lunes, 1 de agosto de 2011

REVOLUCIONES Y RELIGIONES. FINAL.

¿Qué papel les corresponde a las religiones, sobre todo a las tradicionales, en este mundo nuevo de investigaciones profundas y a los problemas de ellas surgidos?
Tendrán que apearse de su histórica soberbia, bajar del cielo a la tierra y dialogar en ese terreno neutral, en el “no man´s land” de B. Russell, en el de la filosofía.
Sólo así, con un sosegado diálogo, podrán evitarse los peligros del integrismo, del fundamentalismo, del dogmatismo y del cientifismo, negadores del otro miembro de la disyuntiva.
Nuestra procedencia evolutiva nos ha reconducido a emparentarnos con los animales superiores, apeándonos de la hasta ahora indiscutible verdad de ser unos seres especialísimos, creados a imagen y semejanza del Creador.

Estas tres revoluciones, “las tres hermanas” –según sentencia de Guillebaud- reconducen a una nueva humanización que contemplen el desarrollo humano integral.
El cambio en lo tecnológico-económico, con el consiguiente vuelco en la concepción tradicional del trabajo, en el modo de vida asalariado.
El cambio en el conocimiento científico, con la nueva visión de la naturaleza y la capacidad de extensión global.
El cambio en el conocimiento y dominio de la genética, con la nueva concepción de qué sea el hombre.

En ese adiós al trabajo físico, a la consideración divina de la naturaleza como vestigio de Dios, al varón como centro de la especie humana.
En ese adiós a la Babel de la confusión de lenguas, cuando es posible la comunicación global.
En ese adiós a los dolores de parto, al día de nacimiento y al día de la muerte.

Lo que se hace / lo que se dice / lo que somos. Hemos tomado el protagonismo, relegando a Dios a la memoria histórica.
Pero parece como si Dios no se conformara con el papel de segundón, y nos hemos encontrado con la explotación económica y la nueva servidumbre, con la manipulación informativa y la condena a no saber, en realidad, qué es lo que ocurre, con la comunidad y fraternidad, por el parentesco que tenemos con todos los seres.

Mientras las religiones sigan añorando la edad de oro del ayer, ya perdido, y añorando el futuro escatológico, en vez de apostar por un futuro terrenal, despotricando del presente….
Mientras siga apostando por volver a la casa de la que, en mala hora, abandonamos, en vez de proyectar un nuevo domicilio de tejas abajo y sin exclusión de creencias…..
Mientras siga defendiendo una mitología de hace 3.000 años, recogida por unos nómadas de Palestina y de fuentes sumerias, como los cimientos y los pilares de la casa del hoy y del mañana……
Mientras siga enquistada en la no superación de su reduccionismo, dogmatismo y absolutismo……

Si en un momento de la historia parte de la humanidad dio el salto del “mito” al “logos”, surgiendo la filosofía y la ciencia, tendemos que dar el paso de “la razón” al “espíritu”, para un humanismo integral.
De la “creencia y mito” a la “realidad y logos” y de aquí al “proyecto-espíritu”

Si por comer del “árbol de la ciencia del bien y del mal” fuimos alejados de poder comer del otro árbol que estaba en el centro del jardín, “el árbol de la vida” con la expulsión del paraíso, el hombre se rebeló intentando construir su propio paraíso en la tierra, superando el sudor del trabajo, los dolores del parto y la aleatoriedad y el azar del nacimiento de los nuevos seres.

El hombre está ubicándose en cualquier lugar y dominando los tiempos. Parece que es Dios el que se encuentra desubicado y al que debemos buscarle un sitio entre nosotros.

La materia-energía, como presencia en todo lo que hay, es el nuevo sustituto a la presencia divina total.

Y en medio de nuestro presente ufano occidental, convivimos con el hambre, el analfabetismo, la miseria, la pobreza, la enfermedad, la muerte, el instinto tribal, el mito ancestral, la vida sin esperanza,….. de tantos pueblos, terreno abonado a fundamentalismos terroristas, al considerarnos los causantes de esa injusticia que está cebándose con ellos.

1 comentario:

  1. Yo no estoy tan seguro, es más dudo mucho que ninguna de las religiones tradicionales admita, ni quizá lo haga nunca: a) el cambio tecnológico-económico, b)el cambio en el conocimiento científico, ni c) el cambio en el dominio de la genética.
    Creo que jamás se apearán de su soberbia y jamás bajarán a dialogar de la razón.

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