga ausencia, de "largos" pensamientos y reflexiones.

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  2. Creo que el Vaticano tiene muchos errores y que les está costando adaptarse a los nuevos tiempos. Si lo intentase, que ésa es otra cosa.

    Lo primero que deberían de hacer es separarse del todo de la razón, la política y el poder porque son cosas diferentes, que es lo que me ha dado a entender tu texto y estoy de acuerdo en ello.

    Pero claro parece que aún no se han dado cuenta que han de cambiar, o por lo menos ésa es la impresión que me dan.

    La verdad es que siempre he sido agnóstico, pero en cuanto a creer a la jerarquía eclesiástica me considero bastante ateo. jajaja...

    Saludos.

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