viernes, 30 de noviembre de 2012

¡A DEMOCRATIZAR TOCAN¡.


En una sociedad teocrática, como el Cristianismo, el 2º Mandamiento es “No tomarás el nombre de Dios en vano”.

Porque, en una mentalidad mítica, “mentar el nombre” es “causar la acción”.  (Dice) el cura: “tus pecados te son perdonados” y (acción): “son perdonados”. “(Dice)” Jesús a Lázaro: “levántate y anda” y (acción): “el muerto resucita”.

El “nombre” y la “acción” van en un mismo kit. Como el “abracadabra” del mago y (acción): el conejo que sale del sombrero.

Hoy, en una sociedad civil, uno de los mandamientos (el 2º o el que sea) debería ser “No democratices todo lo que se te ponga por delante”.

“Democracia” ha sustituido a Dios” y como hay creyentes en Dios, convencidos, también hay demócratas convencidísimos de que todo lo que sea o suene a “democrático” tiene que ser bueno.

Pero la religión no admite democracia alguna, todo es piramidal, o viene de arriba, Dios, o viene del que está más arriba en la pirámide humana, el papa y la jerarquía eclesiástica.

La democracia es ajena a Dios. Quien manda, manda.

Si antes se veía a Dios entre los pucheros (como la santa castellana), en todas las cosas, y la naturaleza entera no era sino la huella de Dios, ya en la Edad Moderna, al secularizar la naturaleza, ésta comenzó a ser objeto de estudio, para los científicos, para todos y cada uno, nadie tenía vedada la entrada, cualquiera podía penetrar en ella, estaba democratizada, y dejó de ser objeto de meditación para los teólogos. Quizá perdiéramos el cielo, dejando de rezar, pero ganamos la tierra, con la observación y la razón.

Hoy la democratización no sólo suena bien, sino que goza de un buen predicamento.

Así que, “democraticemos la escuela”, “democraticemos la familia”, “democraticemos la Iglesia”, “democraticemos la Universidad”, “democraticemos la enseñanza”, “democraticemos la sanidad”, “democraticemos la empresa”, “democraticemos la cultura”,……Todo es democratizable. A DEMOCRATIZAR TOCAN, son los nuevos tiempos, nada de autoridad e imposición.

Si la democracia es una de las formas (la mejor o la menos mala) de gobernar la polis, el conjunto social por excelencia, ¿por qué no democratizar todos los conjuntos sociales?

La Verdad será lo que digan que es verdad la mayoría, democráticamente, de los científicos.

Y la Bondad será lo que digan la mayoría, democráticamente, de los moralistas y/o sociólogos.

Y la Belleza…………..

Y la Justicia……

Así que, pacientes y médicos, democráticamente, decidirán qué….

Y profesores y alumnos, democráticamente, decidirán qué y cómo….

Y padres e hijos, democráticamente, decidirán qué…….

¿Todos en pie de igualdad, democráticamente, para deliberaciones y decisiones, familiares, académicas y sanitarias?

Respetar los Derechos de niños, pacientes y alumnos no es otorgarles iguales derechos que a padres, maestros y médicos, porque sus “deberes” son distintos.

¿Os imagináis que una operación de apendicitis o de corazón dependiera de la mayoría formada por enfermeras, auxiliares, pacientes, limpiadoras, administrativos, guardias deseguridad….y médicos, es decir, por todos los que, de una forma u otra, participan en la Institución Sanitaria (o educativa, o familiar)?.

Defender y apostar por un igualitarismo universal, de todos y en todo, es, simplemente, una barbaridad, fruto de malentender qué es la “democracia”.

“Iguales como sujetos políticos” e “igualdad de oportunidades”, para todos, no es considerar iguales a todas las personas en su actividad.

En la naturaleza, la desigualdad es la norma. No hay dos flores iguales, ni dos leones, ni dos personas. En la naturaleza no hay fotocopias, todo es original.

Los méritos, las capacidades, su presencia o ausencia, su mayor o menor grado de los mismos nos hacen más o menos idóneos, más o menos capaces, más o menos aptos.

Mientras la mal entendida democracia considera a todos igual de aptos y valiosos, la auténtica democracia sólo nos considerará iguales en cuanto ciudadanos, pero abogará por la “excelencia”, por lo mejores.

La auténtica democracia aboga por la mayor aristocracia posible de los ciudadanos.

Contra la masa y la mediocridad, la excelencia, la valía personal.

Decía Ortega que “la democracia exasperada y fuera de sí, la democracia en religión o en arte, la democracia en el pensamiento y en el gusto, en el corazón y en las costumbres,… es el más peligroso morbo que pueda padecer una sociedad”.

Quien esto escribe ha reflexionado, y dejado por escrito, varios artículos sobre “democracia morbosa” (Preguntarle a Google por “democracia morbosa tomas morales”)

Democraticemos las competiciones y desaparecerá la competición.

Democraticemos la cultura y tendremos Belén Esteban y Jorge Javier Vázquez a porrillo, forrándose a nuestra costa e inundándolo todo de vulgaridad y zafiedad.

En una sociedad regida por un único criterio, el productivista, lo que prima es la ganancia, que viene reflejada en el índice de audiencia, mientras que los programas realmente culturales, científicos, formativos, valiosos, de debate y reflexión serios,…sería el alimento de un número reducido de personas que, económicamente, no son rentables.

Así que “panem” (y, mientras comen) “circum” (entretenimiento), he ahí el programa vital de una sociedad productivista, que todo lo mide con el criterio de la ganancia.

¿Que hay que impartir Educación Física? Que cada niño, democráticamente, realice los ejercicios físicos que quiera, y si no quiere ninguno, que no haga ninguno.

¿Que hay que impartir literatura? Que cada niño lea lo que quiera, si quiere y cuando quiera, y veremos el Marca y el As como libros de texto.

¿Que hay que….?

¿Pero es que no existen instancias superiores (maestros, profesores, pedagogos, psicopedagogos, inspectores, asociaciones, instituciones educativas…) que, sabiendo, obliguen al niño a….?

Respetar los Derechos de los enfermos no es poner en sus manos (sino en las de los expertos (médicos, cirujanos, colegios de médicos, autoridades sanitarias, investigadores,…) los remedios para su salud.

¿Qué pinta un niño, un bedel, una mujer de la limpieza….(integrantes de una institución educativa), en un claustro, en igualdad de condiciones que el profesorado?.

Es verdad que debe consultarse y estar de acuerdo con los padres, porque la enseñanza no es sólo, ni principalmente, “instrucción y conocimientos”, sino, sobre todo, “educación y comportamiento” y los primeros y principales educadores de los niños son los padres, correspondiéndoles a los maestros y profesores un papel suplementario.

El equipo directivo deberá reunirse con los administrativos, los bedeles, las mujeres de la limpieza, los guardias de seguridad…..para consultar y consensuar cómo efectuar sus labores correspondientes de la manera más eficaz posible.

Pero ¿“DEMOCRATIZARLO TODO”  cuando NO TODO es POLÏTICA y GOBIERNO?

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