miércoles, 15 de junio de 2016

EL HOMO…



Al hombre le cuesta llegar al tercer y último estadio, el de la Felicidad.

1.- Desde el principio el hombre fue un HOMO SAPIENS cuyo objetivo era “saber”, “conocer” cómo son las cosas, cómo funciona la naturaleza para salir bien parado en su relación con ella.
Si era hostil, para esquivarla. Si era beneficiosa, para aprovecharse de ella.

Naturalmente comenzó con un “saber vulgar” y a base de experiencia y memoria comenzó a sospechar, por la regularidad de los fenómenos, que pudiera haber una ley por la que se regían,

Al principio, y por la experiencia, “sabían” que iba a ocurrir el fenómeno B tras el fenómeno A, pero no sabían el “porqué” de lo mismo.

Era un saber práctico, al servicio del vivir, no por el placer de saber.

“Saber-sabor-saborear-sabiduría”.
El “saber sabe bien”. El “sabor del saber”. El que “busca-ama el saber”. “Sólo el sabio es feliz” instalado en el saber o el filósofo buscando esa instalación, en el caminar hacia ella.

Pero es que, en realidad, como sólo Dios es Sabio, sólo Dios es Feliz, mientras los humanos participamos de lo divino al buscar y perseguir la sabiduría, siendo conscientes de que nunca residiremos, definitivamente, en ella.
El filó-sofo es el caminante que morirá caminando pero que es/debe ser feliz en el camino y mientras camina.

2.- EL HOMO FABER.
Sería el hombre que no se conforma con saber sino que aplica sus saberes, sus conocimientos. El que “hace-fabrica-produce” cosas, artefactos, máquinas que interpone entre su cuerpo y la naturaleza, potenciando el poder de sus manos.
Son los productos de la civilización.
Su meta es agrandar la cantidad y la calidad de los bienes necesarios y no necesarios, ya no para sobrevivir, sino para vivir bien, para el bienvivir.
Este Homo Faber, desde la elementalidad, llegará al HOMO TECHNOLOGICUS.
Y dará lugar al mundo del “haber, del tener”.

3.- EL HOMO LUDENS.
El que disfruta de lo conocido y de lo producido.
En el mundo actual muy pocos lo practican porque no consiste tanto en la cantidad de cosas a tu disposición como de la posición ante ellas.
Es aquello de “el más rico no es el que más tiene, sino el que menos necesita”.
Cuantas menos necesidades, más fácil es satisfacerlas.

El Hombre que Piensa era/es un colectivo muy reducido, compuesto, en un principio, por aquellos que no tenían que trabajar para vivir y que, actualmente, son los que no podrían vivir si no trabajasen.

El Hombre que Trabaja es el que para sobrevivir no tiene más remedio que trabajar, por lo que apenas dispone de tiempo libre para dedicarlo a pensar.

El Hombre que Juega es el que disfruta tanto valorando el conocimiento como en el uso de los objetos producidos.

El pensador (aunque ya sea un abuelo jubilado), el padre en su madurez y el niño nietzscheano serían los representantes de estas tras categorías de “Homo”


El hombre, con sus conocimientos aplicados (la tecnología) se enfrenta a la naturaleza, que se le resiste, para dominarla, o crea una naturaleza artificial nueva.

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